La batalla suprema por la Casa Blanca se perfila entre Hillary y Trump

Hillary Clinton vs Donald Trump.
Hillary Clinton vs Donald Trump.

El senador republicano por la Florida Marco Rubio se retiró de la contienda, después de perder en todos los condados de su estado excepto en Miami-Dade. Ahora parece que toca crispación y fanatismo vs. solidaridad y esperanza.

La batalla suprema por la Casa Blanca se perfila entre Hillary y Trump

Hillary Clinton por el Partido Demócrata y Donald Trump por el Republicano arrasaron en las primarias de la Florida de este martes. Trump también ganó en los estados de Carolina del Norte, Missouri e Illinois, y Hillary se impuso en la Florida, Carolina del Norte, Missouri, Illinois y Ohio.

El senador por la Florida Marco Rubio, derrotado en su propio estado, abandonó la contienda. Dijo que “no está en los planes de Dios” que él sea presidente este año.

El senador independiente por Vermont, Bernie Sanders, también candidato por el Partido Demócrata, perdió en la Florida frente a Hillary por amplio margen. El socialdemócrata Sanders quiere atención médica gratis y educación universitaria gratis para todos los norteamericanos. Lamentablemente, muchos votantes, aun sin ser ricos, están prejuiciados. Para ellos, cualquier palabra que empiece con el prefijo “social” es anatema. Y ni hablar de socialismo, aunque sea la variante light y democrática que tan buenos resultados ha dado en los países nórdicos, por ejemplo. Algunos han llegado a decir que Sanders pretende llevar a cabo una revolución estalinista en los Estados Unidos. El colmo del disparate, pero así funciona la mente de los extremistas.

La batalla será entre la crispación y el fanatismo por un lado, y la solidaridad y la esperanza por el otro

La batalla final por la Casa Blanca ya se está perfilando, y los contendientes casi seguro serán Hillary y Trump. De acuerdo con muchas encuestas, Hillary ganaría ese combate. Pero no hay que cantar victoria antes de tiempo. El multimillonario magnate arrastra a gran parte del público, a gentes que creen en el Destino Manifiesto y en “la carga del hombre blanco”. Son muchos.

Y además, lo que veremos de aquí a las elecciones de noviembre es un recrudecimiento de los ataques de la derecha contra Hillary, echándole a la candidata demócrata toda la culpa del incidente del consulado norteamericano en Bengasi, el 11 de septiembre de 2012, en el que perdieron la vida el embajador Christopher Stevens y tres norteamericanos, y también amplificando el dilema de los correos electrónicos enviados desde una cuenta privada de Hillary cuando era secretaria de Estado.

La batalla final, pues, muy posiblemente será entre un adinerado populista que derrocha una retórica socialmente divisiva y ofende a mujeres, minorías e inmigrantes, y una política experimentada con un mensaje a favor de la clase media, de los trabajadores y de los inmigrantes. La batalla será entre la crispación y el fanatismo por un lado, y la solidaridad y la esperanza por el otro.

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