Un ataque ruso deja al menos 10 muertos en una fábrica en Donetsk
Ucrania denuncia una arremetida rusa contra una fábrica coquizadora en la región disputada por Moscú y Kiev, mientras, las evacuaciones en Mariúpol se vuelven imposibles.
Un ataque ruso ha dejado 10 muertos y 15 heridos, según ha denunciado las autoridades ucranianas. El ataque del Ejército del Kremlin fue contra una fábrica coquizadora ubicada en la región del Donetsk. El anuncio lo dió Pavlo Kirilenko, jefe de la administración militar regional de la zona.
Las instalaciones se ubican en la ciudad de Avdiivka y se encargan de generar coque y gas crudo a partir del carbón. "Al menos diez muertos y quince heridos son las consecuencias del bombardeo de los invasores rusos sobre la planta de coque de Avdiivka. El número de víctimas puede ser mayor", afirmó Kirilenko a través de un mensaje difundido en Telegram.
Según el jefe militar, las fuerzas rusas sabían "exactamente" hacía dónde apuntar debido a que al momento en que ocurrió el bombardeo, los trabajadores acababan de culminar su turno y estaban a la espera del bus para regresar a sus hogares. "Otro crimen cínico de los rusos en nuestra tierra", dijo Kirilenko, que luego agregaría que Rusia acabaría pagando "por todo".
Por su parte, la viceprimera ministra de Ucrania, Irina Vereshchuk, afirmó que hay más de 40 militares gravemente heridos y atrincherados en planta siderúrgica de Azovstal, en Mariúpol. "Ahora hay más de 40 heridos graves que necesitan ser rescatados. Las autoridades ucranianas han apelado a Rusia y exigen encontrar una solución y traernos a aquellos que no son combatientes y deben ser trasladados a Ucrania en virtud de los Convenios de Ginebra por estar gravemente heridos", señaló.
Esta semana llegaron desde la menciona planta decenas de personas a Zaporiyia, una ciudad más alejada de la batalla campal que se vive en Mariúpol. Está evacuación se logró gracias a la intervención de la Cruz Roja y la ONU, organismos que consiguieron que ambas partes pactaran un alto al fuego temporal. Aún quedan cientos de personas atrapadas en el laberinto de tuneles de Azovstal, pero por ahora parece imposible otra evacuacion luego de que continuarán las agresiones.
La planta es el último bastión de defensa que queda en Mariúpol, ciudad que Rusia desea conquistar para así conseguir el control del lado este y sureste de la zona más cercana a su frontera, limitando el alcance de Ucrania al mar. Rusia no consiguió imponerse en la capital, pero todo indica que podría hacerse con el control de las zonas más cercana a su frontera, logrando uno de los objetivos de Putin: expander el territorio ruso. @mundiario
