La voz de España bien podría clamar por la vuelta de la vieja política

Elecciones españa. www.gurusblog
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Tras ocho meses de no ir a ninguna parte, de escuchar exclamaciones de desprecio hacia la vieja política de parte de los líderes, el país añora una política de pacto. 

La voz de España bien podría clamar por la vuelta de la vieja política

Visto lo visto y comprobado que los regeneradores y adanes redentores de nuestro sistema democrático lo único que parecen saber hacer es salir en las teles, predicar y jugar como niños al escondite y al "tú la llevas" es llegado el momento de decir ya que para esto mejor será que vuelva lo que ellos desprecian como "vieja política" y que esto comience a andar de alguna manera. Con ellos mejor ya ir pensando en no echar cuentas.

Digo la "vieja politica" pero no estoy diciendo la que se ha ido encanallando en el odio partidista, la satanización del adversario ideológico, la partitocracia y la corrupción galopante. No. Digo aquella de la generosidad, de la grandeza en ceder, de los acuerdos por el bien de España, del sentido de Estado, la que miró al futuro y salvo simas y rencores. La que alumbró la Constitución, trajo las libertades, inicio la senda del progreso y los avances sociales. Digo aquella y digo que es necesario, urgente e imprescindible volver a sus principios y valores. Digo que debe acabar el juego de niños, deben acabar vetos, desterrar el No como "inicio" de ya imposible dialogo y dejar de una vez de cavar trincheras de cerrazón y terquedad, aunque los Podemitas madrileños, en una clara imagen de su "progresismo" y visión del mañana están entusiasmados reabriendo las de la guerra civil en la Ciudad Universitaria como gran símbolo de su cuerpo de doctrina.

España, sus ciudadanos, sus gentes, exigen de inmediato a sus representantes que cumplan con su obligación y hagan de una vez su trabajo. Ya no puede aguantarse más. El país funciona pero la parálisis política puede primero frenarlo, luego detenerlo y luego volver a ir cuesta abajo. La propia EPA del segundo trimestre, con ser positiva, y lo es, se ha quedado en buenacilla, se nota que algo se está ralentizando en la creación de empleo y en la reducción del paro. Vamos por el buen camino, si, pero podemos coger rumbo al despeñadero en cualquier momento. Las "cosas del comer", os presupuestos, las cuentas, el deficit, (de la multa europea nos hemos salvado, porque había razones muy de peso, nuestro sacrifico y los buenos oficios de De Guindos, pero hay deberes que cumplir) la amenaza cada vez mas negra del terrorismo islámico y lo que es quizás más perentorio y grave. El órdago ya total de secesión de ruptura de España y de destrucción de nuestra nación y soberanía. Es tiempo de afrontarlo y de afrontarlo desde la grandeza y el interés general por encima de cualquier otra cosa.

La patada en la boca de los separatistas catalanes en el Parlament a la ley, la Constitución y a la propia democracia española hubiera debido marcar, por la gravedad del hecho y su significado para el futuro un punto de inflexión en este Juego de Niños en que se ha instalado la política española. Resulta muy obvio que los secesionistas catalanes han aprovechado la debilidad de la situación política nacional y un gobierno en funciones para consumar su desobediencia a la sentencia de Constitucional sin paliativos ni anestesia. La votación era ilegal, contra todo derecho incluso el propio Estatut catalán, pero la han ejecutado. Lo han votado y han puesto en marcha su reloj hacia la secesión por las bravas y contra la propia mayoría de votos populares, no de escaños, de los propios catalanes.

Ante ello cabría esperar que las fuerzas constitucionalistas salieran de su bucle melancólico y entendieran que han de dar respuesta y establecer un plan de acción, unidos en lo esencial, e incluso haciendo de la necesidad virtud comprendieran la necesidad de desbloquear la situación de parálisis en la formación de gobierno a base de noes y vetos al candidato que ganó las elecciones. Es preciso decir en este punto que la reaparición del escondido Pedro Sánchez ha sido en extremo oportuna, clara y contundente. Al menos en sus palabras ha demostrado comprender el alcance y la gravedad del hecho, poniéndose inequívocamente al lado del Gobierno de la Nación y se ha vislumbrado ahí a un PSOE que se añora y cuya vuelta a la sensatez y sentido de Estado se desea. La decisión gubernamental del Incidente de Ejecución al Constitucional, dotado ahora de capacidad cohercitiva (aquello que se criticó tanto), no significa un recurso sino que este organismo haga ejecutar la sentencia con los medios que solicite del Estado parece pues, contra con su apoyo, y esto es relevante.

Rajoy había hablado con el, así como con Rivera e Iglesias. Este último a través del tuit y Errejón ya se iba por sus cerros y demostraba que en esto, como en tema del terrorismo yihadista, no puede contarse con ellos. Quedábamos a la espera de Ciudadanos y la intervención de su líder ante su grupo parlamentaria no pudo ser más decepcionante. Con las luces cortas, las fintas y la obsesión contra Rajoy perdió una gran oportunidad de ser lo que tanto proclama, alguien con grandeza y visión de estado. Tiene razón en lo del grupo parlamentario de Convergencia y hace bien en criticarlo. Traer a colación lo de la juez y los ordenadores de Bárcenas, un auto basado tan solo en la declaración de semejante sujeto no parece muy sostenible, pero es que además, en esta tesitura era sacar totalmente los pies del tiesto, de la realidad y de la necesidad que España tiene. Pero luego con el Rey, volvió a bailar la yenka, y vino a ponerse estupendamente en lo contrario, en un gobierno de gran coalición -pero donde él con su exiguo 13% y sus raquíticos 32 escaños "veta" a quien ha ganado las elecciones con un 33% y 137 escaños y casi 8 millones de votos- o de abstención masiva. O sea, que no sabemos con qué Rivera quedarnos si con el del paso adelante o el del veto. O con ninguno.

Pone Rivera toda la responsabilidad en el PSOE y en el PP para resolver la situación. Y en eso puede que tenga razón. Puede que esa sea la única solución posible. Que los dos grandes partidos, de una vez por todas, pongan, como lo pusieron en aquellos tiempos de la "vieja política" que comenzamos a añorar, pongan esto en marcha. Es el momento de volver a la grandeza de la "vieja política", aquella de la Transición y de los Pactos de la Moncloa. Tal vez sea ya imprescindible poner el reloj a cero, sentarse a la mesa, sin caretas y sin vetos, y sacar a España de este marasmo. EL PP como partido más votado y, por tanto, de Gobierno, el PSOE como oposición y alternativa Con todo lo que uno y otro hayan de ceder y poniendo a España y al interés general por encima de todo, que ahora parece estar por debajo de cualquier cosa u ocurrencia. Para ello se necesitan dos actitudes y dos voluntades dispuestas a intentarlo. Rajoy ha de pensar si es llegado el momento de escenificar sin más "gallegadas" un verdadero paso al frente, dispuesto al pacto y a la cesión, y comprometiéndose y al tiempo comprometiendo a su interlocutor a salir de su alucinación de pretender ser presidente sin escaños y sin votos. Y por parte de Sánchez abandonando de una vez por todas tal delirio que solo nos llevaría a todos, y a su partido y a él mismo, a la hecatombe, hacer lo que debe y España necesita. No impedir un gobierno, exigir para ello todo lo exigible y después hacer la oposición con toda la contundencia y dureza precisas en lo que no sea precisamente lo que que ha de seguir uniendolos, la Unidad de España, ni en lo que bien puede unirle mañana, otros grandes temas de Estado. Por lo demás, liderar la oposición es su deber y construir una alternativa de gobierno su misión.

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