Aviones sobre el territorio, ofensas, ofrendas, tradiciones y razones

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Aviones sobre el territorio
El 25 de julio es una fecha suficientemente grande para que en ella quepamos todos, incluida la patrulla Águila del Ejército del Aire
Aviones sobre el territorio, ofensas, ofrendas, tradiciones y razones

El 25 de julio es una fecha suficientemente grande para que en ella quepamos todos: los que la celebran de una forma, los que le dan otro significado y los que no le dan ninguno o los que sentimos el mismo respeto por todas, cada una en su ámbito. Por ello, ha sido calificado de “rabieta” la protesta de algunos que se han considerado agraviados porque una patrulla Águila del Ejército del Aire haya dibujado, como se hace en otras conmemoraciones nacionales, los colores de la bandera oficial de España que, por cierto, no es una bandera monárquica, sino uno de los símbolos del Estado, reconocida internacionalmente. Ya el propio general republicano Vicente Rojo dijo que uno de los errores de la II República fue cambiar de bandera, al contrario de la I que se limitó a retirar los símbolos monárquicos del escudo. En todo caso, que los aviones de España sobrevuelen con el motivo que sea cualquier espacio del territorio español es una cosa tan normal que a nadie se le puede ocurrir que eso sea una ofensa para nadie, le guste más o menos, y menos en una fecha tan simbólica como el Día de Santiago. Esto de formar una estela con los colores nacionales lo vimos por primera vez hace años en París el 14 de julio, y luego se extendió a España.

Otra cosa es que unos pretendan que esa fecha es sólo de ellos e incluso critiquen, deslegitimen y sugieran simplemente que los otros dejen de hacerlo, donde, por cierto, la idea que representan lleva varios siglos celebrándose. En ese sentido viene a cuenta la afirmación del sociólogo Giovanni Sartori que señala que determinadas celebraciones europeas, de inicial carácter religioso, se han convertido en tradiciones socioculturales que las sociedades y las gentes asumen como parte de su propia personalidad colectiva. En ese sentido, cabe citar que en el preámbulo del proyecto de Constitución europea se recuerda que Europa se fundamenta “en la herencia cultural, religiosa y humanista a partir de la cual se han desarrollado los valores universales de los derechos inviolables e inalienables de la persona humana, la democracia, la igualdad, la libertad y el Estado de Derecho”. Resulta ocioso citar que la tradición jacobea forma parte esencial de ese entramado y con ello las celebraciones construidas con ella.

Pero los mismos a quienes molesta y, por lo visto humilla, ver dibujado en el cielo los colores de la nación de la que, les guste o no, son ciudadanos, con independencia de su vecindad civil que es lo único en Derecho que nos diferencia a los españoles, según donde vivamos y no ninguna otra razón, digo que a algunos de esto no les basta con celebrar lo suyo, sino que quieren borrar del mapa lo que celebran otros. Y conviene recordarles que los gallegos somos todos los que, con independencia de su origen, residen aquí y poseen nacionalidad española. ¿O es que somos otra cosa?, ¿o es que estos ofendidos reparten el carné de gallegos por su cuenta?

La realidad histórica de España

Sobre esa transposición a la que alude Sartori, Américo Castro escribe en La realidad histórica de España (Madrid, 1954): «Los confines entre lo real y lo imaginario se desvanecen cuando lo imaginado se incorpora al proceso mismo de la existencia colectiva, pues ya dijo Shakespeare que "estamos hechos de la materia misma de nuestros sueños". Cuando lo imaginado en uno de estos sueños es aceptado como verdad por millones de gentes, entonces el sueño se hace vida, y la vida, sueño». (…..) En la centuria siguiente, Santi Yagüe (Santiago) será entronizado anti-Mahoma y su santuario compostelano se convertirá en la anti-Caaba. Dicha mutación confiere a la leyenda su carácter definitivo. Compostela pasa a ser el punto de convergencia de la cristiandad militante en oposición a La Meca, y la popular romería del Camino de Santiago, la réplica franca y galaico-leonesa al haÿÿ (la santa peregrinación musulmana)».Matamoros [640x480]

El "Matamoros" reformado

Nicasio Salvador Migue concluye:  “Si convenimos en entender por mito un falso relato que atañe en especial a un asunto religioso; por historia, la narración veraz o pretendidamente veraz de acontecimientos pasados o presentes; y por literatura, la expresión y recreación artística mediante la palabra de un mundo imaginado, por mucha inspiración realista que conlleve, pocos sucesos de la época medieval ofrecen una imbricación tan nítida entre las tres categorías como el caso de Santiago el Mayor…..(….) A lo largo de la Edad Media se impusieron tres peregrinaciones de carácter internacional a sendos destinos que, por razones bien diversas, se convirtieron en símbolos de la Cristiandad: Jerusalén (y, en general, Tierra Santa), Roma y Compostela”.

En suma, conviene recordar a los iconoclastas que consideran que se debe rebajar la tradición jacobea de uno de sus elementos esenciales que la cultura como proceso histórico-social hunde sus raíces en los orígenes y en el imaginario popular y cada expresión forma parte consustancial de ella, siendo así la mitología y las tradiciones son elementos fundamentales en la configuración de la identidad de un pueblo. Nos enseñó Américo Castro, entre otros que el mito o la creación literaria son elementos que ayuda a configurar el concepto romántico de nación. Con frecuencia la conciencia nacional está vinculada a la literatura: “Finlandia se la debe a las baladas heroicas de sus héroes mitológicos. Flandes celebra su día nacional en el aniversario de una batalla de 1302, recupera y exaltada en una novela (El León de Flandes, 1838). ¿Y qué decir de los británicos, de las leyendas artúricas, de Scott, cuyas novelas propugnan la unificación nacional, como Ivanhoe (1819)?  ¿Valen esos mitos y no nuestro Santiago?  ¿Vale creer que Mahoma –como millones creen- subió al cielo en un caballo blanco, pero negamos al tiempo que también era blanco el caballo (mitológico) de Santiago?

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