Carolina Bescansa y Nacho Álvarez abandonan la dirección de Podemos

Carolina Bescansa, diputada y fundadora de Podemos.
Carolina Bescansa.

Pablo Iglesias e Íñigo Errejón se disputarán el control de Podemos tras no acordar una lista única para Vistalegre 2. Iglesias encabezará su lista a la dirección para garantizarse que no se queda fuera de la misma si dimite como secretario general.

Carolina Bescansa y Nacho Álvarez abandonan la dirección de Podemos

A las puertas de la celebración de su Asamblea Ciudadana, Podemos ha perdido a una de sus más célebres e importantes integrantes. Se trata de la cofundadora del partido, Carolina Bescansa, quien en horas de la noche de este miércoles avisó de su renuncia a la lista presentada por Pablo Iglesias para la ejecutiva de los morados. Bescansa tampoco ocupará ninguna otra candidatura, por lo que ha abandonado de forma definitiva el alto mando de Podemos, sin renunciar ni a su escaño en el Congreso ni al partido.

La guerra civil desatada en Podemos desde el año pasado, y agravada por los distintos proyectos de cara a Vistalegre 2, ha llevado a una de sus caras más importantes a abandonar su cargo en la cúpula. Este movimiento confirma el distanciamiento entre la misma Bescansa e Iglesias, del que se expandían rumores desde hacía días. Su renuncia se hizo pública por medio de una carta que ella misma firmó secundada por Nacho Álvarez, secretario de Economía y quien también renuncia a su despacho, y dirigida a la militancia.

En las últimas semanas, la exsecretaria de Análisis Político y Programa intentó interceder entre Iglesias e íñigo Errejón, enfrentados abiertamente y reticentes en ceder en sus aspiraciones al proyecto que debía dictar el futuro del partido. Bescansa fue siempre muy crítica con el debate interno en Podemos, algo que no le hizo ninguna gracia al secretario general, a quien se había mantenido leal en todos los procesos internos, por lo que su entorno menospreció públicamente sus intentos por ser la abanderada de la paz. Iglesias intentó convencerla de que se uniera a su lista, pero ella la declinó tajantemente.

El documento en el que Bescansa y Álvarez presentaron su renuncia asegura que "Podemos ha llegado al dintel de esta Asamblea atrapado en un eje de confrontación entre dos compañeros. Este eje ha dificultado el desarrollo de los debates que alumbraron e hicieron florecer a nuestra organización, los debates sobre los derechos, el trabajo, la dignidad, la soberanía y la democracia. Pensamos que son los equipos más fuertes los que están actuando de espaldas a la voluntad de diálogo y acuerdo, voluntad que es compartida por la gran mayoría de las personas inscritas en Podemos. Por eso no podemos integrarnos en ninguna de las listas que competirán por la dirección política de la organización",

Esta partida llega como confirmación al rompimiento de filas en la directiva del partido. Iglesias y Errejón están dispuestos a llevar su confrontación hasta el congreso, en el que será la militancia la que decida qué proyecto dirigirá a la agrupación. Ninguno de los dos ha conseguido convencer al otro sobre un gran pacto para Vistalegre 2. Pese a que Errejón no se ha postulado explícitamente para la secretaría general, el confrontamiento podría hacer rodar la cabeza del actual líder, pues Iglesias ha dicho que, si su lista pierde el comicio interno, renunciará a su cargo. El secretario político ha ofrecido lo mismo.

La propuesta de Iglesias fue tomada por el bando contrario como una especie de chantaje emocional a los inscritos. Errejón mismo ha cuestionado la autenticidad de las intenciones de su jefe, quien no está dispuesto a liderar un partido que no va de acuerdo a sus ideales. El número dos del partido no cree que Iglesias tenga el valor de darse de baja. Todo eso tiene a la agrupación en tierra de nadie, esperando a ver qué sucede el domingo 12 de febrero, día en que se sabrá qué propuesta ganó la consulta interna.

Como sea, Iglesias no se siente tan seguro de su proyecto. Prueba de ello es que se puso a sí mismo en la cabeza de la lista de la dirección del partido. Ya que las votaciones a secretario general y dirección son separadas, el madrileño espera sostener aunque sea una de las dos. Si termina quedándose con la directiva, su segunda sería Irene Montero, jefa de gabinete, y Vincenç Navarro, el tercero. @hmorales_gt

 

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