Biden cumple un año de mandato como uno de los presidentes menos populares de EE UU

Joe Bidem, presidente de EE UU. RR SS.
Joe Bidem, presidente de EE UU. / RR SS.

El mandatario estadounidense se ha topado con el descontento de los jóvenes y las minorías, la continuidad de la pandemia o el bloqueo legislativo gracias a los republicanos.

Biden cumple un año de mandato como uno de los presidentes menos populares de EE UU

Joe Biden se convirtió en el cuadragésimo sexto presidente de EE UU hace ya un año y tristemente no puede celebrarlo por todo lo alto, debido a la poca popularidad con la que cuenta. El mandatario se ha topado no solo con una pandemia que está lejos de terminar, también con el descontento de jóvenes y minorías, así como el bloqueo legislativo en el Capitolio gracias a la oposición de los republicanos.

Gran parte del programa que había prometido ha quedado estancado gracias no solo a la intervención de los republicanos, también de los miembros de su propio partido. A lo anterior hay que sumar la crisis derivada de la pandemia que con ayuda de las variantes delta y ómicron han ocasionado que las hospitalizaciones y muertes sigan aumentado pese al intento de Biden de que las grandes empresas costearan los test y vacunas de los trabajadores, cuestión que finalmente fue bloqueada por el Tribunal Supremo. Y no podemos dejar de mencionar el aumento de la inflación, que alcanza los números más altos de los últimos 40 años.

El liderazgo de Biden parece no convencer en contraste de la mano dura que ejerció el ex presidente Donald Trump. Las negociaciones del mandatario para encontrar la paz en Ucrania se quedan vacías y parece que él mismo anuncia una inevitable invasión de Rusia solo para dejar a un lado el fracaso de sus políticas. Resulta contradictorio que ahora sea uno de los presidentes más impopulares de la historia del país, si tomamos en cuenta que 12 meses atrás ganó las elecciones siendo el candidato como más votos de la historia. Las encuestas sitúan la popularidad del mandatario en apenas un 42%, unos datos nada prometedores para su futuro.

¿Prometía demasiado?

Biden no solo ganó la presidencia por la falta de apoyo a Donald Trump, también porque prometía cosas que ahora parecen un sueño lejano. Gran parte de su campaña se basó en la ineficacia del gobierno de Trump en conseguir mitigar la pandemia, en cambio, el demócrata prometía acabar con la amenaza del covid y dirigir al país hacía un centro político tras la fractura provocada por el republicano.

El mandatario no solo sigue enfrentando al avance de la pandemia, que obviamente se escapa de sus manos, también sigue haciendo frente a miles de estadounidenses que creen que las elecciones de 2020 en las que él ganó fueron un fraude.


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Si vemos el panorama con perspectiva, a Biden le tocó tomar el poder en tiempos difíciles llegando a enfrentarse a un tercer año de pandemia que genera mucha incertidumbre y permite que la inflación siga subiendo. Pero también fue un golpe de descontento el que mantuviese la decisión de retirar a las tropas estadounidenses de Afganistán, donde fallecieron 13 soldados del país cuando evacuaban el aeropuerto de Kabul gracias a un atentado suicida. Es cierto que una gran parte de EE UU apoyaba el retiro de las tropas en una guerra que para muchos carecía de sentido, pero las escenas devastadoras de aquel país más las declaraciones de las personas que huían desesperadas de los talibanes solo hizo que la imagen del presidente quedara tocada.  

 

Pocos reconocen los logros de Biden como la inversión millonaria en infraestructura o la aprobación del Plan de Rescate Estadounidense, con el cual la mayoría de los estadounidenses recibieron cheques y logró reducirse el índice que pobreza en el país.

Los más jóvenes se sienten decantados con el presidente ya que no ha hecho lo suficiente por los temas que les importan como el cambio climático, la deuda estudiantil o la cobertura de salud. En el otro sector están las minorías como los latinos que no confían en Biden para el manejo de la economía y la pandemia; y los afroamericanos, que se encuentran cansados de no conseguir la reforma policial y no ver avances en el derecho al voto.

Joe Biden tiene todavía futuro para revertir la situación, pero debe apurarse: este año, concretamente en noviembre, se celebrarán elecciones legislativas donde se juegan 34 de los 100 escaños del Senado. La impopularidad del mandatario, sin duda, podría afectar las esperanzas de los demócratas de ser mayoría. @mundiario

 

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