Bruselas busca vetar los fondos europeos para Hungría por violaciones del Estado de derecho

Comisión Europea. / @VDombrovskis.
Comisión Europea. / @VDombrovskis.
La Comisión Europea ha planteado por primera vez suspender la entrega de 7.500 millones, aunque apela a un gesto de confianza con Budapest al aprobar un plan de recuperación pero con exigencias severas. 
Bruselas busca vetar los fondos europeos para Hungría por violaciones del Estado de derecho

La Comisión Europea desea implementar la nueva herramienta que permite restringir los fondos europeos de aquellos países que incumplan el Estado de derecho y puede que lo haga en un futuro con Hungría. El pasado mes de septiembre Bruselas y Budapest llegaron a un acuerdo para que este país implementara 17 medidas y reformas contra la corrupción para evitar que les congelaran los fondos, pero hasta ahora, el organismo comunitario señala que no han cumplido con lo prometido. 

Con dichas conclusiones, la Comisión recomendará al Consejo de la UE bloquear los fondos y ahora, serán ellos quienes tendrán la última decisión sobre los 7.500 millones de fondos estructurales destinados al Gobierno Viktor Orbán. Para aplicar el mecanismo, con el que se busca tener cierta concordancia en la UE, se debe aprobar su accionar con el Consejo. Recordemos que esto ha sido implementado para evitar que países con deficiencias en el Estado, como la corrupción, pongan en peligro el presupuesto europeo. 

Intentando moderar la dura decisión, el colegio de comisarios dio el visto bueno al plan de recuperación húngaro, que supone un acceso a unos 5.800 millones de euros en subvenciones. Este dinero podrá recibirlo solo si Budapest aplica cuatro importantes medidas que aseguren la independencia del poder judicial en el país.

Aunque no es la idea, la movida puede verse como una amenza contra Orbán ya que no solo impone que puede perder los 7.500 millones de fondos estructurales, también los 5.800 millones de euros para el plan de recuperación. La aplicación de la herramienta para ambos casos, está sujeta a la ratificación los Estados miembros en el Consejo de la UE, y en el caso de que el Consejo apruebe la decisión, todo quedará en manos de Orbán, que practicamente deberá dar marcha atrás a políticas que ha implemento en los últimos años. Palabras más o menos, la UE le pide que tome medidas eficientes contra la corrupción, una cuestión que viene reclamando desde hace más de dos meses. Además, serán necesarios cambios legales que garanticen la independencia judicial.

“La Comisión considera que, a pesar de las medidas adoptadas, sigue existiendo un riesgo para el presupuesto de la UE, dado que las medidas correctoras que aún deben cumplirse son de carácter estructural y horizontal. Si bien se han emprendido o están en curso una serie de reformas, Hungría no ha aplicado adecuadamente los aspectos centrales de las 17 medidas correctoras necesarias acordadas en el marco del mecanismo general de condicionalidad en el plazo del 19 de noviembre, tal como se había comprometido”, destaca el comunicado del Ejecutivo europeo.

Desde hace más de una década, Orbán desafía a Bruselas y a muchos de sus socios por la deriva autoritaria que le han llevado a atacar cuestiones como los derechos y garantías entre sus ciudadanos, en especial, de la comunidad LGTB. Debido a estas acciones, la UE creó el llamado Mecanismo de Condicionalidad, para proteger los presupuestos europeos. De forma inmediata, Hungría y Polonia recurrieron a la medida, sin embargo, el Tribunal de Justicia de la UE rechazó el recurso dando libertad a la Comisión para activar el proceso. 

“Hay que distinguir entre las dos decisiones”, indicó el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis. “La valoración que hacemos del plan de recuperación húngaro es positiva”, ha continuado y añade: “Pero también evaluaremos la ejecución de este plan y las condiciones que lleva aparejadas”. Estos buscarán asegurar la independencia jurídica en Budapest, una cuestión que además, deberá ser aprobada y desplegada antes de que Budapest pueda solicitar el primer pago de su plan, es decir, durante el primer trimestre del año que viene. De no cumplirse con los criterios, Hungría no tendrá acceso a los fondos. 

“La pelota está ahora en menos de los Estados miembro”, destacó Didier Reynders. Ahora queda de parte de los 27 países que componen la UE, en el Ecofin, el órgano que agrupa a los ministros de Economía y Finanzas, quienes tienen que decidir sobre la propuesta. Es muy probable que Orbán termine cediendo ante la presión de sus socios, no es nada conveniente perder la ayuda de más de 13 millones de euros que suman los presupuestos, en especial, cuando Hungría también vive los mismo embistes que otras naciones por la infación y la escalada de la guerra de Ucrania. @mundiario

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