Algunos sois Trump…
Igual que cuando hay un atentado (tipo Chrly Hebdo) todos salimos diciendo aquello de “Yo también soy…”, en estos momentos no podemos señalar solamente a Trump, aunque hoy ha quedado claro que es el principal enemigo de la Democracia (con mayúsculas) a nivel mundial.
Por pasiva tambien conviene que obliguemos a algunos a reflexionar, y que no les permitamos seguir los mismos métodos que Trump ha venido cultivando, al menos desde las elecciones presidenciales. Y a quellos que se permiten envenenar la convivencia desacreditando Instituciones legítimas de la Democracia hemos de decirles claramente: “Vosotros también sois Trump”.
Y me atrevo a dar nombres: cuando Pablo Casado hoy se atreve a tuitear que es intolerable el asalto al Capitolio es inconsecuente -y hace, por tanto, gala de una gran hipocresía- con sus reiteradas intervenciones en el Congreso de los Diputados y sus declaraciones públicas -vinieran o no a cuento- difundiendo, a golpe de propaganda barata y falsa, el bulo de la ilegitimidad del Gobierno elegido por mayoría en el órgano de representación de la Soberanía que es el Congreso de los Diputados.
Y cuando Abascal se atreve hoy en otro tuit a intentar deslegitimar al Gobierno, a raíz de la intevención del Rey en la Pascua militar, también es Trump.
A patir de hoy, al igual que el nombre de Judas ha quedado para la Historia como el símbolo máximo de la infidelidad, deslealtad y traición, el nombre de Trump ha de quedar para la Historia como el símbolo universal del gran enemigo de la Democracia y de la Convivencia.
Por eso, a quienes intentan deslegitimar una sola de las instituciones democráticas, legítimamente elegidas, y no caducadas, es sano, en nombre de las Libertades, aplicarles el epiteto, y decirles: sois unos trumps.
La bochornosa mascarada de hoy en el Capitolio de los Estados Unidos ha de servirnos para dar la voz de alarma contra cualquier intento de embarrar la convivencia democrática, de enlodar la vida política, de mentir a la Sociedad por intereses partidistas… Y en nuestras Cortes debería no estar permitido que nadie comprometa ni tergiverse nuestra salud democrática.
Es significativo que PP y Vox hayan abandonado anteayer el Grupo Anticrispación creado en el Congreso de los Diputados. Y no supone una actitud edificante, sino democráticamente rupturista, que no diseñada bueno de sus intenciones.
Es de esperar que, tras la emponzoñada experiencia de hoy en Washington, el Partido Demócrata y el Patido Republicano articulen un pacto de Estado en defensa de la Democracia y de la Convivencia Social y Política. Y sería deseable que en España, y en el resto de países democráticos, los partidos verdaderamente democráticos hagan algo semejante, demostrando que ni quieren seguir el camino de las malas artes revanchistas y de propaganda barata, ni quieren pasar a la Historia siendo unos trumps desquiciados y ponzoñosos. @mundiario
