Aznar intenta justificar su vuelta a costa de hundir a Rajoy, que le debe el puesto

El expresidente José María Aznar.
El expresidente José María Aznar.
Que este personaje diga que no le gusta la política de Rajoy, en vez de dejarnos con la boca abierta intuyendo la que nos viene encima, nos plantea la duda de si mandarle al club de la comedia.
Aznar intenta justificar su vuelta a costa de hundir a Rajoy, que le debe el puesto

 

Justo cuando nos enteramos de que la trama Gürtel también pagó otra fiesta más, la boda de la hija del Sr. Aznar, aparece éste como siempre, haciendo y diciendo de las suyas, que por calificarlas de alguna manera yo diría simplemente que debe de pensar que somos idiotas. Se queja de la política de alguien a quien él nombró a dedo, en una entrevista donde cabe la posibilidad de que vuelva, ¡qué miedo! Es poco más que surrealista, según éste señor, el tema de la boda es simplemente una mala información, en eso coincido, malísima, pero que habla de ellos, y de todos sus chanchullos, debían de pensar que nunca nos enteraríamos o que iba a quedar todo en la anécdota porque total fue un “regalito”, y para esta gente que son 30.000€… calderilla. Aznar quiso de alguna forma dejar al aire esa idea de que el entorno del actual presidente es el responsable de las filtraciones.

La parrilla de salida en el PP ahora mismo arde. De cualquier forma, y pensando en esa posible división dentro del partido, deberían de ser realistas. La imagen de Aznar está muy deteriorada, y pensar que él pueda ser una opción, sinceramente ya puestos, es mejor  ir de culo y cuesta abajo.

Con respecto a su responsabilidad, creo que nunca ha sabido muy bien definirla, no creo que tenga ningún tipo de conciencia, y mucho menos con su partido, y para qué hablar del país: salir de esta forma, haciendo este tipo de declaraciones, es querer como ha hecho siempre desviar la atención que le señala ya directamente a él, pensando que así asume cualquier tipo de acusación injusta.

De cualquier forma, que este personaje diga que no le gusta la política de Rajoy, en vez de dejarnos con la boca abierta intuyendo la que nos viene encima, ya nos plantea la duda de si mandarle al club de la comedia, donde creo que también fracasaría.

Su posible regreso es una maniobra quizá diseñada por esos asesores que tienen todos, y que los deben de tener en algún sitio desde el que no perciben muy bien la realidad. Que desde el Gobierno se defiendan todo tipo de políticas opresivas y diga él, que no está de acuerdo, o que no le gusta cómo va el partido, es de risa.

El circo de Rajoy ya asoma unos cuantos enanos con síntomas de gigantismo, y los leones, no los de la entrada al Congreso de los Diputados, sino los que comen en sus filas, ya intuyen una posible dentadura postiza…

Aznar pretende salvar la derecha, salvarse él, salvar la imagen de quienes saben muy bien criticar otras acciones del mismo calado o parecido, o el puestecito de su mujer tumbando a Rajoy con perlas como: "Yo no he visto en ningún caso que Blesa haya sido acusado de ningún delito", que esto es otra gran historia… o "me gustaría ver una acción de Gobierno muy definida por un proyecto político y unos objetivos históricos renovados"... Lindezas para intentar enterrar toda la mierda que les está salpicando día a día.

En las primeras horas del naufragio del Titanic parece que también hubo optimismo.

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