El Atlántico, lejos de la Transeuropea, envidia a los corredores Mediterráneo y Central

José Luis Ábalos, dirigente del PSOE.
José Luis Ábalos. / Mundiario

Los planes cuyo desarrollo exige varias legislaturas no solo procede pensarlos, sino también consensuarlos con la Oposición –en democracia hay alternancia– y con otras administraciones implicadas, léase en este caso la Comisión Europea y los gobiernos de las comunidades afectadas.

El Atlántico, lejos de la Transeuropea, envidia a los corredores Mediterráneo y Central

El llamado Corredor Atlántico –al menos sobre el papel– es un corredor ferroviario de pasajeros y mercancías que conecta los puertos de la fachada atlántica con el interior y el resto de Europa. El interés de Portugal por conectarse con Francia y los países del norte le lleva, en su lógica, a no dar la vuelta por Galicia, lo cual le resta masa crítica al noroeste, que se ve descolgado, incapaz de sumar la pujante área metropolitana de Oporto, cuya primera salida es la meseta.

Consciente de esta débil situación, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, tuvo la habilidad de aliarse con dos presidentes que están de salida: el de Asturias, del PSOE, y el de Castilla-León, del PP. Ambos le echaron una buena mano para reivindicar que Galicia no se quede descolgada del Corredor Atlántico. Feijóo sabe que en Asturias, detrás de Javier Fernández, llegará Adrián Barbón, proclamado candidato del PSOE a la Presidencia del Principado este 2019, y que en Castilla-León, Juan Vicente Herrera dará paso a Alfonso Fernández Mañueco como candidato del PP a la Junta, que heredarán, por tanto, una hoja de ruta consensuada. Después ya se verá si le siguen bailando el agua a Feijóo o no, pero de entrada tendrán que pensárselo. Sean ellos los que ganen las elecciones autonómicas en Asturias y Castilla-León o sean otros.

Fue tal el revuelo que montaron Feijóo, Fernández y Herrera que en el Gobierno de España el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, se puso nervioso y reaccionó antes de que se le plantasen en Madrid el pasado martes 26 de febrero. Improvisó un gran evento y vendió un poco de humo. La inversión global alcanzaría los 41.000 millones pero 16.900 millones están aún por ejecutar. Todo un ramillete de proyectos llamados a modernizar el Corredor Atlántico de ferrocarril.

Hay elecciones, subió la presión y los miles de millones de multiplicaron como si fuesen panes y peces. Pero el primero que sabe que detrás de todo eso hay poca cosa es José Luis Ábalos. Al menos a día de hoy.

Los planes que se desarrollan en varias legislaturas no solo conviene pensarlos un poco, sino también consensuarlos con el partido de la Oposición –en democracia hay alternancia– y con otras administraciones implicadas, léase en este caso la Comisión Europea y los gobiernos autonómicos de las comunidades afectadas.

Esta manía de hacer política con grandes eventos y poca sustancia puede tener impacto mediático –todos sabemos la razón de fondo– pero suele quedarse en lo que realmente es: poca cosa.

A veces gobernar así –haciendo maquetas– no tiene consecuencias pero en este caso sí, ya que la Red Transeuropea de Transporte (TEN-T) tiene un calendario comunitario, que finaliza en 2031. Faltan 12 años. El AVE llegó a Sevilla en 1992, hace 27 años. A Vigo y a Coruña todavía no.

La realidad indica que todo marcha bien para que el Corredor Mediterráneo y el Corredor Central sean parte de la Transeuropea. Pero un gran evento, ante una gran foto, no va a colocar Galicia en la TEN-T. Está en juego que esté o no en la red de transportes, tanto de personas como de mercancías, de la península ibérica con el resto del continente europeo. De entrada, Feijóo exige más fondos para poner la red ferroviaria a la altura competitiva que exige la Red Transeuropea de Transporte, a lo que habría que añadir plazos estrictos, que tampoco hay. Y un compromiso empresarial. De hecho, la carencia de enlaces del Corredor Atlántico a los grandes puertos de Galicia supone una amenaza que puede ir más allá de quedarse fuera del mapa del transporte europeo. “Si no sabemos lo que pasa en el mar, no sabremos lo que pasa en el comercio internacional”, avisó hace casi un año Fernando González Laxe, catedrático de Economía Aplicada de la Universidade da Coruña, en su ponencia sobre la situación de esta comunidad durante la IX Reunión A Toxa del Foro Económico de Galicia. @J_L_Gomez

–––––– LOS PROTAGONISTAS ––––––

> José Luis Ábalos, ministro de Fomento.- Sobre el papel, el Corredor Atlántico está llamado a mejorar la conexión de Galicia con el centro peninsular, fomentar el desarrollo de la franja oeste del país y permitir el paso de la carga hacia el centro de Europa. La realidad suscita dudas.

> Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta.- No solo ve escaso el plan presupuestario de José Luis Ábalos para el Corredor Atlántico noroeste. En el documento que improvisó Fomento hay 3.470 millones de euros para la variante de Pajares que, recordó con ironía, ya está hecha.

> Javier Fernández, presidente del Principado.- Al igual que los presidentes del PP de Galicia y Castilla-León, este socialista intervino el martes 26 de febrero en Madrid en un desayuno que se celebrará en el hotel Westin Palace bajo el título "Corredor Atlántico: la hora del Noroeste de España".

> Juan Vicente Herrera, presidente de Castilla-León.- El respaldo de las instituciones europeas al Corredor Atlántico permitirá solicitar fondos del mecanismo Conectar Europa para la electrificación de la red existente, renovar las instalaciones y permitir la circulación de trenes de mayor longitud. @mundiario

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