La Constitución, ejemplo de que una vez hubo políticos que llegaron a consensos

Congreso de Diputados. / RR SS.
Congreso de Diputados. / RR SS.

El día 6 de diciembre se conmemoró, un año más, la celebración del referéndum de 1978 en el que el pueblo español aprobó, por amplia mayoría, la actual Constitución.

La Constitución, ejemplo de que una vez hubo políticos que llegaron a consensos

Cada día parece más corriente escuchar que la Constitución es fascista o la heredera del franquismo. Normalmente estas afirmaciones parten de personas menores de sesenta años por lo que no estaban allí siendo adultos y se ve que alguien se lo contó mal. El proceso constituyente se inició con una "Ley para la Reforma Política" votada a favor por el 81% de los procuradores, un heroico suicidio político del franquismo a petición de D. Juan Carlos y que sometido a referéndum fue aprobado por el 94,17% con una masiva afluencia de votantes. Luego hubo elecciones constituyentes a las que se presentaron todos los partidos que quisieron, lo que dio entrada al centro agrupado en la UCD de Suárez, el PSOE de Felipe González, el PCE de Santiago Carrillo, la AP de Manuel Fraga (ahora PP), el PSP de Tierno Galván, el PDC de Jordi Pujol y el PNV.

La Constitución, por tanto, fue creada por representantes de los partidos políticos que gozaron del beneplácito de las urnas con socialistas, comunistas y nacionalistas además del centro (la derecha solo tuvo un representante), como máximos adalides, y se debatió hasta lograr el consenso. El Congreso y el Senado aprobaron esta Constitución que, sometida a referéndum, se aprobó mayoritariamente incluso con el 93,58% en Cataluña y un  91,47% en el País Vasco. Hay quien argumenta hoy que en el País Vasco el nacionalismo pidió la abstención pero sabemos que la abstención suele ganar todas las elecciones sin ayuda de nadie y sumar ese porcentaje a una idea en particular no es real. Los militares no presionaron ni intervinieron porque aunque ahora cueste creerlo, los que hicieron el servicio militar durante la dictadura saben lo que es la disciplina y el respeto a la autoridad, de hecho Juan Carlos era el Jefe de todos los Ejércitos y de todos los poderes del Estado y a ningún militar se le ocurriría entonces llevarle la contraria. El proceso de transición política fue tan transparente e inédito que asombró al mundo incluido el incrédulo Jefe de la Casa Real, D. Juan de Borbón, que abdicó en su hijo uniendo así al Jefe del Estado los derechos monárquicos. Que cueste entender un proceso tan límpio a la gente que no lo vivió es comprensible porque entonces el mundo entero se maravilló hasta el punto de introducirlo en los libros de texto de las escuelas. 

Pero no es solo el hecho de la Transición. Nos toman por idiotas de forma tan generalizada que se oye hablar de una mayoría de izquierdas que incluyen al PNV, JxCat, PAR o PCR, claramente partidos de derechas desde sus orígenes, y también, aunque sumen para lograrlo los partidos de derecha citados,  hay quien se apropia del progresismo como patrimonio de la izquierda cuando si bien es cierto que en el progreso social europeo participó activamente la socialdemocracia, conviene recordar que era y son partidos no marxistas porque jamás hubo progreso en los países comunistas. De hecho había dos Europas, una comunista, la oriental incluida Rusia, y otra Occidental separadas por el llamado telón de acero. La comunista cayó sola inmersa en su fracaso y el PSOE, entonces de Felipe González, abandonó el marxismo como antes el PCE de Santiago Carrillo abandonó el leninismo porque eran conceptos reñidos con el progreso y la democracia. 

Cada vez cuesta más entender que haya tanta ignorancia en el hemiciclo parlamentario y empezamos a creer que además de por idiotas nos toman por mansos incapaces de reaccionar. Se afirma que la izquierda progresista es la voluntad del pueblo soberano y que Sánchez gobernará, si gobierna, con mayoría simple de escaños pero no de votantes como ya ocurre en Cataluña desde Artur Mas con CIU, ERC y la CUP ganaron en escaños pero perdieron en votos. La Ley Electoral que solo Ciudadanos quiso cambiar, vuelve a repetir el proceso y el PSOE, IU, Podemos, En Comu, el PNV, Mas País, media CC, el BNG, el PRC, TE, y la mitad de ERC si se abstienen, suman el 47,72% de los votantes pese a lo que se citan como mayoría por aquello de los escaños. La Ley electoral no contempla que la circunsripción de la elecciones españolas sea España ni siquiera limita la presencia en el Congreso a obtener un 3% con lo que ahora nadie estaría pensando en formar gobierno con el apoyo de 11 partidos en un Parlamento de 20, aún sin contar que tanto IU como Podemos son a su vez agrupaciones de varios partidos. 

Viendo que aún con todo el PSOE en contra Sánchez está dispuesto a formar gobierno con Unidas Podemos y no se le pasa por la cabeza formar un gobierno constitucionalista con escaños suficientes para modificar leyes orgánicas o la propia Constitución, le pediríamos al menos que deje de insultar a nuestra inteligencia con argumentos falsos y promesas imposibles, y ya de paso que tampoco lo hagan Iglesias, Zaragoza, Rufián, los ministros y muchos otros más porque los que tenemos criterio somos más en la urnas y en España y como ejemplo valga recordar que con esta Ley Electoral hay quien obtiene un escaño con menos de 20.000 votos, criterio con el cual Cs tendría 80 escaños o 29 al precio que le salen al PSOE (56.275). Y si a Cs le cuesta el escaño 163.754 votos a Más País le cuestan a 192.516 mientras a Bildu le salen a 55.303. Todo lo que emana de esta ley es una aberración porque hablamos de una Cámara representativa de la soberanía popular que con el tema de la circunscripción y el sistema D'Hondt se queda en lo que vemos. Conviene recordar que la Cámara Territorial es el Senado que, aún sin unas funciones claras en ese sentido, utiliza el sistema mayoritario de elección y debería tenerlas como las tiene en Estados Unidos donde por cierto se arreglan con 100 senadores mientras nosotros con 265 no tenemos clara su utilidad. @mundiario

Comentarios