Camacho, el Bolsonaro boliviano que promete devolver a Dios al Palacio de Gobierno

Luis Camacho, el popular opositor de Evo Morales. / El Clarín
Luis Camacho, el popular opositor de Evo Morales. / El Clarín

El opositor de Evo Morales es uno de los impulsores de las protestas ciudadanas en La Paz. Ingreso al ámbito político sin ninguna experiencia, aunque es un crítico con los políticos tradicionales de ese país.

Camacho, el Bolsonaro boliviano que promete devolver a Dios al Palacio de Gobierno

Luis Fernando Camacho es un ferviente católico que ofrece sus discursos con un rosario en la mano y se arrodilla para orar en público. Una de sus metas, dice, es devolver a la Dios al Palacio de Gobierno pese a la laicidad del Estado promulgada en la Constitución de 2006. Parece ser una réplica de Jair Bolsonaro, el presidente de derecha que irrumpió en Brasil tras la destitución de Dilma Roussef.

Es hijo del empresario de seguros y expresidente del mismo comité que ahora lidera, José Luis Camacho, un miembro de la élite de Santa Cruz. A sus 40 años se proyecta como la renovación de la política, aunque sin experiencia, no esconde sus críticas y su antagonismo con los jefes tradicionales de la oposición: Carlos Mesa y Samuel Doria Medina. Estos últimos son los que más posibilidades tienen de llegar al poder por la vía electoral.

A lo largo de la crisis boliviana, las demandas de Camacho cambiaron y subieron de tono: primero, segunda vuelta electoral; luego, nuevas elecciones; después, renuncia del presidente, y ahora, la de todos los parlamentarios oficialistas y de los tribunales de justicia.

Camacho asegura no creer en el sistema político tradicional, sino en el “pueblo” al que ha dirigido durante la protesta que terminó con la renuncia de Morales. ¿Hasta dónde va a llegar este personaje? Nadie lo sabe a ciencia cierta. Él y su principal acompañante, el líder cívico de Potosí, Marco Pumari, son unos recién llegados al escenario político boliviano. Lideraron el movimiento por su condición de presidentes de los comités cívicos, asociaciones de organizaciones empresariales y vecinales de las nueves regiones, en Bolivia conocidas como departamentos.

Entre las dudas que rondan en torno a Camacho y el grupo de dirigentes de Santa Cruz que encabeza es que han sido relacionados con Branco Marincovich, uno de los opositores a Morales que, acusado de “separatismo y terrorismo”, vive en el exilio. Son regionalistas, liberales en cuestiones económicas, derechistas en política y radicalmente contrarios al expresidente.

“Macho Camacho”, como se le llama, despierta la admiración y simpatía de la población que ha salido a las calles. Le agradecen haber “liberado al país del dictador”.. Con su aspecto de chico justiciero e implacable, su radicalismo, que no se ha quedado en la retórica, constituye la antítesis de los dirigentes oficialistas y opositores del anterior ciclo político. Y por eso es el hombre del momento. @mundiario

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