Los conservadores suecos gobernarán con el apoyo externo de la extrema derecha

El líder del Partido Moderado de Suecia, Ulf Kristersson, será elegido como el nuevo primer ministro del país escandinavo, después de anunciar la conformación de un Gobierno de coalición minoritario junto a los democristianos y los liberales, después de que el bloque de derechas ganara la mayoría de los escaños del Parlamento en las elecciones generales.

Así la ex primera ministra Magdalena Andersson, del Partido Socialdemócrata, deja un Ejecutivo que será controlado por los conservadores, con un apoyo externo de la extrema derecha. Los ultras del partido Demócratas de Suecia (DS), una formación populista y xenófoba con raíces neonazis, no formarán parte del Gobierno pese a haber sido la segunda fuerza en los comicios, sino que influirá desde afuera.

La ultraderecha se convirtió en la segunda fuerza parlamentaria, tras obtener los mejores resultados de su historia. El DS tiene 73 de los 349 escaños del Riksgad, o Legislativo sueco, una cifra atribuida al 20,5 % de los votos que obtuvo en las generales y que hace parte importante de los 176 curules que consiguió el bloque de derechas, frente a los 173 de la alianza de centroizquierda.

El bloque de izquierdas, conformado por los socialdemócratas, excomunistas, ecologistas y centristas se hundió en las elecciones, lo que llevó a que Andersson dimitiera el día después de la jornada electoral, pese a que su partido permaneció al frente como la formación más votada, con el 30,3 %, mientras que los conservadores quedaron relegados a un tercer puesto con el 19,1 %.

Los ultras tendrán una influencia “significativa”

“Me hubiera gustado ver un Gobierno mayoritario en el que estuviéramos incluidos”, admitió en la presentación del pacto el líder de DS, Jimmie Åkesson, “pero es extremadamente importante haber llegado a acuerdos sustanciales”, ha añadido para destacar la influencia “significativa” que tendrá su partido, aunque no está previsto que adquiera ningún ministerio, pero sí funcionarios dentro.

“Será un Gobierno tripartito con Moderados, Democristianos y Liberales. Ese Gobierno cooperará estrechamente con los Demócratas de Suecia”, afirmó el futuro jefe del Gobierno, que tiene por obligación informar al presidente del país, Andreas Norlén, de que están listos para elegir un nuevo Gobierno el lunes en el Riksdag.

“Recibimos un mandato del pueblo sueco el día de las elecciones, lo tomamos con la mayor seriedad. El cambio no es solo necesario, también es posible, y los cuatro partidos podemos ofrecer ese cambio”, ha dicho Kristersson en rueda de prensa tras el anuncio del Acuerdo de Tidö, en honor al castillo donde se dieron las conversaciones alrededor de inmigración, educación, sanidad, clima, economía, energía, derechos y libertades entre los cuatro conservadores.

Más presión sobre la migración y el asilo

Como parte del pacto se desprende endurecer las políticas suecas respecto a la inmigración y la solicitud de asilo. También lo harán los criterios para obtener la ciudadanía, así como una reducción en las plazas para extranjeros y drásticas reducciones en las cuotas de refugiados, de más de nueve mil a 900 anualmente, para rebajar al mínimo las exigencias de la Unión Europea.  “No podemos ser más generosos de lo que marca la UE”, explicó el líder ultra.

Por otra parte, se anunció la creación de unos supuestos refugios llamados “centros de tránsito”, donde los migrantes y refugiados deberán permanecer mientras las autoridades suecas evalúan sus solicitudes de asilo. El país también le abrirá la puerta a la deportación contra los extranjeros que no mantengan una “buena conducta”, que según el bloque de derechas es la participación en hechos delictivos o la involucración en la prostitución. @mundiario