Puy: "Es razonable que se vea a Feijóo como una de las referencias del PP de toda España"

Pedro Puy y Begoña Vila.
Pedro Puy y Begoña Vila.

El portavoz parlamentario del PP de Galicia abandera un acuerdo de los partidos que comparten la Constitución y los pactos con la Unión Europea, y critica a los populistas y a quienes quieren dividir España.

Puy: "Es razonable que se vea a Feijóo como una de las referencias del PP de toda España"

"Es razonable que se vea a Alberto Nuñez Feijóo como una de las referencias del Partido Popular de toda España", asegura en esta entrevista Pedro Puy, portavoz parlamentario del PP en Galicia, uno de los grandes feudos del Partido Popular en España. Puy abandera un acuerdo de los partidos que comparten la Constitución y los pactos con la Unión Europea, y critica a los populistas y a quienes quieren dividir el país.

- ¿Es usted de la boina o del birrete?

- Del casco, de los que trabajan, como por cierto creo que es la mayoría del Partido Popular de Galicia.

- En Galicia, en marzo se celebrarán los 4 congresos provinciales y en abril-mayo el congreso gallego. ¿Apuesta usted por la continuidad de Alberto Núñez Feijóo como candidato al Gobierno gallego?

- Creo que si Alberto Nuñez Feijóo está en disposición de volver a encabezar el proyecto del Partido Popular para Galicia, sin duda es la mejor opción.

- En caso de que Feijóo decida no continuar, ¿sería factible un candidato como Alfonso Rueda o usted mismo? 

- Creo que hay que esperar a que tome la decisión Alberto Nuñez Feijóo. En el partido hay un amplio acuerdo, además sincero y realista, de que es nuestra mejor opción  y evidentemente yo no juego a estas cuestiones, entre otras cosas porque estoy en este puesto y estoy en política en estos momentos porque me lo pidió Alberto Nuñez Feijóo y, como usted comprenderá, no me voy a poner en ninguna otra circunstancia que no sea la de seguir colaborando con Alberto Nuñez Feijóo.

- ¿Cómo están los datos económicos en Galicia?

- Hemos conocido una EPA fantástica, la última del año, que nos está dando para España unas cifras magníficas, está creciendo la ocupación en España más de medio millón de personas y con prácticamente 700.000 empleos más... y también en Galicia, lo cual es todavía más significativo porque en Galicia tenemos un problema demográfico que es distinto al del conjunto de España. Estamos hablando de que ha crecido la ocupación en más de 32.000 personas y además se ha reducido el paro en más de 41.000 y, por lo tanto, eso quiere decir que estamos en un momento bueno en el que es conveniente consolidar el ciclo de crecimiento y en ese sentido entendemos que las políticas que hemos puesto en marcha en estos últimos años y que se culminan con un presupuesto de 2016 que es un presupuesto en donde conseguimos gastar más en inversión, invertir más, incrementar el gasto social y al mismo tiempo reducir la deuda tanto en términos de emisión este año,  como en términos del PIB, dado que el crecimiento esperado del PIB es superior al 2%…Bueno, pues todo eso nos hace estar en un escenario de salida de una recesión en el que hay que perseverar porque es verdad que la crisis económica nos dejó unos efectos que aún persisten y que hay que avanzar en su eliminación cuanto antes.

- ¿Se desprende de todo eso que Feijóo ha sido un buen gestor para la economía gallega?

- Sí, sí, evidentemente la situación económica que tenemos ahora es mucho mejor de la que hemos sufrido en los últimos años.

- ¿Cuántos PPs hay en España y en Galicia?

- Bueno… en Galicia hay uno sin lugar a dudas y bien es cierto que después en el conjunto de las organizaciones territoriales de España y como es lógico y precisamente por eso nosotros siempre hemos creído en el Estado de las Autonomías hay distintas sensibilidades, distintas formas de ver algunas cuestiones, pero también es cierto que compartimos un proyecto político general para el conjunto del país que es el mismo en toda España.

