Un CIS que en Galicia no se cree nadie

Alberto Núñez Feijóo y Gonzalo Caballero. / RR SS
Alberto Núñez Feijóo y Gonzalo Caballero. / RR SS

Lo que indican todas las encuestas más o menos serias que manejan los partidos gallegos es que, de convocarse ahora elecciones generales, e incluso autonómicas, los socialistas ganarían posiciones

Un CIS que en Galicia no se cree nadie

No es Feijoo el único incrédulo. Eso que dice el CIS de octubre de que el PSOE ha pasado a ser la primera fuerza política en Galicia no se lo cree nadie. Ni siquiera Gonzalo Caballero, que ha puesto en valor los datos ateniéndose al guión, pero sin atismo de triunfalismo y con las cautelas propias de un político serio y riguroso, que no tiene un pelo de ingenuo. En la sede socialista de la compostelana Rúa do Pino asumen que se trata de una encuesta de ámbito estatal, cuyos resultados a nivel autonómico no son fiables por lo exiguo de la muestra regional (menos de doscientas entrevistas). Pero, por lo que indica como tendencia, sin duda les insufla moral. Y les viene al pelo en un momento en que el siempre tan cainita socialismo gallego trata de reconstruirse con un nuevo e incuestionado liderazgo y una mayor cohesión interna. 

Lo que indican todas las encuestas más o menos serias que manejan los partidos gallegos es que, de convocarse ahora elecciones generales, e incluso autonómicas, los socialistas ganarían posiciones al verse beneficiados por la presencia de Pedro Sánchez en La Moncloa. Sin embargo, no se conoce ningún sondeo ni proyección de voto que apunte a la posibilidad de que el PP gallego pierda la hegemonía de que goza desde hace treinta y tantos años. Es más, tampoco hay estudios demoscópicos fiables que le atribuyan a Ciudadanos la posibilidad de poner en riesgo una victoria clara de los populares. En eso también, "Galicia is different". Aquí los de Albert Rivera van ganando terreno, pero muy discretamente y no sólo, ni sobre todo, a costa del PP de Feijoo.

Históricamente al Pesedegá siempre le ha ido bien con un socialista en la Presidencia del Gobierno, ya fuera Felipe González o Rodríguez Zapatero. Se supone que sucederá lo mismo con Sánchez, aunque hay un factor diferencial y es que el actual presidente socialista, aunque gobierna, parte de los peores resultados que su formación haya tenido a lo largo de su historia. Desde el punto de vista de las expectativas razonables, los mandamases del Pesedegá se conformarían con obtener un porcentaje de votos similar al del conjunto de España y con consolidar sus actuales seis diputados. Sumar algún escaño más constituiría un éxito rotundo, teniendo en cuenta que todo apunta a que si hay un enclave en el que el PP no se va a desplomar es en Galicia.

El CIS de octubre otorga a En Marea un mínimo histórico desde que entró en el barómetro, en abril de 2016: un 0,6 por ciento en estimación de voto, casi la mitad de lo que registraba un mes antes. Los "mareantes" no se creen la posibilidad de quedarse con una representación mínima en el Congreso, donde ahora cuenta con cinco asientos. Por el contrario, confían en rentabilizar electoralmente el relevante papel que, a su entender, están asumiendo, como el resto de las confluencias vinculadas a Podemos, en apoyo del precario gobierno Sánchez. De esa expectativa menguante de la marea gallega es de la que esperan sacar provecho los socialistas gallegos, mucho más que de una inverosímil derrota del PP en el único feudo donde aún goza de mayoría absoluta y donde ha demostrado, en las más adversas circunstancias, una rocosa capacidad de resistencia. @mundiario

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