El ataque de Orlando da a Trump una excusa para esgrimir la islamofobia

Donald Trump. / univision.com
Donald Trump. / univision.com

El ataque al club Pulse en Orlando Florida le da a Trump la oportunidad de legitimar la retórica islamofóbica frente al electorado de los Estados Unidos.

El ataque de Orlando da a Trump una excusa para esgrimir la islamofobia

El tiroteo del 12 de junio en Orlando ha sido un motivo de consternación y tristeza para la mayoría de los estadounidenses. Para Donald Trump el ataque ha significado la oportunidad perfecta para reiterar que prohibirá la entrada de musulmanes a los Estados Unidos, independientemente de si son radicales o no, y sin importar de qué país del mundo procedan. Hoy cerca de 19,6% de la población mundial es musulmana frente a un 33% de cristianos, un porcentaje nada despreciable y que no hace más que incrementar. Lamentablemente los musulmanes han sido asociados indistintamente con el terrorismo, y se ha olvidado que el fundamentalismo abarca nada más un porcentaje de este universo, y que la Yihad es la guerra santa sólo para ese porcentaje.

Haciendo memoria recordamos que los años que siguieron a los ataques en Nueva York y Washington el 11-S fueron testigos de nuevos actos de violencia en nombre de varias organizaciones terroristas como al-Qaeda. En 2002 se dio el atentado en un club nocturno de Bali, Indonesia que termino con la vida de 200 personas, más tarde nos llegó la noticia de las bombas colocadas en los trenes de las cercanías de Madrid en 2004 que cobraron la vida de alrededor de 200 viajeros. Y como olvidar las 52 personas que murieron también en 2005 en Londres a causa de las bombas coordinadas que explotaron en distintos vagones de metro y un autobús.

Ahora mediada la segunda década del siglo XXI nos encontramos con el Estado Islámico, grupo que inaugura una nueva forma de terrorismo, aunque por los mismos métodos de siempre, el terror. Para los expertos el Estado Islámico llega a ser incluso una especie de protoestado que tiene pretensiones globales. Ante tal enemigo es muy sencillo para Trump hablar de vetar la entrada de musulmanes a un país que ha sido incluso engrandecido por muchos técnicos y científicos de creencias islámicas, y encontrar simpatías. Especialmente en un momento de gran sensibilidad y ante un ataque tan atroz. Trump incluso insinuó este lunes que el presidente Barack Obama podría tener algún grado de complicidad en el hecho afirmando que él “no se entera, o se entera mejor de lo que cualquier persona pueda entender. O una cosa, o la otra”. Debemos recordar que Trump fue precisamente uno de los más fervientes promotores de la teoría según la cual Obama es un musulmán encubierto.

El virtual candidato republicano no dejo pasar ni un día del peor atentado con arma de fuego de la historia de los Estados Unidos para darle un uso a la tragedia que sirviera a su propia campaña. Dedicó el discurso que debía pronunciar en New Hampshire a la inmigración y el terrorismo, sus dos propuestas fundamentales, y dejó de lado al menos por ahora, el ataque a los Clinton que tenía previsto repasar con sus espectadores. Trump recordó que la ley le permite suspender la entrada a EE UU de cualquier grupo o individuo que amenace la seguridad doméstica del país. Al respecto, se pronunció diciendo que “Usaré este poder para proteger al pueblo americano”. No será la última vez que el candidato republicano se aferre a este argumento para fomentar el miedo a las amenazas extranjeras e impulsar así una potencial victoria en noviembre. 

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