- ¿Hay fecha para las elecciones gallegas?

- No, no la hay. Esta es una decisión que ha de adoptar el presidente y sabemos cuales son los márgenes máximos,  que van a ser antes de que acabe el año, pero evidentemente es una decisión que debe de tomar el presidente, que ya ha avanzado por otra parte que espera que no haya adelanto, entre otras cosas porque la situación política y la estabilidad que tiene Galicia en estos momentos de salida de la crisis es un plus, es una ventaja con relación a otras situaciones que estamos a contemplar en comunidades autónomas donde es más difícil aprobar el presupuesto, en donde incluso los costes de las coaliciones implican unas flexibilidades en el gasto,  que a lo mejor impiden cumplir los objetivos de déficit, por tanto, esto es un valor. El presidente ya ha anunciado que vamos a terminar la legislatura. Las elecciones al final dependen de la convocatoria que hace el propio presidente.

- ¿Qué expectativas tiene el grupo popular para Galicia los próximos cuatro años?

- Tenemos la conciencia de que estamos ante un cambio de ciclo histórico y que la sociedad tiene que asumir que han cambiado muchas cosas, algunas para bien, otras no es que sean para mal pero exigen adaptarse al entorno general. Para bien,  han cambiado muchas cosas en el ámbito de las comunicaciones de todo tipo, una Galicia en donde venir de Ourense a Santiago de Compostela o ir de A Coruña a Vigo se puede hacer a diario a un coste reducido, no es la misma Galicia en la que había que pensar en  descentralizar campus universitarios porque las comunicaciones llevaban horas. Estos son avances para mejor, pero también tenemos grandes retos que tienen que ver con un mundo que ha cambiado, con un mundo que tiende a la globalización, con una Europa que tiende a la integración, con una Europa que tiene que avanzar más en determinados aspectos de su integración, pero que en definitiva,  nos pone en un entorno mucho más competitivo, por lo tanto, mucho más exigente, que ofrece muchas oportunidades mucho mejores, pero que al mismo tiempo implica un esfuerzo adicional en información, en apertura de mercados, en innovación, en todas estas cuestiones. Nosotros,  en ese ámbito económico, tenemos un plan estratégico de la economía de Galicia, que pretende ser precisamente el instrumento público de apoyo y de impulso de la adaptación de Galicia al nuevo entorno económico,  que por mucho que  nos guste o no  nos guste es lo que hay y son las oportunidades que tenemos que saber aprovechar para conseguir una Galicia que prospere y que genere un empleo, que haga que el país tenga un futuro próspero, cómodo y que garantice el bienestar de todos los ciudadanos.

- ¿Cree usted que entre los barones de su partido empieza a haber una corriente favorable al liderazgo de Nuñez Feijóo en el Gobierno nacional?

- No lo sé, porque es verdad que mi participación en el partido a nivel nacional está muy condicionada por la exigencia de las ocupaciones parlamentarias que tengo en Galicia y, por lo tanto,  no tengo capacidad de saber cual es esa situación. Sí es cierto, primero que en estos momentos tenemos un líder que es apoyado por toda la organización para encabezar el Gobierno de la Nación y en segundo lugar,  que yo entiendo perfectamente que Feijóo sea visto como un referente en el conjunto del Partido Popular de España por sus éxitos políticos en primer lugar y también por sus éxitos de gestión,  que están a la vista de todos. Galicia en muchos aspectos económicos y financieros está comportándose a nivel de las comunidades forales en cumplimiento de los objetivos de déficit en las magnitudes económicas importantes cuando no es una comunidad foral. Por tanto, es razonable que se vea a Alberto Nuñez Feijóo como una de las referencias del Partido Popular de toda España.

- ¿Para la estabilidad y la unidad de España el pacto PP-PSOE-C´s sería lo más razonable?

