Burlas, molestia, y mucha confusión por la armada que nunca llegó a las aguas de Corea

Donald Trump. / Twitter.com
Donald Trump. / Twitter

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que estaba enviando "una armada" a las aguas coreanas para poder hacer frente a las amenazas de Pyongyang.

Burlas, molestia, y mucha confusión por la armada que nunca llegó a las aguas de Corea

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que enviaba una armada defensiva a las aguas coreanas para poder hacer frente a las amenazas de Pyongyang. Pero el hecho de que no fuera así ha causado que algunos surcoreanos cuestionen su liderazgo y estrategia con respecto a su impredecible vecino en el norte.

Y mientras la mayoría de ese país se prepara para votar por un nuevo presidente el 9 de mayo, el reclamo podría tener implicaciones de largo alcance para las relaciones de los dos países. "Lo que el señor Trump dijo era muy importante para la seguridad nacional de Corea del Sur", dijo el candidato presidencial Hong Joon-pyo al Wall Street Journal.

"Si eso fuera una mentira, entonces Corea del Sur no confía en lo que Trump dice", dijo Hong, quien actualmente está en la lista de candidatos. Los medios de comunicación surcoreanos también se apoderaron de los informes contradictorios sobre la "armada" de Trump dirigida por el portaaviones USS Carl Vinson.

Los titulares se refirieron a la confusión como "Mentira de Carl Vinson", y llegaron a especular que los líderes rusos y chinos debían haber tenido una buena carcajada en torno a todo el asunto. Con el propósito de presentar una defensa sólida contra un potencial ensayo nuclear de Pyongyang, el informe comparó el "farol" con las demostraciones de fuerza de Corea del Norte, donde igual que lo hizo la URSS hacía el final de su vida, se desfilan "misiles falsos" por las calles de la capital norcoreana.

La garantía inicial de Trump, en forma de una fuerte respuesta militar, implicaba una sólida defensa de los aliados de Estados Unidos, que son Corea del Sur y Japón. También provocó tensiones en la península, lo que hizo que el embajador de Corea del Norte en la ONU advirtiera que Estados Unidos estaba arriesgando una guerra nuclear con sus acciones en la península, cualquier acto hostil es inherentemente un cálculo peligroso cuando se trata de un actor tan inestable como la Corea del Norte de Kim Jong Un.

Un alto funcionario de la administración dijo más tarde que una mala comunicación entre el Pentágono y la Casa Blanca era la culpable de los informes mixtos. Sin embargo, el secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, agravó la confusión al doblar las afirmaciones del presidente.

"Tenemos una armada que va hacia la península, eso es un hecho", dijo a un cuerpo de prensa escéptico durante su sesión de información diaria el pasado miércoles, argumentando que en el sentido más amplio, la declaración del presidente era exacta porque los barcos eventualmente llegarían a las aguas entre Corea del Norte y Japón.

Ahora nadie entiende cuál es la postura de Trump, pero es un hecho que el presidente ha quedado muy mal ante los observadores norcoreanos. En este país respiran y muy probablemente ríen ante la situación, mientra su vecino se indigna. Los próximos días serán clave, en vista de que a Trump no le gusta permanecer en ridículo.

Comentarios