El nacionalismo catalán viajó de drama a esperpento y ¿acabará en tragedia?

Manifestación independentista en Cataluña. / RRSS
Manifestación independentista en Cataluña. / RRSS

Si populismo es prometer lo que la gente quiere oír a sabiendas de que no se podrá cumplir en el país y contexto donde se vive, el secesionismo es populista

El nacionalismo catalán viajó de drama a esperpento y ¿acabará en tragedia?

El populismo puede ser tan de derechas como Trump, con las promesas de las que va reculando, de izquierdas como Tsipras, que ya reculó hace tiempo, o como el Movimiento Cinco Estrellas Italiano que reculará pronto. Con la definición dada el líder del populismo sería Quim Torra que sigue viajando a Berlín para importar nuevas promesas del ingenioso Puidemont, promesas que endulzan paladares secos y oídos sordos que conducen a mentes que han sido previamente aleccionadas.

Lo singular es que el problema de España solo lo tiene España porque su denostada Constitución es la más democrática y abierta del mundo

Solo así se consigue que el 25% de los vascos crean que ETA fue un movimiento de liberación o que el 47% de los votantes catalanes crean que se abrirán los cielos y caerá sobre ellos un maná de 16.000 millones de euros en sus arcas, que la UE les pondrá alfombra roja al final de la cuál recibirán un fuerte abrazo de bienvenida, y que por fín habrá terminado la "guerra de secesión" de 1713. No importa que ninguna de esas cosas, ni el 90% de otras que prometen los independentistas catalanes, sea realidad, tampoco pueden ser realidad al mismo tiempo las creencias de un hindú, un musulmán o un católico, pero las creen porque alguien las ha introducido en su mente y son muchos los que acaban creyendo a sus líderes en base a sus razones. También fueron muchos, casi medio mundo, los que creyeron que Stalin era el encargado de implantar la justicia en el mundo y resultó no ser cierto.

Es el poder del adoctrinamiento que existe en todas la culturas en que se educa al ser humano, pero algunas enseñanzas no son nocivas para nadie y otras si lo son. Algunas no son culturales ni científicas pero son mentiras que muchos se creen,. Lo malo es que aquel que cree sus propias mentiras no es mentiroso, es un psicótico, un enfermo que puede llegar a ser peligroso, el riesgo que conlleva el adoctrinamiento, sea intencionado o inconsciente.

Dicen que una mentira repetida mil veces se convierte en realidad. Yo no lo creo porque los independentistas catalanes han superado ampliamente esa cifra

Lo singular es que el problema de España solo lo tiene España porque su denostada Constitución es la más democrática y abierta del mundo pese a los ataques que recibe de todas las manifestaciones del populismo. Ni siquiera a un Estado Federal como Alemania se le ocurriría transferir las competencias en educación ni legalizar partidos políticos como Bildu o la CUP y ahora PdCAT o ERC porque el mundo entero lp prohibe en sus constituciones. España no so,o ha transferido las competencias en educación sino que ha rechazado tener una Inspección fuerte y dotada, algo que rechazaron el PP y el PSOE con su 155 light.

Dicen que una mentira repetida mil veces se convierte en realidad. Yo no lo creo porque los independentistas catalanes han superado ampliamente esa cifra y aun siendo un número muy grande aquellos donde caló el odio y el supremacismo, siguen siendo una minoría de votantes quienes les dan su apoyo. En lo que si creo es que de sabios es rectificar ¿Será Sánchez ese sabio? Me temo que no ya que llegó al poder con mentiras al estilo de las promesas populistas de las que está reculando ya. Confío mucho más en el pueblo soberano cuando le dejen votar, que inevitablemente será antes de lo que él quisiera. @mundiario

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