Las coincidencias del PP y PSOE, en el caso catalán, fortalecen España

Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba / Telecinco.
Mariano Rajoy y Pérez Rubalcaba / Telecinco.

Los españoles no comprenden que hechos delictivos que se despenalizan judicialmente puedan sancionarse administrativamente.Temen nuevamente a las arbitrariedades.

Las coincidencias del PP y PSOE, en el caso catalán, fortalecen España

La celebración del funeral de entierro de los restos mortales de Mandela, en la tierra que le vio nacer, no eclipsa en absoluto su obra, sino que la ensalza. Su vida seguirá siendo ejemplo a seguir. Simplemente ayer ha dado el relevo como noticia, sin dejar de ser actualidad, a otros temas, como, entre otros, el pacto entre conservadores y socialdemócratas para gobernar Alemania y ¿Europa? De ambas cosas se seguirá hablando y escribiendo abundantemente, porque las dos son similares porque nacen de un pacto entre importantes sectores de la población y sus representantes aunque en distintos territorios (África y Europa) en los que es preciso y urgente asentar definitivamente la esperanza de alcanzar un mundo mejor. Sería lamentable que lo logrado por Mandela fuera difuminándose y la esperanza pedagógica puesta en dicho pacto, se quedara solo en deseo y no eliminara las profundas diferencias sociales que algunas medidas actuales agrandan.

Está claro, sin embargo, que, al margen de la importancia que puedan encerrar los temas internacionales de los últimos días, para los españoles, ninguno de ellos ha superado a la generada por el  pacto catalán por su independencia; ni al de la aprobación por parte del Consejo  de Ministros, del proyecto de Ley de Seguridad Ciudadana. En cuanto al primero, después de escuchar cuanto se ha dicho, en pro y en contra, sobre el mismo,( el Presidente del Gobierno, Rajoy, arropado en todo momento y lugar, por todos los suyos, aseguró que el referéndum no se celebrará porque no “va a trabajar para aumentar las diferencias, sino lo que nos une tras siglos”)  posiblemente las palabras de Rubalcaba sean las que más centren el asunto:” hay que decirles a estos nuevos separatistas, o no tan nuevos, que su proyecto fractura, divide, tensa y enfrenta. Tenemos que decirles al presidente Mas y a los firmantes de esta propuesta de derecho a la autodeterminación, que es lo que es, que es una triple fractura: es una fractura dentro del pueblo catalán, es una fractura de Cataluña con el resto de España, y es una fractura de Cataluña con Europa”. “No estamos ni estaremos nunca con el derecho a la autodeterminación” termina el líder socialista para afirmar, quizá con la misma contundencia, que “los socialistas tienen un proyecto de futuro para España, cambiando la Constitución” y que si propaga el cambio de la misma es para “afianzarla”.

Sorprende, no obstante, que Rajoy, o alguno de los suyos, no se hayan referido al futuro de España si los separatistas catalanes siguen adelante en su alocada carrera. Sería interesante que lo hicieran, porque una nueva coincidencia en proyectos, entre populares y socialistas, reforzaría la confianza de inversores, empresarios, trabajadores y sociedad en general. A veces, nadar y guardar la ropa, no es lo aconsejable, porque los observadores también quieren saber si el protagonista nada desnudo, con un simple bañador o fuertemente abrigado con neopreno. De hecho, aunque ayer fuera día festivo, no faltaron los portavoces de las tan denostadas agencias de clasificación, que anunciaran que por el actual camino, tanto Cataluña como España, se estaban aproximando al bono basura. Y esto, en este momento, es lo que menos conviene a España y Cataluña como parte importante de la misma.

Si este asunto es primordial, la aprobación del proyecto de ley sobre Seguridad Ciudadana, por el Consejo de Ministros, tampoco se queda corto en el ranking de preocupaciones de los españoles. Y no es porque no  deseen mayor seguridad, aun sabiendo que España es uno de los países más seguros del occidente, sino porque no es comprensible que se despenalicen judicialmente determinados hechos y se sancionen administrativamente “aún cuando no sean constitutivos de delito”. Da la impresión de que el Gobierno de España quiere meter a ésta en cintura por el camino de la arbitrariedad. Y eso, a estas alturas, no queda bien, aunque el presidente de la Xunta recomiende tomar menos medicamentos y más miel.

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