Baltasar Garzón, camino de enmendarse una injusticia

Baltasar Garzón
Baltasar Garzón.
El Comité de Derechos Humanos considera que la demanda de Garzón cumple los requisitos de admisibilidad.
Baltasar Garzón, camino de enmendarse una injusticia

El Comité de Derechos Humanos de la ONU acaba de  admitir  la demanda que  Baltasar Garzón presentó en 2016 contra España, en la que denuncia vulneración de derechos fundamentales y falta de parcialidad en el proceso en el Tribunal Suorfemo y  por el que fue condenado en 2012  a su  inhabilitación  durante 11 años.

Garzón había  ocupado  durante 22 años el juzgado central  de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, y como  se señala en la demanda,  fue "víctima de una persecución y represalias" por sus instrucciones  sobre el caso Gürtel y  los crímenes del franquismo. A estos procedimientos  seguidos en el Supremo por prevaricación se le unió la  causa por la financiación por parte del Banco Santander de unos cursos en la Universidad de Nueva York. Unos procedimientos que,   según el ahora abogado  jurista, fueron "arbitrarios y abusivos, y  violaron su derecho a "un tribunal independiente e imparcial". Garzón recuerda al Comité de Derechos Humanos  que las tres causas contra él se tramitaron "en escaso tiempo" y  se hicieron con el objetivo de "obstaculizar" sus investigaciones en el caso del franquismo y sobre "importantes dirigentes del PP".  De esos  tres procesos, Baltasar  Garzón fue absuelto en el del franquismo y los cursos de la Universidad de Nueva York, pero condenado a la pena de  inhabilitación por  11 años por las escuchas a los abogados del caso Gürtel. Hay que recordar que dichas intervenciones de comunicaciones habían sido  solicitadas en su momento por la policía y  por dos fiscales anticorrupción y fueron  prorrogadas por otro juez,   sin que ninguno de ellos apreciara ningún reproche penal. 

Baltasar Garzón argumenta en su demanda que el Tribunal Supremo debería haber impedido la celebración del  juicio en  los casos por su investigación del franquismo y la  Gürtel al "no estar justificadas las circunstancias excepcionales bajo las cuales los jueces pueden ser procesados bajo el derecho español y por tratarse de querellas políticas". La "arbitrariedad" de las investigaciones realizadas por el instructor del Supremo, "resulta evidente".  Y, en el caso  Banco de Santander, el  instructor lo admitió a trámite pese a que el Supremo había desestimado una querella anterior por los mismos hechos y a pesar de que el  delito de prevaricación había prescrito. Garzón sostiene que el Tribunal  que lo condenó  carecía de imparcialidad, y  recuerda cómo Luciano Varela, instructor principal de la causa por la  investigación de los crímenes del franquismo, asistió a los querellantes —Manos Limpias— en la modificación de sus escritos de acusación, y cómo el propio Varela, ya jubilado, formó parte, a la vez, de la sala que le juzgó por el caso Gürtel. 

La representación del Estado español alegó  ante el comité que no existían  "indicios de estrategia persecutoria" y pidió cerrar el caso. El Comité de Derechos Humanos considera, no obstante, que la demanda de Garzón cumple los requisitos de admisibilidad y, por ello, ahora  exige  a España "explicaciones" para "aclarar el asunto" en un plazo de seis meses. 

Baltasar Garzón y todos los que desde un principio estábamos covencidos de su falta de responsabiliddad penal, surcamos ahora por el buen camino que debe conducir a la justicia de su  rehabilitación, con todas las  consecuencias. @mundiario

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