Castillo apela a la moderación frente al populismo de Fujimori

Keiko Fujimori y Pedro Castillo en un debate electoral. / RR SS.
Keiko Fujimori y Pedro Castillo debatieron este domingo.
El maestro izquierdista abandona su discurso antisistema en el último debate presidencial en Perú. Su rival conservadora apuesta por medidas clientelistas para captar a los indecisos. 
Castillo apela a la moderación frente al populismo de Fujimori

El debate presidencial en Perú no colmó las expectativas generadas. El maestro izquierdista Pedro Castillo y la conservadora Keiko Fujimori se vieron las caras por última vez a una semana de la segunda vuelta de la elección presidencial. En el cruce, ambos candidatos mostraron perfiles distintos para captar el voto de los indecisos. Castillo abandonó su discurso antisistema para mostrarse más moderado. Mientras Fujimori anunció una serie de medidas clientelistas. 

"Mentira es lo que dicen que vamos a cerrar tu bodega o que te vamos a quitar el pan", dijo Castillo en su primera intervención en el debate. El izquierdista buscaba desterrar algunas noticias falsas que se dieron días atrás en las redes sociales.  Por su parte, Fujimori acusó a Castillo de ser el responsable de agresiones a sus simpatizantes en las horas previas al debate. En el bloque de salud se comenzó a evidenciar lo que sería la performance de los dos aspirantes presidenciales. 

Castillo anunció que la vacunación contra la Covid-19 terminará el 31 de diciembre. Además, construirá más hospitales y dotará de camas en las unidades de cuidados intensivos frente a una eventual tercera ola de la enfermedad. "La salud no será un privilegio", ha dicho el sindicalista. En tanto, Fujimori comenzó con su predica populista: 100 plantas de oxigeno y un bono de 10 000 soles (US$ 2602) a las personas que hayan perdido a un familiar en la pandemia. 

En el bloque económico también hubo un panorama similar. Castillo negó que vaya confiscar los ahorros de los contribuyentes del Sistema Nacional de Pensiones tal como la prensa local y sus opositores manifestaron en los últimos días. "Nosotros no vamos a quitarle sus ahorros a la gente que trabaja", ha manifestado. El izquierdista se ratificó en que imitará el modelo de la economía popular de mercado que los exmandatarios Rafael Correa y Evo Morales impulsaron en Ecuador y Bolivia, respectivamente. 

Por su parte, Fujimori continúo con su danza de ideas clientelistas. Señaló que iba a condonar las deudas de los transportistas, creará un ministerio para los pescadores, otorgará las facilidades para que los emprendedores no paguen impuestos durante cinco años, elevará el salario a los maestros, destinará más presupuesto a los programas sociales y construirá tres mil colegios hacía el 2026.

El momento más tenso de la noche se dio cuando Castillo y Fujimori abordaron el tema de la corrupción. El aspirante izquierdista le recordó a su oponente conservadora la gestión de su padre, el expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), quien cumple una sentencia de 25 años por delitos de lesa humanidad. “¿No les suena a ustedes que hablar de corrupción es sinónimo del fujimorismo? ¿No les suena a ustedes que para hablar de la corrupción tienes que tener una pizca de moral?", ha dicho Castillo. 

Pero Fujimori respondió el gancho de su contrincante. La lideresa de Fuerza Popular hizo mención al neurocirujano Vladimir Cerrón, líder de Perú Libre, formación que postula a Castillo a la presidencia, que tiene una sentencia por corrupción debido a malos manejos durante su gestión en una región del centro peruano. Sin embargo, Castillo contraatacó a Fujimori al señalarle la investigación por lavado de activos que enfrenta. La fiscalía ha pedido para la conservadora 30 años de prisión por recibir aportes ilegales para sus campañas presidenciales de 2011 y 2016. 

“Esta noche estamos al frente del Perú dos líderes: uno del magisterio y otra, jefa de una red criminal, elegida por Odebrecht, la propia Confiep, su prensa, por Jorge Barata, Dionisio Romero, y los que lo siguen", dijo Castillo para diferenciarse de Fujimori, quien optó por atacar a su rival alentando el discurso de que él representa el comunismo, como ocurre en Venezuela o Cuba, y el regreso del terrorismo. Castillo respondió con otro hecho que golpea al fujimorismo: las esterilizaciones forzadas a más de 3000 mujeres realizadas durante los noventa. 

En líneas generales, Castillo no arriesgó y evitó responder la agresividad de Fujimori, quien también trató de alentar una imagen de arrepentimiento por su actuación política de los últimos cinco años en Perú. Esto, en clara referencia a que nunca dejó gobernar a los expresidentes Pedro Pablo Kucyznski y Martín Vizcarra desde el Parlamento.

Según las últimas encuestas publicadas por la empresa Ipsos y el Instituto de Estudios Peruanos (IEP), Castillo tiene una ventaja de dos puntos sobre Fujimori. Habrá que ver si lo ocurrido este domingo sirve para que los indecisos opten por alguno de ellos para ser el próximo presidente de Perú. @mundiario

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