Luís Villares impregnó las villas medianas de Galicia del fenómeno urbano de las Mareas

Luís Villares.
Luís Villares.

Varios antecedentes explican el triunfo orgánico de Luís Villares en el partido gallego En Marea. Hoy abordamos precisamente los antecedentes del proceso. En una segunda entrega, en las próximas horas, comentaremos su desenlace, también desde MUNDIARIO.

Luís Villares impregnó las villas medianas de Galicia del fenómeno urbano de las Mareas

Luís​ Villares ha obtenido una clara victoria para renovar su cargo de portavoz de En Marea. En las elecciones al Consello das Mareas, máximo órgano entre asambleas congresuales del segundo partido de Galicia en votos y escaños, obtuvo aproximadamente un 60% de los votos frente al 40% de su adversario interno, con un relevante 56% de participación, muy por encima a las que se acostumbran a obtener en los procesos de Podemos.

Esta victoria le permitirá a Luís Villares mantener la soberanía de la organización respecto a Unidos Podemos y extender su presencia a lo largo de Galicia en las próximas elecciones municipales. No obstante, el daño reputacional sufrido por la marca a lo largo de este proceso ha sido grave.

Luís Villares tendrá que construir una En Marea útil y transversal, que sea capaz de representar los intereses de la mayoría de los ciudadanos gallegos.

El portavoz parlamentario y líder orgánico de En Marea es un perfil poco común en la política gallega. Se trata de un magistrado de amplia formación jurídica, patente no sólo en su temprano acceso por oposición a la carrera judicial, sino en su formación como magistrado especialista en el orden jurisdiccional contencioso-administrativo, que le hizo acceder muy joven primero a un Juzgado de lo Contencioso-Administrativo y después a las Salas de este orden de los Tribunales Superiores de Justicia de Euskadi y Galicia.

Por otra parte, destaca Villares por su compromiso cívico, patente en su adscripción a la corriente judicial Xuízas e Xuíces para a Democracia, de la que era coordinador en Galicia en el momento de su pase a servicios especiales al presentarse candidato a las elecciones al Parlamento de Galicia de septiembre de 2016. También sobresale en su lucha por la normalización de la lengua gallega en la justicia, destacando en su uso en todos sus destinos en Galicia y en su participación en la Irmandade Xurídica Galega, de la que forman parte entre otros el fiscal superior de Galicia entre 2005 y 2015, Carlos Varela, el magistrado de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo Luciano Varela o la actual abogada general del Estado Consuelo Castro.

Villares también participaba en las redes Armela, que coordina la catedrática de Derecho Administrativo de la USC Alba Nogueira, con destacados profesores de las Universidades gallegas, como el profesor de Derecho Procesal de la UDC y alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, el profesor de Derecho Administrativo de la UDC Carlos Amoedo (secretario xeral de Cultura durante el gobierno de coalición PSdeG-BNG entre 2005 y 2009) o el profesor de Derecho Laboral de la UDC y antiguo portavoz municipal del BNG coruñés Xosé Manuel Carril. Las redes Armela  investigan desde un enfoque multidisciplinar los derechos, la igualdad y el estado social en el contexto actual de crisis económica y fuerte retracción de la intervención pública.

Las  Mareas locales y la fundación de En Marea

El triunfo de Villares en las elecciones internas de En Marea no se puede entender sin conocer el proceso de conformación de esta fuerza política, iniciado en cuanto a sus bases sociales pocas semanas después de las elecciones municipales de mayo de 2015. En dichas elecciones, las recién fundadas mareas municipalistas gallegas obtuvieron grandes resultados. Compostela Aberta conquistó la alcaldía de la capital de Galicia para Martiño Noriega, mientras que Xulio Ferreiro alcanzaba la alcaldía coruñesa liderando Marea Atlántica. Otras alcaldías importantes para las diversas Mareas fueron las obtenidas por Ferrol en Común, SadaMaioría, Movemento Salceda o Nós Pobra.

Estos resultados y la proximidad de las elecciones generales, previstas para fines de 2015, sensibilizaron amplios sectores de la sociedad gallega respecto de la necesidad de converger en una amplia Marea Galega. Dos plataformas ciudadanas, Encontro por unha Marea Galega e Iniciativa pola Unión (donde participaban elementos del BNG y de Compromiso por Galicia)  se fundaron en julio de 2015. Se celebró una convocatoria unitaria del Día da Patria Galega el 25 de julio de ese año, llegándose a contabilizar más de seis mil altas entre ambas plataformas, la mayoría sin adscripción política orgánica anterior, muchos de ellos desde la ruptura del BNG en la cita congresual de Amio en 2012. La presión política sobre los partidos para que posibilitasen esta convergencia, singularmente sobre el BNG y Podemos, era muy intensa.

