Alfred Bosch, la DUI de Cataluña y los procesos independentistas de las colonias de América

Declaración de la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Declaración de la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata.

Si la Generalitat, con motivo de las elecciones, considerare que es tiempo de una declaración unilateral de independencia, asistiremos a una batalla legal dolorosa para todos.

Alfred Bosch, la DUI de Cataluña y los procesos independentistas de las colonias de América

Si la Generalitat, con motivo de las elecciones, considerare que es tiempo de una declaración unilateral de independencia, asistiremos a una batalla legal dolorosa para todos.

Alfred Bosch me cae bien. Ya lo he dicho antes. Tuve ocasión de conversar con él hará unos dos años en Madrid. Me decía (aludiendo a mi condición de argentino; también soy español): ¿Y vosotros? ¿No habéis declarado la independencia de España? Pues esto es similar (se refería, naturalmente, a la que tuvo lugar en San Miguel de Tucumán el 9 de julio de 1816).

Tiempo después vino el llamado a consulta de la Generalitat para el 9N (de 2014). Opiné en el diario ARA que la consulta era legal. Pinchar aquí para acceder al artículo

Mi artículo y otras declaraciones que hice en torno a las ideas que volqué en el mismo tuvieron mucha repercusión mediática y en las redes sociales. Critiqué repetidamente al Gobierno de España por la estrategia procesal seguida ante el Tribunal Constitucional y critiqué a este tribunal por su demora en resolver esta cuestión que era urgente. Pero eso ya es historia y todos la conocemos.

Siempre pensé, y lo sigo pensando, que una cosa es hacer una consulta y otra, muy distinta, es proceder a la Declaración Unilateral de Independencia, como desean algunas fuerzas políticas en Cataluña. Esa declaración, de producirse, no tiene amparo legal.

Vuelvo al pensamiento de Alfred Bosch: ¿Es comparable la situación de las "Provincias Unidas del Río de la Plata" con la situación actual de Cataluña?

Veamos lo que dice el Acta de la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata.

Texto del acta. En la benemérita y muy digna ciudad de San Miguel de Tucumán a nueve días del mes de julio de 1816: terminada la sesión ordinaria, el Congreso de las Provincias Unidas continuó sus anteriores discusiones sobre el grande, augusto y sagrado objeto de la independencia de los pueblos que lo forman. Era universal, constante y decidido el clamor del territorio por su emancipación solemne del poder despótico de los reyes de España, los representantes sin embargo consagraron a tan arduo asunto toda la profundidad de sus talentos, la rectitud de sus intenciones e interés que demanda la sanción de la suerte suya, pueblos representados y posteridad. A su término fueron preguntados ¿Si quieren que las provincias de la Unión fuese una nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli? Aclamaron primeramente llenos de santo ardor de la justicia, y uno a uno reiteraron sucesivamente su unánime y espontáneo decidido voto por la independencia del país, fixando en su virtud la declaración siguiente:

"Nos los representantes de las Provincias Unidas en Sud América, reunidos en congreso general, invocando al Eterno que preside el universo, en nombre y por la autoridad de los pueblos que representamos, protestando al Cielo, a las naciones y hombres todos del globo la justicia que regla nuestros votos: declaramos solemnemente a la faz de la tierra, que es voluntad unánime e indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que los ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojados, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando séptimo, sus sucesores y metrópoli. Quedan en consecuencia de hecho y de derecho con amplio y pleno poder para darse las formas que exija la justicia, e impere el cúmulo de sus actuales circunstancias. Todas, y cada una de ellas, así lo publican, declaran y ratifican comprometiéndose por nuestro medio al cumplimiento y sostén de esta su voluntad, baxo el seguro y garantía de sus vidas haberes y fama. Comuníquese a quienes corresponda para su publicación. Y en obsequio del respeto que se debe a las naciones, detállense en un manifiesto los gravísimos fundamentos impulsivos de esta solemne declaración." Dada en la sala de sesiones, firmada de nuestra mano, sellada con el sello del Congreso y refrendada por nuestros diputados secretarios.

Hasta aquí el texto original. Las negritas me pertenecen.

Creo que no es una situación similar a la que vive hoy Cataluña en relación a España, ni conceptual ni históricamente. Larga sería la argumentación, pero vayamos, de momento, a lo esencial. Cataluña no es una colonia de España ni hay violencia alguna en ese vínculo (como lo argumentaron los independentistas rioplatenses). No se despojó de derechos a Cataluña y la Constitución española de 1978 fijó un marco moderno y vigente de relación política y jurídica.

Por lo tanto, si la Generalitat, con motivo de las elecciones que hoy se llaman y sus resultados, considerare que es tiempo de una declaración unilateral de independencia de Cataluña, asistiremos a una batalla legal ante la Justicia dolorosa para todos.

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