Bolsonaro sigue la misma línea de Donald Trump y ataca a los medios de comunicación

Jair Bolsonaro, presidente electo de Brasil. RR SS.
Jair Bolsonaro, presidente electo de Brasil. / RR SS.

El presidente electo de Brasil asumirá su cargo el 1 de enero, pero ya empieza a atacar a los medios de comunicación, en especial, aquellos que han realizado reportajes especiales adversos a su imagen como el Folha de S.Paulo.

Bolsonaro sigue la misma línea de Donald Trump y ataca a los medios de comunicación

Los periodistas de Brasil empiezan a preocuparse luego de la victoria electoral del ultraderechista Jair Bolsonaro, que ya empieza a atacar a los medios de comunicación. Su equipo más cercano y él mismo empiezan a hacer comentarios duros contra aquellos medios adversos a sus políticas, siguiendo así la misma línea del presidente Donald Trump. Las cosas han ido más allá e incluso adoptaron la palabra preferida de Trump “fake news” (noticias falsas), para descalificar cualquier noticia negativa a su persona. Luego de ganar las electorales, Bolsonaro se presentó a una entrevista televisiva, donde aseguró: : “Casi todas las fake news que se volvieron contra mí partieron de Folha, ha perdido el prestigio”.

El periodista le preguntó que si como presidente electo defenderá la libertad del individuo de decidir qué leer, ver u oír lo que quiera; a lo que el presidente electo respondió que “por sí solo, ese periódico se acabó (...) en lo que dependa de mí, la prensa que comportarse de esa manera indigna no tendrá recursos del gobierno federal”. El Folha se ganó el odio del presidente electo luego de haber denunciado que Bolsonaro pagó con fondos públicos de su gabinete como diputado a una funcionaria que cuidaba de su casa de verano y no trabajaba en la capital, como debería para poder ganar esa cantidad. También lanzó la noticia en referencia a una red de publicidad masiva en WhatsApp de parte de Bolsonaro, algo ilegal.

Como está sucediendo en EE UU, los ‘fans’ de Bolsonaro han empezado a insultar y amenazar a los periodistas, según recoge la Asociación Brasileña de Periodismo de Investigativo (Abraji) que ya habla de 141 casos documentados.

Por su parte, María Laura Canineu, directora de Human Rights Watch en Brasil, aseguró lo siguiente: “Cualquiera puede discrepar de un reportaje, y debe tener el derecho de hacerlo públicamente, pero amenazar al periodista e incitar a otros a hacer lo mismo no sólo pone en peligro la seguridad personal de los periodistas, sino que perjudica la libertad de expresión y la libertad democracia”. Muchos de los afectados son periodistas mujeres que aseguraron haber sido tocadas y recibir comentarios impropios sobre su aspecto. @mundiario

Comentarios