No obstante, se frustró este proceso por la decisión de Anova, Podemos y EU de estructurar En Marea como coalición fundada los tres partidos, impidiendo la participación directa de los millares de independientes interesados. También coadyuvó a esta frustración la decisión del BNG de no concurrir a la trascendental reunión de partidos y colectivos del  2 de octubre de 2015, decisión adoptada al margen de su entonces Portavoz Nacional, Xavier Vence, quien negociaba contra reloj con Xosé Manuel Beiras la posibilidad de estructurar un amplio espacio de convergencia.

Las elecciones de diciembre de 2015, sin embargo, validaron electoralmente la fórmula limitativa de la coalición, si bien muy pronto sufriría este espacio político la decepción de no poder formar grupo parlamentario propio en el Congreso los seis diputados electos, decisión manifiestamente ilegal, si bien más difícilmente justificable, desde el punto de vista jurídico-electoral si En Marea fuese un partido distinto de los coaligados. En este momento se rechazó  la posibilidad de seguir el ejemplo de los cuatro diputados  de Compromís, electos en coalición con Podemos  (a la Valenciana) que, ante la decisión de la Mesa del Congreso de impedir el grupo propio, acordaron constituirse en subgrupo dentro del Grupo Mixto, obteniendo mucha más visibilización de sus propuestas que las obtenidas por En Marea, tanto en la legislatura corta de enero-mayo de 2016 como en la que se abrió con las elecciones de junio de 2016 en las que En Marea perdió el escaño de David Bruzos en Ourense, bajando su representación a cinco escaños.

Precisamente es durante esta legislatura corta cuando las distintas mareas municipalistas inician contactos para converger en la organización gallega frustrada en el otoño de 2015. Participaron en este proceso cientos de personas no adscritas a  ninguno de los tres principales partidos coaligados, muchos de ellos provinientes del BNG y de Compromiso por Galicia y articulados en la corriente Foro Galego. El nuevo partido instrumental, En  Marea, fue regido en las semanas anteriores a su Asamblea Constituyente por una Gestora propuesta por los alcaldes de A Coruña, Ferrol y Compostela.

En dicha cita congresual constituyente, el 30 de julio de 2016, En Marea integró medio centenar de agrupaciones ciudadanas locales y cientos de personas individuales y acordó constituirse como organización soberana gallega, de adscripción individual, cerrando el paso a la coalición que quería Podemos para las elecciones autonómicas que convocó Feijóo inmediatamente, el 1 de agosto.

Podemos Galicia se inclinaba por una coalición que ya no tenía futuro y tuvo que ser Pablo Iglesias el que asumiese la integración de los morados en la lista de En Marea. Pero esta adscripción express se realizó en términos de amplia ventaja para los podemitas, que colocaron en las primarias de agosto (en las que fue elegido candidato a la Presidencia de la Xunta Luis Villares) a siete de sus candidatos como diputados entre el total de los catorce mareantes escogidos en las elecciones gallegas de aquel septiembre. La mayoría de En Marea aún  recuerda con desagrado el planteamiento invasivo inducido por su secretario estatal de Organización, Pablo Echenique, respecto de aquellas primarias.

Villares asume la portavocía parlamentaria y la representación orgánica

En las primarias de agosto de 2016, Luis Villares fue ratificado por el conjunto de la afiliación con casi el 87% de los votos emitidos, asumido como candidato propio por casi la totalidad del espacio político. Contaba Luis Villares con un merecido prestigio por sus cualidades profesionales y sociales que le hizo merecer la confianza de los tres alcaldes de A Coruña, Ferrol y Compostela, verdaderos árbitros  de un proceso de constitución de En Marea que, sin embargo, no podría ser entendido sin la aportación de esos cientos de independientes, la mayoría de origen galleguista, que habían apoyado las plataformas ciudadanas de octubre 2015 y ahora convergían en la nueva organización proclamada soberana de cualquiera de pendencia estatal, singularmente de Podemos.

Podemos y EU sólo atendieron a sus buenos resultados en la conformación del grupo parlamentario gallego y a su protagonismo en la representación estatal, desatendiendo la vida orgánica interna del nuevo partido, que en 2018 sería calificado por la antigua secretaria xeral de Podemos Galicia, Carmen Santos, como “ornamental”.

Después de unas elecciones orgánicas a las que concurrieron tres candidaturas, Luis Villares unió en abril de 2017 a su portavocía parlamentaria (conferida por unanimidad de los diputados en octubre de 2016) la portavocía orgánica, asumiendo un liderazgo personal que no estaba previsto en el guión escrito por los tres alcaldes.

Desde esta confirmación orgánica, Villares amplió la organización, sobre todo en las villas medianas de Galicia, consiguiendo que un fenómeno básicamente urbano, como las Mareas, llegase al conjunto del territorio gallego. Los frutos de este proceso se apreciarán en su justa medida después de las elecciones municipales de mayo de 2019, una vez Villares se ha alzado con el triunfo en el proceso orgánico que acabó estos días. @mundiario

Comentarios