Algo se mueve entre los gobiernos de Cataluña y España pero tampoco hay resultados

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Carles Puigdemont y Mariano Rajoy, en la Moncloa.

Puigdemont niega que haya algún tipo de negociación, “ni privada ni oficial” con el Gobierno de España sobre las demandas catalanas, y subraya que la posible oferta del Ejecutivo central es como el “Espíritu Santo”, del que “todo el mundo habla pero que nadie ha visto”.

Algo se mueve entre los gobiernos de Cataluña y España pero tampoco hay resultados

El expresidente de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas, planteó el jueves 16 de febrero en Madrid la idea de la tercera vía para solucionar el llamado contencioso catalán. Como explica Juancho Dumall en El Periódico de Catalunya, Artur Mas vino a decir algo fácil de entender: entre la independencia de Cataluña y el actual estatu quo, con una autonomía en regresión, hay un término medio, y corresponde al Gobierno central hacer propuestas en ese territorio desconocido.

Al día siguente, viernes 17, el ministro portavoz, Méndez de Vigo, mostró la buena disposición del Ejecutivo a sondear esa vía. Y el domingo 19, el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, habló de contactos entre los ejecutivos español y catalán, aunque no siempre públicos. De esa forma confirmaba la información de El País, según la cual Mariano Rajoy prepara una oferta que presentará al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en una próxima reunión entre ambos.

De momento, la Generalitat niega los contactos de los que habló Millo y algunos representantes del soberanismo reiteran que lo único que hay que dialogar es sobre la realización de un referéndum. Para  Juancho Dumall,  si el Gobierno hace una oferta mínimamente atractiva para el soberanismo –"algo que hay que poner en duda", precisa– abriría una fisura entre los posibilistas y temerosos de verse abocados a la desobediencia y quienes no están dispuestos a contemplar jamás otra cosa que no sea votar para marchar.

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, niega que haya algún tipo de negociación, “ni privada ni oficial” con el Gobierno de España sobre las demandas catalanas, y subraya que la posible oferta del Ejecutivo central es como el “Espíritu Santo”, del que “todo el mundo habla pero que nadie ha visto”.

Según ha explicado este domingo el delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, en TV-3, Mariano Rajoy ha desempolvado las 45 peticiones de Carles Puigdemont –de la consulta vinculante, ni hablar– y presentará una oferta a la Generalitat que, en Madrid, entienden que debería tener como contrapartida el abandono de todo intento de celebrar un referéndum vinculante. Carles Puigdemont se apresuró a recordar que esas 45 demandas son incumplimientos del Estado “que deberían estar resueltas hace ya mucho tiempo” y que si el Gobierno de Rajoy cree que con ello se soluciona el problema catalán “es que en Madrid no han entendido nada”.

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