Tras el confinamiento seguirán padeciéndose restricciones durante algún tiempo

En una cuerda floja: así está el ánimo de los autónomos.
En la cuerda floja: así está el ánimo de los autónomos.
Muchos autónomos y temporales están ya fuera del mercado de trabajo. Los sectores  tractores del empleo, como la hostelería, no contratarán mientras no se recupere el nivel de consumo. Para otros sectores tras los ERTEs vendrán los EREs para ajustar costes.
Tras el confinamiento seguirán padeciéndose restricciones durante algún tiempo

Los mensajes preparatorios emitidos por el Gobierno y la experiencia de otros países nos ofrecen atisbos de los cambios que viviremos una vez levantado el confinamiento en los domicilios. Mientras que las autoridades sanitarias reconocen abiertamente que tardarán tiempo en conocer datos básicos como el número de personas inmunizadas y la extensión de la epidemia, la posible reincidencia posterior o su carácter endémico como la gripe. Con todos esos datos en su momento podrán diseñar medidas de medicina preventiva.

A corto plazo sufriremos dos tipos de efectos, los derivados de la propia crisis sanitaria y los derivados de la crisis económica en la que ya estamos inmersos. Respecto a los primeros vamos conociendo que el fin del confinamiento será progresivo, es decir que durante un tiempo indefinido no se normalizará la vida social. Es probable que se cancelen durante un tiempo todos los espectáculos de gran aforo lo que deja la vida cultural, el deporte profesional e incluso las fiestas populares del verano, gravemente afectados. Todos los profesionales que viven de su práctica o de los muchos servicios auxiliares que genera ese segmento del ocio soportarán menores ingresos o directamente desempleo.

También se preparan medidas severas en la hostelería, reduciendo aforos y disponiendo distancias mínimas entre clientes. Las grandes celebraciones como bodas y eventos similares, tardarán tiempo en normalizarse. El turismo de congresos está hundido para todo el año. Respecto al turismo vacacional, las previsiones son pésimas durante todo el año. El turismo internacional sufrirá restricciones diversas que dependerán de cada país, un factor de incertidumbre que reducirá la demanda. El sector volverá los ojos a la demanda interna, una alternativa para quienes no se hayan visto afectados personalmente por las consecuencias económicas. Son previsibles reducciones de precios y campañas de promoción como ya han comenzado a preparar los principales destinos peninsulares.

Los estudiantes no volverán a las aulas. Son vector de contagio muy relevante. Aunque las autoridades han presumido de haber dispuesto alternativas on-line, la evidencia empírica es que no son una realidad generalizable. Las familias que no disponen de los recursos necesarios, como ordenador, capacidad suficiente de internet, espacio de estudio individualizado, etc., son desgraciadamente, muy numerosas. La desigualdad se habrá incrementado durante estos meses entre las familias con capital cultural en forma de bibliotecas, formación e inquietud de los padres y aquellas con menor nivel formativo e intereses menos sofisticados. Serán cinco meses y medio perdidos para muchos. De la incapacidad de las Administraciones educativas para ofrecer una alternativa de enseñanza a través de la televisión o de Internet, hablaremos en otro momento. Para los estudiantes de Bachillerato, Formación Profesional y Universidad, suficientemente motivados, será posible recuperar el tiempo perdido mediante programas complementarios.

Las consecuencias económicas serán muy graves, afectando de forma especial al consumo. Para el comercio los meses sin facturación no son recuperables. Si su oferta es estacional, como la moda, habrán perdido una temporada debiendo liquidar stocks. En otros sectores de consumo como el automóvil, que ya se encontraba en crisis de ventas, es difícil la recuperación mientras el horizonte económico no se despeje. El mercado inmobiliario acusará la menor demanda de compra-venta.

Todo lo cual lleva a algunas evidencias: muchos autónomos y temporales están ya fuera del mercado de trabajo. Los sectores citados, algunos de ellos tractores del empleo, como la hostelería, no contratarán mientras no se recupere el nivel de consumo. Para otros sectores tras los ERTEs vendrán los EREs para ajustar costes e ingresos. Una escalada rápida del paro que generará más incertidumbre en las familias. @mundiario

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