Un alcalde "desradicalizado" para un cambio urbano radical

Miguel Anxo Fernández Lores. / Mundiario
Miguel Anxo Fernández Lores. / Mundiario

Los expertos –también algunos de sus competidores políticos– no tienen empacho en reconocer que Pontevedra es la urbe gallega que ha sufrido una mayor transformación.

Un alcalde "desradicalizado" para un cambio urbano radical

Lores es de la UPG aunque no lo parezca. El alcalde de Pontevedra milita en el partido hegemónico dentro del BNG y ha sido y sigue siendo uno de sus principales referentes. Sin embargo, después de tantos años en la alcaldía, se ha vuelto muy pragmático –sin renunciar, dice él, a sus convicciones– y no duda en defender su punto de vista personal aunque no coincida –o directamente entre en contradicción– con los planteamientos maximalistas de la organización frentista. Por más que les incomode, los suyos respetan la independencia de criterio de Miguel Anxo Fernández Lores. Porque se la tiene bien ganada con sus éxitos electorales y porque, manteniéndose escrupulosamente al margen de enredos o conspiraciones, siempre ha procurado aparecer como un leal colaborador del líder órgánico de turno.

En su última comparecencia pública, en la Tribuna Galicia del Forum Europa, se apartó bastante de la ortodoxia "upegalla". El veterano regidor pontevedrés cree que sería un error para Galicia importar de Cataluña la "vacua consigna del independentismo". En su opinión, el denominado "procés" no deja de ser una moda que acabará pasando, como tantas otras. Sostiene además que el soberanismo catalán sobreactúa y que en su estrategia está malgastando recursos públicos que se podrían destinar a otros fines más útiles y prácticos.

Para Lores la comunidad gallega dispone de "suficiente inteligencia colectiva" para, sin caer en mimetismos pero aprendiendo de otras experiencias, encontrar la fórmula adecuada a la hora de avanzar en su autogobierno. Hay que dar con el modelo más acorde con las necesidades la Galicia real, para lo cual el BNG, que, a decir del alcalde de Pontevedra, tras un cambio radical está cada vez más centrado en sí mismo, debe seguir siendo un instrumento que los ciudadanos perciban como útil al interés del país.

Esas afirmaciones de don Miguel Anxo suenan de lo más sensatas, pero probablemente no las compartan ni los actuales dirigentes del BNG, ni la mayoría de sus votantes. Es lógico. Ahora bien, a los pontevedreses no nacionalistas, ni galleguistas, que confían mayoritariamente en su alcalde les tranquiliza saber que han situado al frente del Ayuntamiento a un político nada dogmático cuya prioridad no es la autodeterminación de Galicia, ni mucho menos la independencia, sino algo mucho pedestre: conseguir que funcionen bien los servicios  públicos (de gestion municipal o privada, tanto le da) y que Pontevedra sea una ciudad líder en calidad de vida.

Lo que vende Lores es un modelo de desarrollo urbano sostenible reconocido en muchos foros, multipremiado y considerado una referencia a nivel europeo e internacional. No es ideología, son hechos tangibles. Los expertos –también algunos de sus competidores políticos– no tienen empacho en reconocer que Pontevedra es la urbe gallega que ha sufrido una mayor transformación. Un cambio gradual pero radical, que dura ya casi dos décadas, a lo largo de las cuales, paradógicamente, el alcalde se ha ido "desradicalizando". @mundiario

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