El comportamiento de la élite nacionalista catalana conduce al partido único

Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat, en una de sus intervenciones en el Parlamento de Cataluña. / Facebook Carles Puigdemont
Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat, en una de sus intervenciones en el Parlamento de Cataluña. / Facebook Carles Puigdemont

Lo que sucede en Cataluña es una disputa civil entre catalanes: la élite que se auto-funda y los ciudadanos representados en la diversidad de los restantes partidos en la oposición.

El comportamiento de la élite nacionalista catalana conduce al partido único

El referéndum ilegal está financiado con los recursos del Estado y su fiscalización estará en manos de la élite nacionalista. Nos enfrentamos a un conflicto entre los catalanes enmascarado bajo el conflicto de Cataluña y España, pero subyace la lucha entre una élite nacionalista y los ciudadanos agrupados en diferentes partidos. Ellos hablan en nombre de Cataluña, nosotros en nombre de nuestras vidas e intereses.

La ley propia –El Estatut– es convertido en papel basura, le sustituirá una Ley de Transitoriedad que no ha sido debatida ni nadie conoce y que votarán solo el 45% de los representantes de la ciudadanía. Ello supone un ataque tan violento de parte de esta élite, que desaparecen el sistema de legalidades y contrapesos establecidos por sucesivas reformas aprobadas por mayoría desde 1978 e incluye a las establecidas por la Unión Europea.

El último acto está referido a la Policía –los Mossos– quienes han sido sometidos al poder político con una clara desfachatez: “No pensarían que vamos a nombrar un Jefe de los del PP o de Ciudadanos” (1). Se rompe la línea de jerarquía de la Policía con los jueces.

Y si ¿hablamos de legitimidad? La élite impone los cambios auto-fundando el poder. No existe más Ley que la surgida de sus expectativas y necesidades políticas. Su sanción es el referéndum. Luego expulsa a aquellos que no acepten esa nueva legalidad. Algunos la titulan al estilo cinematográfico, pero no es un choque de trenes, que nadie se engañe. Es una disputa civil entre catalanes: la élite que se auto-funda y los ciudadanos representados en la diversidad de los restantes partidos en la oposición. ¿Cómo se resolverá? ¿La élite fundará su poder sobre la desaparición de la oposición o asistiremos a un imprevisto que nos presenta la historia?

“Al comienzo, vamos a votar por el partido populista, pero los conservadores no podían gobernar el país; eran demasiado débiles. En esta lucha implacable por el pan y el poder, teníamos necesidad de ser guiados por una mano vigorosa y firme”. Krupp, en el proceso de Nuremberg, 1949.

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(1) Turull, portavoz de la Generalitat en declaraciones el18/07/ 2017.

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