América todavía debe superar muchos obstáculos para la plena libertad de prensa

Exposición Libertad con Humor. /Ikhsan Dwiono, Indonesia
Exposición Libertad con Humor. / Ikhsan Dwiono, Indonesia

Decenas de periodistas, internautas y colaboradores fueron encarcelados, secuestrados y asesinados en el mundo, en 2016. Turquía es hoy la mayor prisión para periodistas profesionales con más de 100 informadores entre rejas.

América todavía debe superar muchos obstáculos para la plena libertad de prensa

Reporteros Sin Fronteras presentó su clasificación anual para la libertad de prensa. Finlandia (1) es el mejor país y Eritrea el peor (180). 2016 fue un año difícil. Decenas de periodistas, internautas y colaboradores fueron encarcelados, secuestrados y asesinados. Turquía es hoy la mayor prisión para periodistas profesionales con más de 100 periodistas encarcelados.

En América, Costa Rica (6) y Jamaica (10), tienen las mejores condiciones. Existe un clima favorable para la prensa en Canadá (18), Uruguay (20), Surinam (22), Chile (31), Belice (36) y Estados Unidos (41). En Centro y Sudamérica hay problemas significativos. Los países más difíciles y peligrosos de la región son: México (149) –el más mortífero para los periodistas-; Guatemala (121) –su inestabilidad política afecta la libertad de información-;  Honduras (137) – además de los ataques presidenciales la ley protege los “secretos oficiales”-, y, Colombia (134) –el país más peligroso del continente después de México-. La corrupción, el crimen organizado, las bandas criminales y la impunidad convierten el periodismo en una profesión de alto riesgo en estos países.

Los gobernantes de Venezuela (139) y Cuba (171) –país donde la prensa no goza de ninguna libertad– fueron designados –junto a dictadores, grupos criminales y terroristas– como depredadores de la libertad de prensa. En Cuba se ataca mediante el totalitarismo de tipo soviético y en Venezuela,  a través de la censura y asfixia económica.

La medición de libertad de prensa de Freedom House considera libres a Canadá, EE UU, Belice, Costa Rica, Surinam, Guyana francesa, Chile y Uruguay, también a algunas islas del Caribe, a excepción de Cuba

La medición de libertad de prensa de Freedom House considera libres a Canadá, Estados Unidos, Belice, Costa Rica, Surinam, Guyana francesa, Chile y Uruguay, también a algunas islas del Caribe, a excepción de Cuba. República Dominicana y Haití, como la mayoría de los países del continente, son parcialmente libres. Todavía se deben superar muchos obstáculos en la región para hablar de plena libertad de prensa. Las amenazas del crimen organizado, la corrupción política y los abusos de las fuerzas de seguridad constituyen las principales dificultades para la prensa en Centroamérica. En México, Brasil y Colombia –los más peligrosos de la región- periodistas son asesinados por investigar temas de corrupción política y crimen organizado. A la violencia súmese la impunidad.

Además de Cuba -el más represivo para los medios en América– los casos más graves –países no libres– son: México, Honduras, Venezuela y Ecuador. De Venezuela –y su situación catastrófica a todos los niveles- hay poco que agregar. En un país sin poderes independientes la ley se usa para hostigar, amedrentar y comprar voluntades. No solo los periodistas locales enfrentan enormes dificultades, la prensa extranjera también ha sido asediada por el régimen. En Ecuador la situación para la prensa es lamentable. La Ley de Comunicación (2013) se convirtió en la mayor amenaza para la libertad de prensa y expresión, posibilitando multas, intimidación, sanciones legales y administrativas.

Fundamedios publicó su informe anual que da cuenta de la situación en Ecuador durante 2016. Casi 500 ataques con procesos por la Ley de Comunicación (168); censura en internet y ciberamenazas (94); uso abusivo del poder del Estado (88); amenazas y descalificaciones (44); agresiones físicas (34); procesos penales (30); censura (11); y, procesos administrativos (9), entre otras agresiones.

La pérdida de libertades en Ecuador pareciera subestimada o minimizada internacionalmente. Queda constancia, sin embargo, del autoritarismo de Rafael Correa –próximo a culminar su mandato no descarta participar en elecciones futuras-. Un líder populista que concentró los poderes del Estado en la institución presidencial y declaró la guerra a medios, periodistas, críticos y activistas desde su llegada al poder en 2007. “Las condiciones críticas para el ejercicio de la libertad de expresión en el Ecuador no han mejorado y el clima negativo se mantuvo en el 2016”.

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