Corea del Sur amenaza con realizar ataques preventivos a Corea del Norte
La tensión en la península asiática de Corea sigue estando en sus puntos más álgidos desde hace décadas. Tras las amenazas de Corea del Norte, con su declaración de estado guerra el pasado fin de semana, las autoridades de Corea del Sur han advertido que se tomarán "ataques preventivos" ante cualquier provocación, a la vez que el ejército de los Estados Unidos desplegó aviones F-22 y un destructor en la región.
Así lo ha dejado claro el ministro de Defensa surcoreano, Kim Kwan-jin, que precisó que se llevarían a cabo, en caso de necesidad, "para neutralizar" las instalaciones nucleares y militares norcoreanas. Y este pensamiento es unánime por parte del ejecutivo surcoreano, como lo demostraron las palabras de la presidenta Park Geun-hye, que afirmó que "debemos realizar una represalia enérgica e inmediata si se protagoniza cualquier provocación contra nuestro pueblo".
Referido a las operaciones nucleares de Corea del Norte, el gobierno del vecino Japón advirtió que reaunudar las actividades nucleares es un "acto provocativo" que viola las resoluciones del Consejo de Seguiridad de las Naciones Unidas, además de poner en alerta a sus Fuerzas de Autodefensa (SDF) para detectar cualquier movimiento sospechoso.
Ante esta situación, el Gobierno de Kim Jong Un ha anunciado que a partir de hoy estará prohibida la entrada de trabajadores surcoreanos al complejo industrial ubicado en la localidad de Kaesong, en la zona desmilitarizada. Pero aunque el comunicado oficial dejaba claro que se permitiría la salida del país de los trabajadores que allí estuviesen, el Ministerio de Unificiación ha revelado a la agencia Reuters que 446 trabajadores surcoreanos han sido retenidos en la frontera cuando regresaban a su país.
Esta es otra de las amenazas norcoreanas, que advirtieron con "cerrar y anular despiadamente" el complejo industrial si Seúl seguía insultando a su "dignidad". Kaesong es uno de los escasos ejemplos de cooperación entre las dos Coreas, tras su apertura den 2004, que permitió la instalación de 123 empresas surcoreanas para dar trabajo a más de 50.000 trabajadores de Corea del Norte.
Ante este tira y afloja de amenazas por ambas partes, Rusia ha hecho un llamamiento para evitar "un escenario militar contundente en la península coreana, ya que "sería inaceptable usar la situación actual para intentar conseguir objetivos militares y políticos específicos", según ha informado el portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, Grigory Logvinov, la cadena británica BBC. Siguiendo esta posición, desde el Ministerio de Exteriores de China, principal aliado de Corea del Norte, también se instó al "diálogo entre ambas partes", ya que se tienen que "tener en cuenta los intereses generales a largo plazo, y seguir con el objetivo de la desnuclearización de la península coreana para salvaguardar su paz y estabilidad".
