Bruselas advierte a los 27 de que se preparen para lo peor ante un Brexit duro

Jean-Claude Juncker. / europa.eu
Jean-Claude Juncker. / europa.eu
La Comisión Europea distribuirá 780 millones de euros para reducir los efectos de la salida del Reino Unido, que ha dispersado el pánico en el continente.
Bruselas advierte a los 27 de que se preparen para lo peor ante un Brexit duro

La Comisión Europea ha difundido el pánico al prácticamente aceptar su temor a un Brexit duro el 31 de octubre. Bruselas sabe que las cosas en el Reino Unido no pintan nada bien, especialmente desde la semana pasado cuando Boris Johnson echó el cerrojo al Parlamento británico para evitar un bloqueo a su plan de divorcio con la UE, y ha avisado a ciudadanos y empresas de los 27 países que componen el club continental que estén preparados para el peor de los ecesnarios. Jean-Claude Juncker ha girado la orden de movilizar un total de 780 millones de euros para combatir los efectos de los costes intrínsecos que tendrá el Brexit para el continente.

El lío que Johnson ha desatado en la Cámara Baja ha forzado a la Comisión a un ataque de pánico pues todo se ha vuelto todavía más impredecible. El martes perdió un diputado y con eso la mayoría absoluta en el Congreso, con lo cual podría celebrar nuevas elecciones y pedir una nueva prórroga a la UE para el divorcio, pero es que de cualquier forma las conversaciones con David Frost, ministro del Brexit precisamente, se encuentran congeladas. Bruselas se mantiene en su posición de no es no a una frontera dura con Irlanda, en tanto que en Londres se teme que cualquier propuesta se estrelle contra el muro del Parlamento, del que ya no tiene mayoría. la UE podría entonces buscar un nuevo plan pero lo más probable es que éste tampoco salga airoso del Parlamento.

La tormenda en Londres ha convencido a todos en Bruselas de que la isla abandonará el club de forma irremediable el 31 de octubre. Juncker ha pedido a los Estados que componen la UE que se preparan para lo peor, ya que las medidas de contigencia tan solo reducirán "las disrupciones más significativas" del abrupto divorcio. Las mismas tienen que ver con los intercambios comerciales y financieros. Con una salida como la planeada por Johnson, el Reino Unido pasará a ser un tercer país y eso conlleva controles fronterizos, prohibiciones, restricciones y aranceles.

El Colegio de Comisarios autorizó el despliegue de una red de seguridad financiera que apoye a los países que sufrirán las mayores consecuencias de un Brexit duro. La Comisión no cuenta con fondos para auxiliar a países sumergidos en crisis, por lo que tendrá que gastar dos fondos reservados exclusivamente para catástrofes naturales y ayudar a empleados que han ido al paro luego de sus sectores se quedaran caducos a raíz de la globalización. La suma total asciende a 780 millones de euros.

Nuevos controles y aranceles

Como sea, Bruselas también dejó claro a las compañías que tendrán que rascarse un poco los bolsillos. No se han adoptado nuevas medidas en el sector financiero, con todo y que las instituciones comunitarias se mantendrán al tanto de la evolución de los mercados. Andrea Enria, presidente del Consejo de Supervición del Banco Central Europeo, explicó el martes de que dicha institución se encuentra analizado el impacto que el Brexit tendrá para la eurozona, no solo por su localización, sino por la exposición de algunas entidades a "los riesgos" que se precipiten tras la salida de Londres. Enria expresó su preocupación por la posibilidad de que la plasmación de este riesgo traiga consecuencias para otros que ya se encuentran en el ambiente, como las guerras comerciales.

La comisión también hizo hincapié en el transporte de mercancías. "Puede aplicarse también prohibiciones o restricciones a ciertos productos que entren o salgan de la UE desde o hacia el Reino Unido, lo cual significa que podrían requerirse licencias de importación o exportación", reza el texto. Bruselas pide a las farmacéuticas y empresas químicas que readapten sus productos a los nuevos estándares.

De igual forma, el Ejecutivo comunitario recuerda que se volverán a cargar aranceles sobre exportaciones e importaciones. En el caso de la UE, las tarifas medidas para la importación de bienes son del 8,1%, mientras que los demás no suben casi del 2,7%. El sector lácteo de la isla será uno de los más perjudicados, ya que las barreras suben hasta el 44,8%, mas también deberán pagar los sectores cárnicos, pesqueros, textil y automovilístico con un 17,8%, 11,4%, 11,5% y 10%, respectivamente. Las compañías deberán considerar que si sus productos requieren ingredientes o materiales provenientes del Reino Unido, los mismos ya no serán originarios de la UE.

La reinstauración de las fronteras no solo traerá problemas para los intercambios económicos, sino también para su movilización. Especialmente a inicios de noviembre. Debido a eso, Bruselas solicita a las compañías que cuenten con toda la documentación de rigor así como certificaciones en orden y que cuenten con que la burocracia tomará bastante tiempo, lo que antes de exportar su mercadería, comprueben en qué situación se encuentra su ruta. @mundiario

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