La canciller Merkel se involucra en la polémica de banco de alimentos “solo para alemanes"
Algunas personas manifiestan escribiendo "Nazis" en los camiones distribuidores de comida.
La canciller alemana, Angela Merkel, es la última política en criticar la decisión de un importante banco de alimentos de prohibir que los extranjeros reciban alimentos gratuitos.
La organización benéfica Essener Tafel lo llamó una restricción temporal necesaria porque la proporción de extranjeros que usan el banco de alimentos se ha disparado al 75% en los últimos años. Dicha organización declaró también que ayuda a alrededor de 16,000 personas pobres en Essen, una ciudad en la región industrial occidental del Ruhr.
La Sra. Merkel se pronunció en contra de la nueva norma de Essener Tafel que exige que los visitantes muestren un pasaporte alemán para recibir alimentos.
"No se deben ejecutar servicios sobre la base de tales categorizaciones, eso no es bueno, pero también muestra la cantidad de presión que existe y la cantidad de personas necesitadas. Por eso, espero que encuentren buenas soluciones que no excluyan a los grupos", le dijo a la emisora RTL.
Afluencia migratoria
Se estima que 1,2 millones de solicitantes de asilo ingresaron a Alemania durante la crisis migratoria de 2015-2016, más de la mitad provenientes de Siria, Irak y Afganistán devastados por la guerra. La afluencia récord aumentó el apoyo para la fiesta anti-inmigración Alternativa para Alemania (AfD).
Essener Tafel, es parte de un grupo nacional de bancos de alimentos llamado Tafel. Essen es parte del antiguo centro de carbón y acero de Alemania en el estado de Renania del Norte-Westfalia (NRW).
Al igual que cientos de otros bancos de alimentos alemanes, Essener Tafel recolecta toneladas de alimentos en su fecha de caducidad,que de otro modo serían desechadas.
Los gerentes de la organización benéfica están agendando una reunión de emergencia para abordar la disputa sobre su nueva política que entró en vigencia el mes pasado.
Anteriormente, el director de Essener Tafel, Jörg Sartor, dijo que la restricción no tenía nada que ver con la xenofobia, sino que todo se trataba de equidad porque un gran número de ancianas y madres solteras habían dejado de ir asistir Essener Tafel. @Mundiario
