Conferencia de Munich: show de Poroshenko para acusar a Rusia de invadir Ucrania

Poroshenko presenta cinco pasaportes rusos en la Conferencia de Munich.
Poroshenko presenta cinco pasaportes rusos en la Conferencia de Munich.

El fin de semana se reunieron en Munich 20 jefes de Estado, 60 ministros y 400 especialistas para la 51ª Conferencia de Seguridad, con Ucrania en el centro del debate.

Conferencia de Munich: show de Poroshenko para acusar a Rusia de invadir Ucrania

El fin de semana se reunieron en Munich 20 jefes de Estado, 60 ministros y 400 especialistas para la 51ª Conferencia de Seguridad, con Ucrania en el centro del debate.

Horas antes de participar en la cumbre del pasado sábado, la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés François Hollande, realizaron un viaje relámpago a Kiev y a Moscú. Al público, las reuniones con Petro Poroshenko y Vladimir Putin fueron para avanzar en la implementación de los acuerdos de Minsk para un alto el fuego.

El encuentro tripartito en Moscú no arribó a ningún acuerdo. Muchos analistas publicaron columnas en medios de todo el mundo por el sorpresivo viaje de los mandatarios de Francia y Alemania, que podía implicar además un cambio de posición en relación a la escalada del conflicto que Estados Unidos lleva adelante.

Tras su paso por Kiev, Moscú y regreso a Munich, Merkel realizó otro viaje relámpago a Washington donde se encontró con Barack Obama. La canciller bajó el tono sobre el escándalo de espionaje sobre su persona al mismo tiempo que Obama lo relativizaba. Pero el núcleo de la estrategia que ambos están trabajando es culpar a Putin: "La agresión de Rusia sólo refuerza la unidad de EEUU, Alemania y nuestros aliados en el mundo", dijo el presidente estadounidense.

A la luz del encuentro de Munich, la postura de la UE es el de siempre: presionar a Putin. No podía ser de otro modo. En definitiva, aquellos que esperaban un acto de “rebeldía” de Merkel, debería recordar que las conversaciones del teléfono móvil las tomó la NSA.

El tono general fue agresivo hacia Rusia. Pero la nota la dio Petro Poroshenko: presentó cinco pasaportes rusos que serían la prueba final de que el poderoso Ejército Ruso se había desplegado en Donbass. Una maniobra que sin dudas hace palidecer a Colin Powell demostrando con un tubito con talco, que Saddam Hussein poseía armas de destrucción masiva.

Desde hace meses, el mandatario ucraniano sostiene el libreto de la culpa rusa, sin haber expuesto una evidencia inapelable y pese a contar con los satélites de Estados Unidos y la UE, para registrar a los 9.000 soldados que Poroshenko denuncia como fuerza invasora.

En esta columna, Mundiario dio cuenta de declaraciones el Comandante en Jefe del Ejército ucraniano, el general  Viktor Muzhenko, afirmó en una conferencia realizada el 29 de enero que:

"Hasta la fecha, sólo tenemos la participación de algunos miembros de fuerzas armadas rusas y ciudadanos rusos, que de modo voluntario, forman parte de los grupos armados ilegales involucrados en el combate. No estamos en combate con las fuerzas regulares del Ejército Ruso".

De hecho, lo que cada vez se hace más evidente es la presencia de efectivos estadounidenses retirados, pero en plenitud de edad militar, actuando en Ucrania bajo la modalidad de contratistas, comúnmente conocidos como mercenarios empleados por empresas como Academi (ex Blackwater).

Al presentar esos pasaportes, tal vez Poroshenko quizo demostrar que los hermanos Kouachi, autores de la masacre de Charlie Hebdo, no  eran los únicos en dejar prolijamente su identificación en la escena del crimen. Lo que desconoce el mandatario ucraniano es que los soldados rusos deben entregar sus pasaportes a los superiores cuando están de servicio.

Finalmente, Moscú solicitó a Poroshenko las copias de los pasaportes para evaluar la evidencia y verificar a quién corresponde. Pero Kiev ni siquiera pudo hacer públicas esas identidades.

Si Poroshenko pretende justificar una guerra contra Rusia por cinco pasaportes, Ucrania debería estar al borde de una guerra con una buena parte de la Unión Europea: decenas de civiles voluntarios de España, Alemania, Francia, Reino Unido, Polonia, Bulgaria, Eslovaquia e inclusive Israel; llegaron al Donbass para participar en brigadas internacionales que combaten a las brigadas neonazis que responden a Kiev; un reflejo de la situación que España vivió durante la Guerra Civil.

En realidad, el acting de Poroshenko estuvo destinado a servir como peldaño para que Obama pueda justificar el envío de armamento a Ucrania, lo que podría terminar en una escalada aún más trágica.

Merkel y Hollande cumplen el papel de “policía bueno” que no dejan de justificar lo impresentable: para detener la invasión rusa (sic) hay que apoyar al gobierno de Kiev surgido de un golpe de Estado, así sea armando a los batallones abiertamente neonazis y tolerar el permanente bombardeo contra la población civil de Donestk y Lugansk.

La línea dura en esta no-negociación, naturalmente la sostiene Washington que desde hace meses presta “asesoramiento” militar a Ucrania, y el Congreso autorizó a Obama a brindar asistencia letal a Kiev por la invasión rusa, que ni se molesta en probar.

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En este contexto, el hecho de que CNN haya denominado a las fuerzas armadas ucranianas como “tropas pro Estados Unidos”, más que un error parece una decisión editorial calculada, del mismo modo en que se silencian todas las referencias al avance de la OTAN sobre la frontera rusa, y que por tal motivo gestaron el golpe de Estado en Ucrania, para poner un gobierno títere que responda a esa estrategia.

Dos días antes de que la Conferencia de Munich tuviera lugar, la OTAN anunció que doblará su bloque de respuesta a 30.000 efectivos, y la apertura de Centros de Comando en Bulgaria, Polonia, Latvia, Lituania, Rumania y Estonia (este último entrará en operaciones esta misma semana).

Estos anuncios se realizaron en la cumbre de la OTAN en Bruselas, el jueves 5 de febrero, 48 horas antes de la Conferencia de Munich. Allí también se supo que Eslovaquia se sumará a estos países, según anunció su ministro de Defensa, Martin Glvac; y el Reino Unido anunció que aportará otros mil efectivos y cuatro cazas Typhoon al despliegue del bloque militar en Europa Oriental.

Estos movimientos no hicieron más que aumentar las alarmas en Moscú, que propuso a la OSCE (Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa) la creación de una zona desmilitarizada y el despliegue de fuerzas de paz, para avanzar en una solución del conflicto. Oficialmente, el número de civiles muertos en Este de Ucrania es de 5.000, pero la inteligencia alemana ubica la cifra en 50.000.

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