Bruselas condena la violencia con la que Rajoy respondió al desafío catalán

Jean-Claude Juncker. / europa.eu
Jean-Claude Juncker. / europa.eu

Bruselas asegura que el referendo es ilegal pero que no piensa mediar entre Madrid y Barcelona pues la consulta es un asunto puramente interno de España.

Bruselas condena la violencia con la que Rajoy respondió al desafío catalán

La Comisión Europea ha ratificado este lunes que el desafío independentista de Cataluña es un asunto en el que España debe arreglárselas por sí sola, pero desde ya avisó a Barcelona que sería expulsada del club de los 27 de forma automática si llega a separarse del país. De esta forma, Bruselas se confirma en la posición que había estado en las últimas semanas, con el único anexo de su condena frontal a la violencia con la que las fuerzas policiales contuvieron a los votantes y manifestantes independentistas el domingo recién pasado, dejando más de 800 heridos. "La violencia nunca puede ser un instrumento en política", explicó un portavoz del Ejecutivo continental en una rueda de prensa dedicada a la ebullición en Cataluña, al tiempo que pidió diálogo entre las partes involucradas pues estos son tiempos "de unidad, no de división". Jean-Claude Juncker, titular de la Comisión, estuvo en contacto con Mariano Rajoy a lo largo del fin de semana y lo volverá a hacer este lunes siempre para confirmar el apoyo frontal al Gobierno español, aunque dejará claro que la fuerza con la que se repelió a los catalanes no hizo ninguna gracia en Bélgica. También, confrontó a Barcelona al decir que la "votación de ayer en Cataluña no fue legal". "Y si se organiza un referéndum de acuerdo con la Constitución, el territorio que abandona un Estado miembro quedaría fuera de la Unión Europea", agrega el mismo portavoz para luego rematar diciendo que "la Comisión cree que estos son tiempos para la unidad y la estabilidad, no para la división y la fragmentación”.

Esto no debería sorprender pues desde hace semanas la Comisión dejó claro que los acontecimientos en Cataluña son un "asunto interno" de España y que de cualquier forma la consulta del domingo 1 de octubre fue "ilegal". Eso sí, pese a que apoya a La Moncloa, Juncker ha querido marcar distancias con la respuesta de éste a Carles Puigdemont, tal y como han hecho otros Gobiernos, alarmados por las imágenes de la brutalidad con la que las fuerzas de seguridad trataron con los catalanes. "La violencia nunca puede ser un instrumento político", reiteró el vocero de Juncker. El Ejecutivo europeo ha pedido que se respeten "los derechos fundamentales" de los ciudadanos. No obstante, es llamativo que Bruselas haya evitado emitir una condena explícita por los métodos policiales.

El procés es un inciso importante en la agenda europea, pero la Comisión no tiene ganas de sentarse a mediar entre ambas partes pese a que en las últimas semanas varias voces lo han propuesto y solicitado deliberadamente, incluso el mismo Gobierno catalán. "La Comisión no tiene por el momento ningún papel", apuntó el vocero.

Ese por el momento deja ver que en Bruselas empieza a pesar la presión que cae de la opinión pública internacional, impactada por las sangrientas imágenes que dieron la vuelta al mundo el domingo recién pasado. Las capitales quedaron impresionadas con lo que vieron, pero especialmente Berlín y París, justo las dos con las que Madrid no puede permitirse recelos. "El Gobierno español ha infraestimado la reacción europea", cita El País a un análisis emitido por el laboratorio de ideas Eurointelligence. Pero lo peor todavía está por venir, pues otros analistas avistan desde ya una declaración de independencia en las próximas horas, por lo que la respuesta podría subir de tono.

Europa condena la violencia

Finlandia, Eslovenia y Lituania se habían anticipado en la víspera a Bruselas y fueron los primeros en condenar el proceder de Rajoy y sus huestes ante el desafío independentista catalán. Alemania y Francia, las torres gemelas de la UE evitaron dar su apoyo deliberado a España, en un silencio que dice más que mil palabras y que deja muy tocada a Madrid.

Pero el frente abierto no se cierra ahí. La rotura es tal que en las próximas horas el debate aterrizará en la Eurocámara, que la semana pasada no pudo pactar una iniciativa propuesta por los verdes para incluir a Cataluña como uno de los temas de debate en el pleno de esta semana. No obstante, lo visto el domingo hizo cambiar de idea a los eurodiputados. Así, los legisladores socialistas apuestan por juntar apoyos para su propia propuesta, la cual irá bajo el lema Constitución y Estado de Derecho en España. La izquierda minoritaria, entretanto, insiste en condenar directamente la respuesta del Estado ante el avance catalán.

Comentarios