Controlado el flanco extremo, el PP se centra y prescinde de la portavoz parlamentaria

Pedro Sánchez y Pablo Casado. / TV
Pedro Sánchez y Pablo Casado. / TV
Siendo evidente que el futuro de la economía y del bienestar en España dependerá del uso de la ayuda comunitaria, la necesidad de encontrar algunos puntos de consenso en las grandes líneas de actuación, viene siendo exigida por distintos sectores de la sociedad
Controlado el flanco extremo, el PP se centra y prescinde de la portavoz parlamentaria

Fue una destitución largamente anunciada. El golpe de efecto que supuso en su momento el nombramiento de Álvarez de Toledo como portavoz parlamentaria no fue suficiente para contrarrestar una evidencia: no era el lugar idóneo para una política con actitud de soberbia, cualificada pero poco dúctil, brillante en la exposición pero incapaz de mantener lealtad con su propio grupo. Cualidades deseables en otros muchos puestos de responsabilidad pero contradictorias con la labor de un portavoz parlamentario,  uno de los puestos más delicados de la vida política, donde debe responder simultáneamente a la visión del partido, a la del propio grupo parlamentario y al escenario dialéctico de la Cámara, siempre cambiante.

Su sustitución responde además al nuevo escenario de la política española. Si desde la primera y breve legislatura de Sánchez, el PP se vio obligado a ocupar principalmente el flanco de la derecha más extrema, donde Vox era ya el tercer partido de España, tras la pandemia que ha arrasado, además de la economía, la agenda del Gobierno, las encuestas hacen aconsejable centrar más el discurso y la acción política del PP. En efecto, los sondeos indican la caída de Vox, Unidas Podemos y Ciudadanos, en beneficio de los dos grandes partidos tradicionales. Todavía lejos de un cambio significativo de mayorías, pero revelan una tendencia.

Siendo evidente que el futuro de la economía y del bienestar en España dependerá del uso de la ayuda comunitaria, la necesidad de encontrar algunos puntos de consenso en las grandes líneas de actuación, viene siendo exigida por distintos sectores de la sociedad. Dada la diversidad del mapa político autonómico y local, el Gobierno, que sobrevive sobre una mayoría muy precaria y por momentos contradictoria, no podrá decidir en solitario la aplicación de dichos fondos si persigue la eficacia. Siendo imposible el acuerdo sobre el Presupuesto, deberán buscarse puntos de encuentro en otras medidas.

Así el diálogo entre PSOE y PP ha comenzado por lo más sencillo, los nombramientos que requieren mayorías cualificadas, como son el Consejo General del Poder Judicial o el Defensor del Pueblo entre otros, bloqueados desde hace año y medio. Paralelamente, en la comisión parlamentaria para la reconstrucción, se ha iniciado un diálogo productivo que ha logrado acuerdos relevantes en política sanitaria. Son los primeros pasos para la distensión. Lo cual no impedirá que en los grandes debates las posiciones sigan estando enfrentadas.

Para poner voz y rostro a la nueva etapa, era necesario cambiar de portavoz. En un vaivén típico de los partidos, el nombramiento recae en una diputada de la etapa de Rajoy, que no votó a Casado. A su lado la incombustible Ana Pastor, un valor sólido en tiempos de crisis, y el Alcalde de Madrid, un ejemplo sobresaliente de sensatez y moderación durante los peores momentos de la crisis sanitaria. Casado, sin perder la sonrisa, ha transitado de competir con Vox a ocupar el centro político. Aunque dicho giro venía siendo demandado por sectores moderados de su partido, no por ello habrán dejado de anotar la volubilidad de su máximo dirigente, siempre sujeto a escrutinio, siempre pendiente de que Feijóo decida disputarle el puesto.

Para el Gobierno el cambio es positivo, al facilitar los distintos niveles de diálogo que serán imprescindibles durante los próximos meses. Para el país, todavía más beneficioso, si el cambio significa menor crispación y radicalidad. Para Ciudadanos y Unidas Podemos, malas noticias pues se les reduce el espacio para la crítica. Sólo Vox tendrá la tentación de considerar que sus opciones mejoran al quedar libre el flanco derecho. De momento con su moción de censura, trabajan a mayor gloria del Gobierno. @mundiario

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