El socialista Illa se convierte en el blanco de todos en el último debate electoral

Salvador Illa, del PSC, en el último debate electoral.
Salvador Illa, del PSC, en el último debate electoral.

El veto independentista al PSC afianza los bloques en Cataluña. Ante las dudas, el Ministerio de Sanidad certificó que Salvador Illa no se ha vacunado.

El socialista Illa se convierte en el blanco de todos en el último debate electoral

Hubo fuego cruzado en el último debate electoral en Cataluña. El socialista Salvador Illa se convirtió en el blanco de todos y replicó a las críticas por no haberse hecho un test, al tiempo que denunció "sobreactuación" y "calumnias".  Ante las dudas, el Ministerio de Sanidad certificó que Salvador Illa no se ha vacunado.

En el debate de La Sexta, Esquerra (ERC) y los llamados 'comuns' se reprocharon mutuamente los posibles pactos con el PSC y Junts, respectivamente.

ERC sostuvo que no pactará con el PSC ni aceptará sus votos y replicó a las invectivas de Junts, cuya canadidata, Laura Borràs, atacó a Àngels Chacón, del PDECat, mientras Vox y el PP se enzarzaron entre ellos.

Los catalanes observan con expectativa el posible desenlace de un proceso que, mucho más que instalar un nuevo Parlamento y un nuevo Gobierno autonómico, decidirá el futuro político y económico de una comunidad que sigue clamando por su soberanía frente a los esfuerzos del Gobierno y la Corona española para no perder una parte estratégica de su territorio. Los socialistas llevan la ventaja, mientras que los independentistas buscan recuperar el terreno perdido en las encuestas, pues efectivamente, estas elecciones son una confrontación entre socialismo/constitucionalismo e independentismo. 

Y es que las últimas encuestas de las elecciones catalanas mantienen el potencial escenario un triple empate entre el PSC (que alcanza el 22% de votos), Junts per Catalunya (20-21%) y ERC (20%), con tendencias diferentes para cada partido. Cada uno posee electorados muy distintos, con propuestas y percepciones diferentes, pero una alianza entre los partidos separatistas es cada vez más probable para evitar que el PSC tome control de la Generalitat siguiendo las instrucciones del Gobierno español. 

Los socialistas han perdido terreno, pero su flamante candidato, Salvador Illa, sigue siendo el favorito. Entre tanto, ERC sigue a la baja; pero Junts per Catalunya no ha dejado de subir, lo cual acumula votos hasta situarlo cerca del 22% de los socialistas, y amenaza a ERC y el PSC con superarles, incluso a pesar de las acusaciones de corrupción que salpican a la candidata de Junts, Laura Borràs. 

Lo que avanzaron las encuestas 

En una parcela con mucho menos margen de acción, las últimas encuestas también han hecho retroceder al PP y a Ciudadanos, que no tienen posibilidades matemáticas reales de codearse con los independentistas y los socialistas. Eso beneficia a Vox y la CUP, que también están rezagados frente al PSC, pero logran su objetivo de expandir su mensaje en Cataluña


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Según las últimas encuestas publicadas, habrá menos del 60% de participación. Esta cifra es baja si se compara con más del 80% de participación registrado en el proceso independentista fallido de 2017. La de 2021 es una cifra totalmente distinta a la de hace cuatro años, pero también alejada de las de 2015 (75%) y 2012 (68%). Por lo tanto, la base electoral del PSC y los partidos independentistas es lo suficientemente sólida como para movilizar a los dos polos opuestos de la población catalana; aquel que apuesta por mantener su desarrollo bajo la permanencia en España, y por otro lado, el bloque que busca un sistema de vida republicana y un clima de soberanía plena.

Aún se mantiene el segmento de indecisos, que seguramente determinarán el futuro de la elección con posibles votos castigo contra el PSC como muestra de su descontento frente a la gestión del Gobierno central. Los votantes independentistas parecen más activados y motivados que los simpatizantes del socialismo. He ahí el origen de las subidas de Junts y la CUP en las encuestas, las cuales compensan la bajada de ERC—. Esto consolida el favoritismo de todo el independentismo contra el PSC. El promedio de sondeos supera el 48% de los votos para Junts y ERC, lo que supondría mejorar ligeramente su resultado de 2017: el proyecto electoral de esos partidos es aumentar su capital político para encarar con más legitimidad una eventual negociación ante el Gobierno de Pedro Sánchez por la tan buscada independencia. @mundiario

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