Bescansa, ¿la baronesa gallega de Podemos?

Carolina Bescansa. / Mundiario
Carolina Bescansa. / Mundiario

Conoce bien el terreno en el que ha decidido dar la batalla, incluso mejor que su oponente, Gómez-Reino. Además, Carolina Bescansa recibió varios ofrecimientos para que desembarcase en Galicia con todas las consecuencias.

Bescansa, ¿la baronesa gallega de Podemos?

Lo confirman los promotores de su candidatura al liderazgo de Podemos Galicia. Carolina Bescansa viene para quedarse. Sea cual sea el resultado de su incierto duelo con Tone Gómez-Reino, ella tiene tomada la firme decisión de hacer política en Galicia y desde Galicia, que para algo es la tierra donde nació, en la que se hunden sus raíces familiares y con la que mantiene vínculos afectivos a los que nunca renunció a pesar de residir en Madrid desde hace más de dos décadas. Nada de usar la organización gallega como trampolín desde el que asaltar el trono de Pablo Iglesias, o como un retiro dorado, o un Plan B, tras su fracaso en Madrid. Si acaso, este será su feudo, su fortín, su baronía, o su tal vez su último reducto. Ya se verá. 

Precisamente por su origen, Bescansa fue la persona a la que sus compañeros fundadores de Podemos le encargaron que tutelase la puesta en marcha de la franquicia gallega del nuevo partido y así lo hizo. Carolina apadrinó al primer secretario xeral, Breogán Rioboo, y mientras le fue posible mantuvo la línea de colaboración con una Carmen Santos, que dio la sorpresa al derrotar en 2016 en una elección muy reñida a la oficialista Anxela Rodríguez "Pam", a quien apoyaba Tone, que por aquel entonces prefería permanecer en un segundo plano. Conoce bien el terreno en el que ha decidido dar la batalla, incluso mejor que su oponente.

Distintas fuentes, además de los propios interesados, confirman que Carolina Bescansa recibió varios ofrecimientos para que desembarcase en Galicia con todas las consecuencias. Se hizo de rogar, pero al final recoge el guante que elegantemente le lanzó el equipo de Santos, convencido de que con tienen las de ganar si el aparato estatal de Podemos juega limpio y garantiza un mínimo de neutralidad, a pesar de la innegable afinidad política -y amistad personal- de Pablo Iglesias con Tone.  Bien mirado, tampoco arriesga casi nada. No tiene mucho que perder dada su posición de diputada rasa por Madrid en el Congreso, sin cargo orgánico en el partido y con la dirección estatal decida a condenarla al ostracismo.

Sin duda, la política gallega gana nivel con el desembarco de una figura destacada y con un papel hasta hace bien poco estelar en el escenario político nacional. A sus futuros contrincantes, de Feijóo a Ana Pontón o a quien asume el liderazgo de Ciudadanos, les sobran razones para inquietarse porque Carolina Bescansa es un animal político con la cabeza muy bien amueblada, una sólida formación, una ágil esgrima dialéctica y un talante tranquilo y constructivo, que puede proyectar Podemos hacia espacios rupturistas pero menos radicales en los que hasta ahora no calaba el mensaje de los morados. Quien más quien menos, en la banda izquierda van tener que recolocarse. Y está por ver que haya sitio para todos. @mundiario

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