Biden impone graves sanciones económicas a Rusia por ciberataques e injerencia electoral
Joe Biden castiga a Rusia. El presidente de Estados Unidos ha confirmado que ha aprobado un batería de sanciones graves contra una treintena de individuos y entidades rusas por interferir en las elecciones de 2020, por un ciberataque masivo y por “acciones internacionales desestabilizadoras”: la supuesta oferta de Moscú a los talibanes para atentar contra tropas de EE UU en Afganistán.
Los castigos económicos suponen la mayor ofensiva contra Moscú desde la presidencia de Trump y están dirigidos a la línea de flotación de la economía rusa. En concreto, el secretario de Estado Antony Blinken ha explicado, en un comunicado, que Washington prohibirá a sus entidades financieras que compren deuda rusa a partir del 14 de junio.
Asimismo, el Departamento de Estado expulsará a diez miembros de la inteligencia de Rusia, acreditados como diplomáticos, por “intentos dirigidos por el Gobierno ruso para influir en las elecciones de 2020 y otros actos de desinformación e interferencia”.
Por último, seis compañías rusas que dieron apoyo a la campaña de ciberataques impulsada por la inteligencia rusa serán sancionadas. Las medidas afectan a unas 16 entidades y 16 individuos, cuyos activos en EE UU serán congelados.
Entre los individuos implicados destacan figuras de peso del Kremlin como Alexéi Gromov, miembro de la Administración Presidencial. “Putin ha alimentado una red de fieles que mediante sus negocios ilícitos han contribuido a las acciones para socavar las elecciones de 2020 y para darle a Rusia una cobertura plausible en su campaña de desinformación. Esta red incluye al primer subjefe de personal de la Administración Presidencial, Alexéi Gromov”, sostiene el comunicado publicado por el Tesoro.
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En una comparecencia en la Casa Blanca, Joe Biden ha explicado que ha informado a su homólogo ruso sobre la adopción de los castigos en una conversación telefónica “respetuosa y sincera” a principios de esta semana. “EE UU podría haber ido más allá, pero hemos decidido no hacerlo. Pero si Rusia da un paso más en su injerencia, estamos preparados para responder”, ha declarado el demócrata, que también ha advertido que “ha llegado la hora de la desescalada”.
El mandatario ha revelado que tanto Moscú como Washington estudian la posibilidad de convocar una cumbre en Europa este verano, pues creen que “la comunicación entre ambos es esencial” para “iniciar un diálogo estratégico en materia de seguridad y desarme”. @mundiario
