Biden mantiene el plazo de evacuación de Afganistán pese a la presión del G7

Joe Biden, presidente de los EE UU. /RRSS
Joe Biden, presidente de los EE UU. / RR SS
El presidente estadounidense rechaza estirar el calendario de evacuación, mientras a los socios instan a los talibanes a permitir las salidas después de ese día. 
Biden mantiene el plazo de evacuación de Afganistán pese a la presión del G7

La evacuación de Afganistán terminará el 31 de agosto. Acorralado entre las demandas de los socios del G7 de estirar el calendario y el ultimátum de los talibanes, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha decidido ceñirse a la fecha límite para la retirada de sus fuerzas de territorio afgano. 

Los socios de los países más ricos del mundo (EE UU, Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón), reunidos de forma extraordinaria este martes, no han logrado acordar una postura común sobre la repatriación, lo que confirma que los casi 6.000 soldados que han tomado el control del aeropuerto de Kabul tienen solo siete días para concluir su operación y salir del país. Así, crece el temor de que miles de estadounidenses y afganos colaboradores no puedan ser evacuados del país.

La Casa Blanca informó el pasado lunes que un centenar de aviones de EE UU y de otros países de la coalición internacional habían sacado de Kabul a unas 21.600 personas: 12.700 ciudadanos abordaron 37 vuelos militares de Estados Unidos, incluidos 32 del tipo C-17; mientras que otros 8.900 evacuados embarcaron en 57 aviones de países europeos y de otros miembros de la coalición de la OTAN.

“El presidente Biden ha decidido, en consulta con su equipo de seguridad nacional, ceñirse a la fecha límite del 31 de agosto para retirar las tropas de Afganistán”, ha informado este martes un alto funcionario de la Administración a la cadena estadounidense CNN. “Biden ha tomado esta decisión consciente de los riesgos que existen ahora mismo sobre la seguridad” en la capital afgana, ha añadió la fuente, que matiza que el demócrata ya ha solicitado al Pentágono “planes de contingencia” para una posible prórroga en el caso de que los talibanes no cooperen. 

 

La insistencia de EE UU de respetar su calendario ha empujado a los líderes europeos a trasladar la presión a los talibanes: el G7 ha pedido al grupo fundamentalista que garantice la salida de los afganos que aspiran recibir ayuda humanitaria, a través de terceros países y en un operativo coordinado por la ONU, después del 31 de agosto.

Asimismo, los líderes de las potencias mundiales han instando a los insurgentes a comprometerse a "observar los derechos humanos antes de plantearse siquiera su legitimidad ante la comunidad internacional", y han adelantado que la coalición está dispuesta "a trabajar en el país centroasiático con sus aliados y con terceros países".

Así, la pelota queda ahora en el tejado de las nuevas autoridades de Kabul, mientras el club más poderoso del mundo comienza a mostrar sus costuras. @mundiario 

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