La buena política nace de un núcleo de cultura y educación
Las buenas gestiones políticas se sostienen sobre la cultura desarrollada por la sociedad donde son aplicadas. ¡Aquí te explicamos la razón!
Sin importar el tipo o modelo de gobierno que se pretenda analizar, la realidad propone que el rendimiento del mismo dependerá, primordialmente, de la estructura cultural que se maneje entre sus gestores.
La educación, la cultura y los valores, producen patrones generales de conducta que afectan el funcionamiento de una sociedad y, dependiendo qué tanto se logren preservar y fomentar los elementos ya mencionados, los sistemas de gobiernos pudiesen adoptar a los mismos teniendo como resultado una política más cercana al concepto real de la palabra.
El ser humano no es perfecto y esta premisa es inevitable. Las sociedades avanzan, cada una, a su propio ritmo de desarrollo. Tiene sentido que existan tantas diferencias, positivas y negativas, entre los gobiernos del mundo puesto que no todos los grandes grupos sociales son iguales y, de hecho, no tienen que serlo.
Mundo. / RR SS.
Si el objetivo de aplicar la política apunta a establecer sistemas sociales que fomenten el bienestar absoluto de todos los individuos que conforman a una sociedad, entre otros factores, entonces los líderes de dichas gestiones, por más comúnmente sean una minoría, deben tener claras las direcciones del desarrollo gubernamental que les compete.
Si la cultura y la educación de un pueblo está estancada, o es retrógrada, entonces es posible ver el reflejo de dicho factor en el cuerpo político de la sociedad. Por ello, es prioritario el desarrollo de estos valores como respaldo de los sistemas sociales del mundo con el objetivo de aumentar las posibilidades de que los líderes políticos no caigan en un declive cultural implícito que se traduzca en una gestión política perjudicial. @mundiario