- Bien, el problema que tenemos en la política española, entiendo yo, es que las decisiones sobre la formación de gobierno, ni siquiera dependen exclusivamente de las fuerzas tradicionales, ni siquiera de las fuerzas que aceptan el marco constitucional y las reglas del juego sin ningún tipo de reticencia, sino que la conformación de mayorías depende de un grupo político populista que cuestiona todo el orden constitucional por una parte, y de dos o tres grupos más reducidos de carácter soberanista que también cuestiona el marco constitucional, por lo tanto, la situación  política es muy complicada y el hecho de que sean grupos que en el fondo lo que quieren es una mutación constitucional, cuando no directamente la destrucción de nuestro marco constitucional,  hace muy complicado la formación de un gobierno. En ese contexto,  yo creo que lo  razonable y lo que esperaríamos todos los que somos la inmensa mayoría,  tanto en términos cuantitativos como en términos sociales,  como en términos de representación política, es que hubiese un gran acuerdo entre aquellos que comparten estos principios básicos, que se resumen en dos o tres cuestiones, en garantizar la estabilidad de la organización territorial del Estado, la unidad de España, garantizar el mantenimiento de las bases de nuestro Estado de bienestar, en garantizar el apoyo a la construcción europea e incluso en el ámbito del orden público estar comprometidos con nuestros aliados ante el nuevo reto de seguridad internacional que es el terrorismo. Eso sería lo razonable, pero lo cierto es que eso está muy condicionado por esta circunstancia,  de que los que deciden o los que pueden ayudar a conformar mayorías,  básicamente cuestionan el conjunto del marco constitucional. Esto es nuevo y confiemos en que se resuelva de la forma más razonable posible que es, entendemos en el Partido Popular, una coalición de amplia base y si no, pues evidentemente habrá que ir a las elecciones en la confianza de que estas dificultades de conformación de gobierno con las nuevas elecciones se solvente.

- ¿En unas nuevas elecciones generales tendrían ustedes más apoyo?

- Bueno, esto nunca se sabe, lo cierto es que toda la práctica del comportamiento y el comportamiento de los grupos políticos en el Congreso es evidente que suministran al electorado información adicional de qué es lo que pretende cada fuerza política.

- ¿Qué diferencia hay entre el PP de Manuel Fraga y el PP actual?

- Pues la diferencia que hay es el resultado de la adaptación a los cambios sociales y a los cambios de la propia Galicia. Cuando llega Fraga a Galicia y gana por primera vez las elecciones la comunidad no gestionaba la sanidad por poner un ejemplo, ni gestionaba el empleo, las políticas activas,  ni tenía en marcha las instituciones estatutarias básicas. Aquello fue un momento de consolidación de la comunidad autónoma como tal, de sus instituciones, de sus competencias. Eso lo concluye básicamente don Manuel y el gobierno de Fraga es el que asume todos estos traspasos y el que desarrolla el entramado institucional autonómico, que no había sido desarrollado en la década anterior y por lo tanto,  ahora  lo que se está haciendo es ya una política de gestión de las competencias y de renovación de unas instituciones que también ha habido que adaptar a los tiempos. Por lo tanto la diferencia viene fundamentalmente del distinto momento histórico que atraviesa la comunidad autónoma.

- ¿Qué respuesta institucional tiene el grupo popular a la corrupción? ¿Cree que ya les ha pasado factura?

