La captura de los integrantes de los CDR agita la política en Cataluña

Los partidos de la Generalitat se han pronunciado contra la detención de nueve independentistas catalanes integrantes de los Comités de Defensa de la República (CDR). Tanto Junts per Catalunya como Esquerra Republicana cuestionaron de que haya pruebas contra los detenidos y han asegurado que se trata de una movida para "criminalizar" a todo el independentismo, según comparecieron Quim Torra y Roger Torrent, presidentes del Govern y Parlament, respectivamente. A la piña se unió posteriormente En Comú Podem. Los partidos constitucionalistas devolvieron las acusaciones al hablar de "radicalización" y "terrorismo" de los CDR.

Dichos comités arremetieron contra la polícia y anunciaron que abrá manifestaciones. "La maquinaria de las fuerzas represoras del Reino de España nos pone en el punto de mira. Por mucho que hagan registros indiscriminados y detenciones arbitrarias, no detendrán a un pueblo convencido y combativo", publicaron en Twitter.

De acuerdo a Torra, las detenciones no son más que una maniobra de "represión" de parte del Estado y sostuvo que las manifestaciones anunciadas serán pacíficas. "La represión continúa siendo la única respuesta del Estado español. Están intentando volver a construir un relato de violencia antes de las sentencias. No lo conseguirán. El movimiento independentista es y será siempre pacífico", escribió también en su perfil de Twitter.

Laura Borràs, portavoz de JxCat en el Congreso, también desde Twitter, anunció que su partido, de la mano con Esquerra Republicana, exigirá la comparecencia de Fernando Grande-Marlaska, ministro de Interior en funciones, para que explique "esta operación opaca y criminalizadora contra el independentismo". “¿Primero detienen, después investigan? ¡Queremos explicaciones!”, escribió.

En este mismo sentir habló Marta Vilalta, portavoz de ERC. "Están asociando independentismo y terrorismo para crear un falso relato, y esto es muy peligroso". Vilalta también reivindicó el carácter "democrático, pacífico, político, transversal y cívico" del movimiento separatista.

La ola de críticas alcanzó también a la CUP, que criticó la intervención de la policía pues lo considera un "montaje". Lo incautado por los agentes, prosiguió la agrupación, no son más que "materiales de fiesta mayor" que quedó del verano. Maria Sirvent, diputada por este partido, estima que el objetivo de todo esto es crear "un relato falso" que "relacione el movimiento popular con una organización terrorista o criminal" y llamó a una protesta contra las detenciones.

Los comunes también han expresado su malestar con este suceso. Su vocero en el Congreso, Jaume Asens, estima que los cargos imputados a los capturados son una herramienta para "banalizar el terrorismo" y recordó que ya han habido otras tantas operaciones contra activistas de CDR acusados también de terrorismo que han terminado en nada. "Nos preocupa porque sabemos cómo suelen acabar estas operaciones policiales. Tenemos presentes muchos casos en los que se equiparan unos hechos al terrorismo y generan alarma social pero después, con el tiempo, se desinflan", señaló.

Respuesta del otro bando

Por su parte, los partidos constitucionalistas asumen que los capturados y, por consiguiente los mismos CDR, estaban alistando acciones violentas e incluso algunos los relacionan con actos terroristas. Lorena Roldán, portavoz de Ciutadans en la Cámara Comunitaria, señaló sin tapujos a Quim Torra por haber radicalizado estos comités. "Ya sabemos a qué se refería Torra cuando les decía a los CDR que apretaran. ¿Quería que los comandos separatistas apretaran el detonador?", explicó en conferencia de prensa.

Por su parte, el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, dio un paso más y acusó directamente de terrorismo. "Mi reconocimiento a la Guardia Civil por esta operación en Cataluña contra los CDR que planeaban acciones terroristas. La fortaleza del Estado de derecho prevalece siempre en favor de la paz y la convivencia que queremos el conjunto de los españoles", explicó. El líder celeste en Cataluña, Alejandro Fernández, escribió en Twitter que los detenidos "tenían preparadas bombas", pero luego borró el mensaje.

Los socialistas, mediante su secretario de Organización Salvador Illa, estiman que "es normal" que en "momentos de frustración" algunos colectivos "se radicalicen". No obstante, evitaron criticar o juzgar la operación policial y dirigieron sus cañones a Torra. "No es momento de decir a la ciudadanía que tiene que apretar, sino que es momento de decir a la ciudadanía que tiene que dialogar. Apelamos a la responsabilidad de todos los dirigentes políticos, y en particular a los que tienen responsabilidades, para que contribuyan a serenar la situación y los ánimos, no a excitarlos", apuntó.