Berlín y París apuestan por mantener la atención de España sobre el eje francoalemán

Arancha González Laya. / RR SS
Arancha González Laya. / RR SS
España ha pasado de abrazar una especie de G-3 con Francia y Alemania a considerar nuevos encajes, entre ellos, la cooperación con Polonia y Hungría. 
Berlín y París apuestan por mantener la atención de España sobre el eje francoalemán

El movimiento estratégico que busca desplegar el Gobierno de España en el escenario europeo genera expectativa en los mandatarios de Francia y a Alemania. En ese sentido, el eje francoalemán, que constituye el motor tradicional de la UE, aspira a conservar al Gobierno español como firme aliado. Esto, a pesar, del giro que ha expresado la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, de diversificar los lazos en el seno del club comunitario. En ese sentido, y en procura de los primeros contactos, el Gobierno de Alemania ha invitado a la ministra a Berlín y una alta representante del Ministerio de Exteriores de Francia visita este martes Madrid.

Durante estos cortos meses, España ha pasado de abrazar una especie de G-3 con Francia y Alemania a considerar nuevos encajes, entre ellos, la cooperación con Polonia y Hungría en la lucha por el mantenimiento de los fondos de cohesión en el bloque comunitario. No obstante,  ya en la última etapa de Josep Borrell como ministro se apreciaron intentos de abrir el abanico de las alianzas, los primeros pasos de González Laya como jefa de la diplomacia han dejado ver la diferencia.

En esa línea, el giro ha causado cierta inquietud en las sedes diplomáticas de París y Berlín. De acuerdo con fuentes de El País prefieren restar importancia a los comentarios concretos y valorar el europeísmo que exhibe España como clave para estrechar la colaboración en la UE post-Brexit. “Es normal que cada país busque sus socios en función de sus intereses en un tema; no es una gran sorpresa y también se percibía con Borrell. Lo importante, y de esto no cabe ninguna duda, es que siempre se reme en la misma dirección: por una Europa fuerte y solidaria”, señalan fuentes diplomáticas alemanas, que abogan por “hacer avanzar el proyecto europeo común más allá de los intereses particulares”.

La Francia de Emmanuel Macron, uno de los líderes europeos que más empatía mostraron con Pedro Sánchez cuando llegó al poder, apela a la implicación directa de España en el núcleo de la UE como clave en el nuevo ciclo europeo. “No podemos construir una Europa soberana sin una gran implicación de España. Francia y la pareja francoalemana esperan mucho de sus principales socios, en particular de España, para responder a los desafíos europeos”, indica una fuente diplomática francesa.

Vale destacar, que desde su adhesión a la UE, en 1986, España ha permanecido bastante apegada al eje franco-alemán. “La única vez que nos alejamos fue en 2001, con José María Aznar, y eso sí que fue un movimiento estratégico, motivado por la guerra de Irak”, recuerda Ignacio Molina, investigador principal del Real Instituto Elcano. Este experto es rotundo en el análisis: “No es posible alejarse del eje; lo puede hacer Orbán [primer ministro de Hungría] como lo pudo hacer Aznar, pero todo en la UE pasa por ese núcleo”.

Asimismo, la agenda de los primeros días de la ministra ha sido simbólica: los primeros ministros a los que ha recibido en la sede del ministerio han sido el italiano, Luigi di Maio, y el griego, Nikos Dendias. Se trata de una mirada más mediterránea hacia unos Estados, especialmente Italia, con los que España ha tenido tradicionalmente relaciones más complicadas. @mundiario

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