Cataluña podría celebrar nuevas elecciones tras el juicio a Quim Torra

Quim Torra ante el Parlament. / Mundiario
Quim Torra compareciendo ante el Parlament. / Twitter
El proceso del actual presidente de la Generalitat marcará el devenir de la política catalana con el independentismo más dividido que nunca.
Cataluña podría celebrar nuevas elecciones tras el juicio a Quim Torra

Cataluña podría celebrar elecciones anticipadas a raíz del juicio por desobediencia que enfrenta Quim Torra en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). Las probabilidades de que Torra salga sentenciado del proceso son muy altas, por lo que el Parlament podría ser disuelto y las nuevas elecciones serían entonces ya inevitables. El independentismo vive sus peores momentos en la historia y este anticipo podría traerle graves consecuencias.

El juicio contra el jefe del Ejecutivo catalán quedará visto para sentencia este mismo lunes. El fiscal solicita hasta 20 meses de inhabilitacion para Torra, con lo que no podría ejercer ningún cargo público a raíz de un delito de desobediencia y también deberá pagar hasta 30.000 euros de multa por negarse a retirar una pancarta a favor de los políticos presos que colgó en la Generalitat. Con tono desafiante, Torra reconoció durante la instrucción del caso el delito de desobediencia del que es acusado por ignorar las advertencias que le llegaron desde la Junta Electoral Central (JCE) de retirar aquella pancarta por coincidir con el período electoral de los comicios municipales y europeos. A la larga, los fiscales terminaron querellándose en su contra. Torra explicó este domingo en Girona que irá al juicio para "acusar al Estado de vulnerar" sus derechos.

En todo caso, la sentencia podrá ser recurrida ante el Tribunal Supremo. En cuanto el alto tribunal de su fallo, ya no abrá ninguna instancia y entonces Torra tendrá que dejar su puesto. La Cámara autonómica deberá elegir a un heredero, una tarea harto complicada puesto que su partido (Junts per Catalunya) y Esquerra Republicana, sus socios gubernamentales, suman apenas 66 de los 135 escaños disponibles, insuficientes para una votación por mayoría absoluta y simple.

Los cuatro legisladores que tiene la CUP serán decisivos para el éxito de esta empresa, pero ya han dicho que entre sus planes queda mejor anticipar los nuevos comicios y que no están por la labor de apoyar a ningún candidato a presidente, siguiendo la corriente por la que navegan Ciutadans, PSC, Catalunya en Comú Podem y el PP.

Una vez Torra haya sido inhabilitado, la cámara sería disuelta a los dos meses de la primera votación de investidura. Pere Aragonès, vicepresidente, tomaría las riendas en funciones y las elecciones se celebrarían entre 40 y 60 días después de que sean convocadas.

Los líderes independentistas se muestran confiados en que el recurso ante el Supremo se resolverá rápidamente a más tardar en febrero y que no será necesario esperar el año y nueve meses que demoró en llegar la condena a Artur Mas por la consulta del 9-N que emitió el TSJC y la posterior confirmación del Supremo. Como sea, en promedio este tipo de piezas se solucionan en un año.

Cual fuera el plazo, durante ese tiempo deberán despejarse otras interrogantes en torno a la política en Cataluña y el devenir del huido Carles Puigdemont. Para el 16 de diciembre se celebrará en un tribunal de primera instancia de Bruselas, Bélgica, la vista para resolver su orden de extradición a España, que pesa por el delito de sedición del que le acusa el Tribunal Supremo. Para entonces se espera que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ya haya dado su veredicto sobre si Oriol Junqueras, quien recibió una condena de 13 años por sedición y malversación a raíz del referéndum independentista del 1 de octubre, cuenta o no con la inmunidad de la Eurocámara y si tuvo que haber asumido como diputado en Estrasburgo tras haber sido electo el pasado 26 de mayo.

El caso de Puigdemont

El abogado en jefe del tribunal europeo ya ha dicho estar a favor de la inmunidad y queda pendiente de ver si esta decisión no terminará trayendo consecuencias para Puigdemont, quien también fue votado como eurodiputado. El fugado exdirigente catalán podría entonces hacer las maletas para volver a España y postularse otra vez para encabezar el Govern, aunque es un arma de dos filos pues debería renunciar a su acta de eurodiputado, perdiendo así su inmunidad y siendo detenido ya sin obstáculos por el Estado. @mundiario


 

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