Garzón apela a la sociedad civil, concepto al que también suele referirse Mario Conde

El exjuez Baltasar Garzón.
El exjuez Baltasar Garzón.
En diversas entrevistas del exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón figura el uso continuado del concepto "sociedad civil", lo que también es frecuente en las declaraciones de Mario Conde.
Garzón apela a la sociedad civil, concepto al que también suele referirse Mario Conde

Este miércoles 3 de julio se presenta en el Ateneo de Madrid la llamada plataforma de Garzón, Convocatoria cívica, en la cual estarán, entre otros, Mayor Zaragoza o Juan Torres. No es casualidad que el descrédito de la democracia, aunque algunos solo lo limiten a los partidos, haya dado como resultado sintomático una serie de iniciativas egocéntricas o plataformas en torno a figuras carismáticas que se han presentado como salvadores de las esencias democráticas y regeneradores de la vida pública. Hay que reconocer que el verbo "regenerar" está dando un juego extraordinario en nuestro sistema político.

Sin embargo, y quizás sea uno de los muchos defectos que tiene este que les escribe, yo siempre he creído en el voto y en los partidos por encima de cualquier movimiento social o acción política colectiva. No es que esté en contra de formas no convencionales de participación política o de las diversas manifestaciones de protesta y defensa de los derechos como la PAH, pero creo que estamos infravalorando el poder de una herramienta que en un régimen democrático es absolutamente clave: las urnas electorales. Es más, lo diré claramente: en la calle es más difícil y costoso de conseguir ciertas cosas que en el Parlamento. Más que nada porque es en el Parlamento donde se hacen las leyes. No siempre el poder reacciona ante los movimientos colectivos con facilidad, pues en ocasiones la respuesta es la represión aunque no siempre se escenifique de manera policial o violenta. La mayoría de movimientos que han conseguido parte de sus objetivos, rara vez consiguen todos, lo han hecho a través de su propia institucionalización, por lo que el punto de llegada es el mismo contra el que se luchaba en su punto de partida.

El manifiesto que da lugar a Convocatoria cívica contiene una serie de puntos que comparto plenamente y que, además, pienso que reflejan el sentir mayoritario de muchísimos españoles de ideas progresistas. Pero una vez más termina fallando en su intención de proponer una solución fuera de los partidos y mediante fórmulas bastante vagas e inconsistentes. Por ejemplo: "para conseguirlo resulta necesario abrir un proceso de diálogo y convergencia social, lo más amplio posibleasentado en medidas precisas que se orienten a la regeneración política y la reactivación económica". ¿Qué nos quiere decir con esto? Se admiten múltiples interpretaciones, no en los fines a conseguir sino en los métodos para conseguirlos. A mi juicio es una manera de practicar un rodeo dialéctico que evite pronunciar, de alguna manera, la palabra "partido político". Algo que, sin embargo, aparece implícito en el siguiente párrafo: "por eso hacemos este llamamiento solicitando a la ciudadanía que se comprometa de forma responsable en la construcción de una alternativa política y social basada en los principios de igualdad real, participación, diversidad, pluralidad y defensa de los derechos humanos". ¿Pretende, de esta manera, Garzón impulsar una organización política con la cual proyectarse de cara a las europeas? Recordemos que, salvando por supuesto las distancias, Ruiz-Mateos consiguió ensayar esta fórmula con éxito en las europeas del 89. No olvidemos tampoco que en diversas entrevistas del exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón figura el uso continuado del concepto "sociedad civil", lo que también es frecuente en las declaraciones de Mario Conde.

Pero indaguemos un poco más en esto de los movimientos sociales porque es algo que no solamente Garzón lo mima, sino que el propio Zapatero, en una de sus últimas apariciones, explicó que sería la presión social la que conseguiría que los derechos que se están destruyendo por la derecha volviesen a reconquistarse. Y, una vez más, muestro mi desacuerdo. Es evidente que la voz de la calle, el sentir de la mayoría, es un factor decisivo e imprescindible para la salud de un gobierno democrático, y por esto mismo el gobierno de Rajoy padece una enfermedad terminal respecto a su naturaleza democrática. Pero es evidente que solamente la llegada de un ejecutivo progresista, de izquierdas, podrá reponer todo aquello que está siendo sacrificado por el Partido Popular con la excusa de la crisis pero siempre con la motivación de su plan de ingeniería política y social para España.

Entiendo que cuando una sociedad reniega de sus políticos y los señala como los culpables de todo, busque otras formas de sostener, mantener y practicar la democracia para no perder definitivamente su libertad y su dignidad como colectivo político. Pero la sociedad, en esta decisión, comete el error, muchas veces inducido interesadamente por poderes o personalidades, de no saber valorar, en su justa medida, el lugar que ocupa cada elemento en el sistema político de nuestro país. Hay quien habla de participación política como un reclamo para la manifestación pública, pero también podemos hablar de la participación política como la afiliación de los ciudadanos en los partidos existentes para cambiar y ser protagonistas, desde dentro, del modelo de partidos en una democracia que tanto manifestamos en las encuestas que queremos una inmensa mayoría de los españoles.

La conclusión, en definitiva, es clara: cada plataforma, manifiesto o movimiento que surja en torno a una personalidad fuerte, ya sea Garzón o Anguita, resta valor al instrumento del voto. Y paralelamente, quizás de manera subconsciente, se empiezan a considerar estas plataformas o movimientos como alternativas a la acción política de los partidos. Que nadie nos engañe en este sentido. Si queremos pedir lo imposible, adelante, pero siempre sabiendo que solamente se pueden conseguir estos imposibles dentro del marco de los partidos políticos. @marcial_enacion

Comentarios