China critica el derribo del supuesto globo espía por parte de Estados Unidos

Cuando el secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, se preparaba para viajar a China para restablecer la relación geopolítica más importante del mundo, sucedió que el Pentágono confirmó la presencia de un globo extraño sobrevolando primero el espacio aéreo de Canadá y luego sobrevolando el de EE UU. La inteligencia estadounidense no tardó mucho en confirmar el origen: venía desde China.
Pekín no tardó mucho en confirmar que efectivamente el aparato era de origen chino, sin embargo, aclararon que no era un aparato espía sino “un dirigible no tripulado con fines meteorológicos”. Finalmente, durante el sábado EE UU decidió derribarlo sin llegar a confiarse de las afirmaciones de su homólogo, algo que ha molestado visiblemente al gigante asiático.
A través de un comunicado, el Ministerio de Defensa chino se ha posicionado en contra del “uso de la fuerza ejercida por Washington” y expresaron que se reservan la autoridad de responder si lo considera necesario. Los medios oficiales de China tampoco han tardado mucho en empezar a criticar las acciones estadounidenses: el China Daily, propiedad del Departamento de Propaganda del Partido Comunista, critica en su editorial la “paranoia” de EE UU y no dudan que pronto convertirán el incidente en un “taquillazo de Hollywood”.
La agencia estatal de noticias Xinhua recoge las declaraciones del portavoz del Ministerio de Defensa Tan Kefei que califica de “claramente exagerada” la reacción de EE UU de “atacar” sus “aeronaves civiles no tripuladas”.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores emitió un comunicado en el que aseguraban que habían comunicado a Washington que el dirigible había entrado en el espacio aéreo estadounidense “de forma no intencionada y por causas de fuerza mayor”. “China pidió claramente a la parte estadounidense que gestionara el asunto adecuadamente, con calma, profesionalidad y moderación”, establece el texto.
“Estados Unidos no permitió que este ‘globo perdido’ simplemente se fuera volando, sino que utilizó los avanzados aviones de combate F-22 para derribarlo con misiles, con el fin de avivar el discurso de que Estados Unidos ha ganado”, criticó Hu Xijin, el exdirector del diario nacionalista Global Times.
Las relaciones de EE UU y China se ven nuevamente tensionadas, en especial, tras la visita que protagonizó el pasado agosto la entonces presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, la demócrata Nancy Pelosi, a Taiwán. La parada de la política enfureció a Pekín debido a que el territorio es considerado por China como suyo, mientras que EE UU lo ve como una isla en disputa.
Pekín intentó evitar la polémica lanzando una disculpa el pasado viernes asegurando que nunca ha “violado el territorio o el espacio aéreo de ningún país soberano”. Sin embargo, EE UU se reservó la preocupación de considerar si el aparato cumplía realmente funciones de espionaje y vigilancia. Este desencuentro hizo que la Casa Blanca suspendiera de forma inmediata el viaje que tenía previsto Antony Blinken a China para este domingo, también el primero que iba a realizar un funcionario estadounidense en funciones desde 2018. @mundiario