Biden visita Irlanda del Norte en el 25 aniversario del Acuerdo de Viernes Santo

Joe Biden aterriza en Irlanda del Norte. / RR.SS.
Joe Biden aterriza en Irlanda del Norte. / RR.SS.

El presidente estadounidense realiza una visita oficial marcada por las tensiones post-Brexit y la paralización del Gobierno regional por la crispación entre unionistas y republicanas.

Biden visita Irlanda del Norte en el 25 aniversario del Acuerdo de Viernes Santo

El presidente de EE UU, Joe Biden, ha llegado en horas de la noche de este martes a Belfast, la capital de Irlanda del Norte, en el Reino Unido, para una visita de cuatro días alrededor de la isla donde desplegará una delicada maniobra diplomática con la que espera dejar un claro mensaje para “mantener la paz” justo en el vigésimo quinto aniversario del Acuerdo de Viernes Santo, el histórico pacto que puso fin a la violencia entre los unionistas y los nacionalistas de la República de Irlanda.

El Air Force One en el que viaja el presidente de los Estados Unidos ha arribado en la noche al Aeropuerto Internacional de Belfast, donde fue recibido personalmente por el primer ministro británico, Rishi Sunak, con quien sostendrá un encuentro bilateral en privado este miércoles por la mañana. La agenda de Biden ha levantado polémica, pues solo pasará un día en Irlanda del Norte, uno de los países que conforman al Reino Unido, mientras que hará una visita de tres días con más eventos en la otra mitad de la isla, la controlada por la República de Irlanda.

Antes de embarcarse en su vuelo transcontinental rumbo a Irlanda, el presidente ha sido preguntado acerca de sus intenciones con este viaje, que ha sido planificado y muy anticipado, pero que al final su importancia ha tenido que ser reducida al máximo en medio de las tensiones entre nacionalistas y unionistas. Biden indicó que estaba “deseando conmemorar el aniversario en Belfast, subrayando el compromiso de Estados Unidos para mantener la paz e incentivar la prosperidad”.

Biden ha asegurado que su máxima prioridad era asegurarse de que sigan en pie los acuerdos irlandeses del Viernes Santo, el Protocolo de Irlanda del Norte y el acuerdo de Windsor (la reciente renegociación entre Londres y Bruselas para resolver los cabos sin atar post-Brexit para las cuestiones aduaneras entre la UE y territorio norirlandés). “Mantener la paz, eso es lo principal”, ha dicho Biden.

Tensiones entre nacionalistas y unionistas

Aunque Biden ya ha estado varias veces en la isla, esta será su primera visita oficial como jefe de Estado de EE UU, y que coincide con un tenso momento de crisis del proceso de paz y de paralización política en la región. Biden se encontrará en Irlanda del Norte con un Gobierno sin cabeza, al menos desde los últimos 14 meses, toda vez que probritánico Partido Democrático Unionista (DUP) siguiera con su rechazo a formar parte del Ejecutivo de unidad con los republicanos del Sinn Féin, como establece el Acuerdo de Viernes Santo.

El Ejecutivo de Sunak confiaba en que la entrada en vigor del pacto de Windsor, hecho como una reestructuración del Protocolo de Irlanda del Norte, el acuerdo que firmaron Bruselas y Londres para encajar a la región dentro del mercado de la UE después del Brexit, convenciera a los unionistas de dejar de lado su veto. Pero el segundo partido regional sigue rechazando ser parte del Ejecutivo, lo que ha dinamitado las esperanzas de Downing Street de echar a andar el Gobierno norirlandés para la visita de Biden.

Ese desajuste derivado de la crispación política ha obligado a la Casa Blanca a reprogramar su visita, para enfocarla en Dublín, a donde el presidente estadounidense viajará este mismo miércoles tras su único evento público en Belfast, un discurso en la inauguración de la nueva Ulster University, a la que no acudirá Sunak. La diplomacia estadounidense funcionará en privado, pues está previsto que el mandatario sostenga reuniones en privado con los líderes de los cinco partidos regionales para desatascar la situación.

En la República de Irlanda le espera a Biden una serie de varios eventos, como una intervención ante las dos cámaras del Parlamento en la Leinster House, un encuentro con el presidente y el primer ministro irlandés, así como paradas programadas en los condados de Louth y Mayo, donde tiene previsto que visite a sus familiares lejanos. Biden se une a la larga lista de mandatarios estadounidenses con ascendencia irlandesa, que no deja pasar la oportunidad para sacarla a colación, así como su fe católica, otro signo de identidad con los republicanos, mientras que los unionistas son mayoritariamente protestantes.

La visita de Biden está resguardada por un fuerte operativo de seguridad, como es usual en el presidente norteamericano, pero que ha sido reforzada a su llegada a la isla debido a las hostilidades y a las alertas de terrorismo, usuales en el largo conflicto irlandés que data de 1922.

Además, el presidente estadounidense tiene cuidado de realizar declaraciones que puedan molestar a los unionistas, regularmente muy sensibles respecto a las presiones exteriores, a pesar de EE UU fue uno de los principales mediadores para conseguir el pacto de Viernes Santo. Los probritánicos protestantes también le guardan cierto recelo al mandatario estadounidense, debido a que lo consideran un político más próximo a la República, tanto por su posición geopolítica como su herencia. @mundiario

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