Bolsonaro seguirá la línea de Trump en las próximas elecciones de Brasil
Cuando Donald Trump era presidente de Estados Unidos, se decía que tenía un aliado y admirador natural en Sudamérica. Ese era el mandatario brasileño Jair Bolsonaro, quien ha decidido seguir con su legado y por eso ha comenzado a imitar el estilo del republicano al sembrar dudas sobre las próximas elecciones generales del 2022.
Esta semana, la intervención del presidente Bolsonaro se transmitió en su canal de YouTube y en la de la televisión gubernamental porque prometía “presentar pruebas” de fraude electoral. Sin embargo, la del jueves fue una presentación de dos horas en directo plagada de teorías de la conspiración, desinformación, mentiras flagrantes y medias verdades.
El presidente ultraderechista ha enfilado sus dardos en las últimas semanas contra el juez que preside el máximo órgano electoral, Luís Roberto Barroso. “¿Es justo que quien sacó a Lula de la cárcel, que rehabilitó, sea el mismo que cuente los votos en una sala secreta del Tribunal Superior Electoral? ¿Dónde está el recuento de votos públicos?”, proclamó Bolsonaro sobre el juez Barroso.
Pero mintió una vez más. El expresidente Lula fue juzgado por el Tribunal Supremo y no por el Tribunal Electoral.
Aún así, el juez Barroso respondió inmediatamente a Bolsonaro desmintiendo punto por punto las acusaciones, basadas en rudimentarios videos caseros grabados en elecciones pasadas, el testimonio de un supuesto programador informático y un coronel en la reserva presentado como asesor del Gobierno.
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ESTILO TRUMP
Bolsonaro ha puesto en marcha, como decíamos, el estilo de Trump que puso en zozobra el sistema institucional de Estados Unidos a fines de 2020 y a principios de este año. El presidente brasileño lo hace porque se encuentra en una posición frágil dado que la pandemia de la Covid-19 ha generado masivas protestas en su contra. Es más, el Senado investigará la actuación de su Gobierno durante la crisis sanitaria.
El camino es peligroso. Si Bolsonaro comienza a deslizar dudas sobre las próximas elecciones brasileñas, generaría un ambiente de polarización dado que su eventual rival en las urnas sería el expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva. De hecho, el ultraderechista no es devoto de las modales democráticas. En 2018, cuando era candidato presidencial, dijo que no reconocería los resultados si no lo daba como ganador. Podría ocurrir lo mismo en 2022. @mundiario
