China advierte a EE UU de que irá a la guerra si Taiwán declara su independencia

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, junto a su homólogo de China, Xi Jinping, cuando el primero era vicepresidente del Gobierno de Obama. / NBC
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, junto a su homólogo de China, Xi Jinping, cuando el primero era vicepresidente del Gobierno de Obama. / NBC
Pekín avisa de que la isla es “sagrada” e “inseparable” del territorio chino y que Washington no debería “usar Taiwán para contener a China”. 
China advierte a EE UU de que irá a la guerra si Taiwán declara su independencia

China lanza una advertencia a Estados Unidos: Pekín irá a la guerra “cueste lo que cueste” para salvaguardar su seguridad nacional y su integridad territorial. El ministro chino de Defensa, Wei Fenghe, ha dejado claro al jefe del Pentágono, Lloyd Austin, que Taiwán es territorio de China y que el gigante asiático "machacará con determinación" cualquier intento de independencia.

La amenaza ha llegado personalmente, durante una reunión celebrada entre los titulares de Defensa de ambos países en Singapur, al margen del llamado Diálogo de Shangri-la, un foro que reúne a ministros, altos cargos militares, expertos en seguridad y diplomáticos de distintas naciones hasta el domingo. 

“Si alguien se atreve a separar a Taiwán de China, el ejército chino no dudará en iniciar una guerra, cueste lo que cueste”, manifestó Fenghe a su homólogo estadounidense, según ha explicado el portavoz del Ministerio de Defensa chino, Wu Qian. En el encuentro, calificado por los representantes chinos como “franco, positivo y constructivo”, Wei reiteró que la isla es “sagrada” e “inseparable” del territorio chino y que Washington no debería “usar Taiwán para contener a China”.

Actividad "desestabilizadora" 

Austin, por su parte, “reafirmó la importancia de la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán”, que separa la isla del continente, expresó el rechazo de EE UU a los “cambios unilaterales del statu quo” e instó a Pekín a “abstenerse de nuevas acciones desestabilizadoras hacia Taiwán”, según ha informado el Pentágono.

El secretario de Defensa estadounidense además ha denunciado la actividad militar "provocadora y desestabilizadora" de China cerca de Taiwán. "Vemos una creciente coacción de Pekín. Hemos sido testigos de un incremento progresivo de actividad militar provocadora y desestabilizadora cerca de Taiwán", insistió Austin en su turno durante el Diálogo de Shangri-la. "Eso incluye aviones volando cerca de Taiwán en cifras récord en los meses recientes y casi a un ritmo diario".

Taiwán, entre China y EE UU

El estatuto de Taiwán es uno de los asuntos más espinosos en la relación entre las dos principales potencias del mundo: China reclama su soberanía sobre la isla autogobernada de 24 millones de habitantes y ha proclamado perseguir su reunificación acudiendo a la fuerza si es necesario. EE UU, uno de los principales proveedores de armamento de la nación insular, ha reafirmado durante años su compromiso de "proteger a los taiwaneses" si son atacados por Pekín.

Las tensiones han escalado en los últimos meses a raíz de las declaraciones del presidente estadounidense, Joe Biden, que enfureció a Pekín al afirmar, en una visita a Japón enmarcada en el primer viaje a Asia del mandatario, que Estados Unidos intervendría “militarmente” si China invade Taiwán.

“Estamos de acuerdo con la política de Una Sola China. La firmamos y todos los acuerdos correspondientes se hicieron a partir de ahí, pero la idea de que [Taiwán] se puede tomar por la fuerza es simplemente no apropiada", subrayó el mandatario ante los periodistas en una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro japonés, Fumio Kishida, en Tokio.   

El gigante asiático respondió advirtiendo a Washington de que estaba “jugando con fuego”, al tiempo que exigía que se mantuviese al margen de la autonomía taiwanesa. “Los últimos movimientos estadounidenses sobre Taiwán van en contra del principio de una China e incrementan la tensión en el estrecho de Taiwán. Esto no es distinto a jugar con fuego y es algo muy peligroso”, aseveró entonces Zhu Fenglian, portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado, el departamento del Partido Comunista chino que se encarga de diseñar las directrices para la isla.

 

El secretario de Estado de EE UU, Antony Bliken, intentó reconducir el choque días después, al presentar los puntos clave de la estrategia que marcará durante la próxima década la relación entre Washington y Pekín, a su juicio, una de las ‘más complejas del mundo actual’.

“Estamos dispuestos a aumentar nuestra comunicación directa con Pekín en una amplia gama de temas. Esperamos que eso pueda suceder. Esta década será decisiva. Las acciones que tomemos en casa y con países de todo el mundo determinarán si nuestra visión compartida del futuro se hará realidad”, destacó el jefe de la diplomacia estadounidense. “Incluso cuando estemos compitiendo fieramente, trabajaremos junto a Pekín donde nuestros intereses se superpongan. No podemos permitir que los desacuerdos que nos dividen nos impidan avanzar en las prioridades que nos exigen trabajar juntos, por el bien de nuestra población y del mundo”.

Taiwán, por su parte, ha defendido que prefiere la paz, pero que no se doblegará ante la amenaza de China. “Deseamos una distensión en las relaciones, y no actuaremos de manera temeraria, pero que nadie crea que el pueblo taiwanés se doblegará ante la presión”, advirtió en octubre la presidenta Tsai Ing-wen. “Continuaremos reforzando nuestra defensa nacional y demostrando nuestra determinación a defendernos para garantizar que nadie puede obligar a Taiwán a seguir el camino que China nos ha trazado”, reiteró la líder taiwanesa, antes de subrayar que el futuro de la isla “se decidirá de acuerdo con la voluntad del pueblo taiwanés”. @mundiario

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