¿Es compatible el papel de un periódico en una democracia con la guerra entre El País y Sánchez?

Pedro Sánchez y Jordi Évole.
Pedro Sánchez y Jordi Évole, en La Sexta. / Mundiario

Pedro Sánchez se equivocó al usar con Telefónica las mismas armas de las que se sentía víctima. Las propias disculpas del director de El País prueban que el diario de Prisa no se atuvo al papel de un periódico en una democracia.

¿Es compatible el papel de un periódico en una democracia con la guerra entre El País y Sánchez?

El ex secretario general del PSOE Pedro Sánchez ha acusado al diario El País de presionarle para que no formara Gobierno con Podemos y los independentistas y de ser correa de transmisión de los intereses de los poderes económicos. Lo hizo en el contexto de unas declaraciones en las que en realidad acusó al poder económico español de presionarle para sostener a Mariano Rajoy, del PP, como presidente del Gobierno. "Me reuní con los responsables de El País y me dijeron que o RajoyEl País no iba a ayudar para que hubiera un gobierno progresista", reveló Pedro Sánchez en La Sexta, como ya informó MUNDIARIO el domingo 30 de octubre.

"Confundir el derecho de los medios de comunicación a tener una línea editorial y expresarla libremente con el ejercicio de una presión inmoral e ilegítima sobre los partidos políticos solo puede deberse a la ignorancia acerca del papel de los medios de comunicación en una democracia o, peor aún, a una mala fe deliberada al servicio de intereses y estrategias puramente personales", replica el diario de Prisa en un editorial, tres días después de la denuncia de Pedro Sánchez.

A juicio de MUNDIARIO hay puntos débiles en las posiciones de Pedro Sánchez y de El País

De las versiones de ambas partes hay un nexo común: en público y en privado, El País estaba en contra de un Gobierno alternativo al de Mariano Rajoy, del PP. También hay discrepancias de fondo: Pedro Sánchez se siente víctima de una presión para apoyar a Rajoy, siendo éste del PP y él del PSOE –algo hasta ahora inédito en la democracia española–, y El País argumenta que Pedro Sánchez demuestra ignorar el papel de un periódico en una democracia. A juicio de MUNDIARIO hay puntos débiles en ambas posiciones.

Pedro Sánchez se equivocó al usar las mismas armas de las que se sentía víctima, al pedirle a Telefónica, accionista de Prisa, que mediase ante El País, versión sostenida por El Mundo que El País da por buena. Hubiera sido más correcto que denunciase todo en público; máxime cuando terminó haciéndolo, a destiempo.

También hay al menos un punto débil en la argumentación de El País: el papel de un periódico en una democracia no es exactamente dar instrucciones en privado al líder de un partido político, ni menos aún insultarlo después en un editorial, por el que ya pidió disculpas. De hecho, según InfoLibre, el director de El País ya reconoció que pudo ser "presa de la efervescencia" en sus ataques a Pedro Sánchez. El diario de Prisa no sólo consideró "imprescindible” la salida de Pedro Sánchez de la dirección socialista sino que le llamó “populista” e “insensato sin escrúpulos” y le acusó de actuar con “cobardía”, “en la mejor tradición sectaria” y de acuerdo a una “hoja de ruta insensata”. También dijo que Pedro Sánchez había “mentido sin escrúpulo” (sic). Ni en el fondo ni en la forma parece que sea ése el papel de un periódico en una democracia, si bien las disculpas atenúan su desvarío. @J_L_Gomez

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