- Nos ha pasado factura y creo que mientras no se resuelvan todos estos procesos judiciales nos la va a seguir pasando y además es comprensible que nos la pase. Nuestra respuesta ha sido aparte de en el orden personal y en el orden privado un rechazo absoluto y una indignación que especialmente acentuada en la medida en que esa mancha afecta a unas ideas y a una organización que básicamente está compuesta de gente honrada, lo que hemos hecho ha sido reaccionar desde el punto de vista de las modificaciones legislativas,  que impidan que esto pueda producirse en el futuro. La corrupción es algo propio del comportamiento humano en todas las sociedades y lo que tenemos que hacer es que aquellas personas que puedan en algún  momento caer en estas prácticas,  lo tengan cada vez más difícil y eso implica una serie de reformas que hemos hecho tanto en el ámbito estatal como en el autonómico. Aquí en Galicia concretamente,  hemos avanzado con una ley de transparencia que va un poco más allá incluso que la del Estado, hemos reformado el Consello de Contas, el órgano de control externo de las cuentas públicas que ahora tiene facultades no sólo de control del gasto público,  sino también tiene competencias de prevención de la corrupción y de fiscalizar que los organismos de la administración autonómica se establezcan manuales de prevención de la corrupción que hay que aplicar. A su vez,  hemos reformado la ley de financiación de los partidos,  con lo cual la puerta de donaciones de empresas o de personas que forman parte de  consejos de administración de empresas que contratan con la administración autonómica está absolutamente cerrada,  a cambio se ha sustituido por una financiación pública que conlleva una máxima transparencia en lo que son las cuentas de los partidos y hemos modificado también la ley de iniciativa legislativa popular para hacer que la Cámara esté mucho más abierta,  tanto en el número de firmas como en la forma de conseguir las iniciativas legislativas, pero también para que los ciudadanos puedan participar a través de propuestas de impulso al gobierno o incluso de preguntas. Por lo tanto, lo que hemos hecho ha sido dificultar con reformas institucionales que estas prácticas se vuelvan a producir y creo que eso es lo mejor que se puede hacer, además de tener el  firme compromiso que yo percibo desde luego en el Partido Popular  de Galicia de que en cuanto hay alguna persona que por algún motivo está sujeta a sospechas de haber tenido un comportamiento irregular pedir que se aparte de sus obligaciones públicas.

- ¿Dependemos tanto de Bruselas como dicen los críticos de la oposición, como Podemos?

- Sí, es evidente que la construcción europea que es un proyecto compartido por la socialdemocracia europea española y por los liberales europeos y por los liberales españoles y por los partidos democristianos o conservadores de Europa ha cambiado significativamente,  y yo creo  que para bien las competencias estatales. España ha cedido a la Unión Europea alguno de los signos que tradicionalmente reflejaban el poder soberano de un Estado,  como es las aduanas o como es en los últimos años,  el poder de emitir moneda y el poder de crear y vigilar la circulación de la moneda, estos son cambios muy significativos que es verdad que condicionan las políticas económicas a nivel interno y es verdad que hemos visto que no son políticas suficientes para combatir la crisis no sólo española,  sino del entorno europeo y que ese paso hacia una unión monetaria tiene que ir acompañada de nuevos pasos, fórmulas de integración que hagan que la propia Unión Europea tenga capacidad de combatir a través del gasto,  las crisis que se puedan plantear en el conjunto de la Unión Europea o cuando son crisis propias  de algunos de sus territorios o países como hemos visto nosotros en los últimos años. Por lo tanto, es cierto que Europa ha cambiado, también es cierto que lo ha hecho para bien, también es cierto que no hay ninguna alternativa en el mundo que tienda a la globalización y también es cierto que el  80% de los españoles,  la vez que se les preguntó,   después de haber vivido la experiencia de una acceso  a una Unión Europea que fue duro en su momento con grandes reconversiones industriales, en Galicia  afectó especialmente en el sector agrícola, todo eso la gente  y la ciudadanía lo comparte y lo apoya. Por lo tanto,  es verdad que Europa condiciona mucho la política, yo creo que lo hace para bien,  yo creo  que hay que reformar Europa para que lo haga para mejor aún, pero sin duda alguna Europa nos condiciona.

- ¿Teme usted la paralización de inversiones debido a esta incertidumbre política?

- Las decisiones de los inversores, especialmente los internacionales, no dependen tanto de que haya una inestabilidad política de las de antes,  gubernamental, sino de que nos estamos planteando un problema de inestabilidad política institucional. Ha habido países y tenemos el caso de Bélgica como el más evidente, en donde ha habido crisis o incluso ausencia de gobierno durante períodos muy prolongados  como consecuencia de una inestabilidad, de una incapacidad de las fuerzas políticas de ponerse de acuerdo para formar un gobierno, pero es que ese no es el problema que tenemos ahora exclusivamente. El problema que tenemos ahora es qué vamos a hacer con la  Constitución, qué vamos a hacer con el funcionamiento general de nuestras instituciones e incluso si  vamos a tener capacidad  de cumplir lo que es ya parte de nuestra normativa interna que es la legislación comunitaria y esto, evidentemente, es peor desde el punto de vista  de la inversión. Yo confío que esto se aclare,  lo ideal sería que se aclarase con una forma de colaboración entre los partidos que representan a la inmensa mayoría de la sociedad española  y que comparten el modelo de sociedad y de integración europea y si no que se aclare con unas nuevas elecciones. Pero lo cierto es que la preocupación no viene tanto por la posible inestabilidad gubernamental que también, cuanto por lo que nos estamos jugando… Preocupa el auge, en primer lugar, de movimientos populistas que cuestionan el conjunto del sistema económico y la integración europea y las normas que entre todos nos hemos dado para gobernar la Unión Europea que son reformables, pero no aceptamos que lo positivo sea una enmienda a la totalidad. También preocupan los que quieren romper la unidad de España,  con todo lo que ello conlleva de incertidumbre política: simplemente el hecho de que se plantee.

- ¿Tras el rescate de Mariano Rajoy a la banca, tan criticado, vuelve a fluir el crédito a los hogares? ¿Tiene algún dato?

- Sobre esta cuestión me gustaría decir dos cosas previas, la primera es que si nos olvidamos que la incidencia de la crisis financiera internacional sobre la economía real española fue superior a la de otros países como consecuencia de que el país tenía un nivel de endeudamiento privado, de entidades financieras, empresas y familias muy superior al de otro cualquier país de su entorno, no estamos aprendiendo las lecciones del futuro. La sociedad española,  particularmente el sector tanto el bancario como las empresas y sobre todo las empresas y las familias,  en los últimos años han procedido a un saneamiento, a un desapalancamiento,  a una reducción importante de la deuda que sostenían y esto  es importante, ya que quiere decir entre otras cosas que las familias  o las empresas tiene menos endeudamiento,  encima en un contexto  de tipos de interés muy bajos, la renta  disponible de las familias y la capacidad de  autofinanciarse las empresas  es superior, con lo cual ese ha sido un proceso positivo. Dicho esto,  es verdad que la  concesión de crédito de las entidades financieras gracias a las facilidades que hay por  parte del Banco Central Europeo,  más  gracias a las reformas que  se han hecho en España y que están permitiendo que la economía se recupere,  el crédito se está notando que fluye  con mayor  facilidad que lo hacía en el peor momento de la crisis donde se había cerrado completamente el grifo.

- ¿Ve usted un problema en la prima de riesgo de no formarse gobierno cuanto antes?

- Afortunadamente en estos momentos no se  percibe ese riesgo en la medida en que las  tres fuerzas que representan más  de las dos terceras partes del parlamento  están comprometidas con el cumplimiento de los objetivos de déficit,  evidentemente esto puede quebrar si aparece un gobierno que pacte su incumplimiento  y por lo tanto, eso unido a la labor que está haciendo el Banco Centra Europeo  que es buena,   aunque entendemos algunos que no es suficiente para  reafirmar la salida  de la crisis, pues de momento no parece que pongan en peligro esto, pero es verdad que nos  están mirando, nos están observando  y de como se resuelva la conformación del gobierno  y como  se resuelva las condiciones que adopte el nuevo gobierno en relación al ámbito presupuestario pues es evidente  que pueda ocurrir algo que no nos gusta y que  sea que se encarezca el crédito.

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