Albert Rivera aumenta la presión a Sánchez para que acepte su propuesta

Albert Rivera ha vuelto a ponerle una losa más en los hombros a Pedro Sánchez. A su salida de su entrevista con Felipe VI, el jefe de Ciudadanos ha dicho que confía en que el presidente del Gobierno evite la convocatoria a nuevas elecciones. "Si Sánchez rectifica, todavía hay tiempo para que España se ponga en marcha", explicó desde el Congreso, enviando el balón nuevamente al campo del jefe del Ejecutivo.

Rivera ha reiterado su predisposición a sentarse a negociar con el líder socialista. "Si me llama (el gobernante) mañana para trabajar en esas condiciones, nosotros estamos disponibles", dijo en relación a las condiciones que dio el lunes para abstenerse en el Congreso. Sánchez, prosiguió, se encuentra ante las únicas opciones de formar un Gobierno de coalición con Unidas Podemos, o inclinarse por la solución de los "constitucionalistas" (que son ellos mismos y el PP). "Mientras haya tiempo material, nosotros estamos con el teléfono abierto. Si eso sucede, estamos dispuestos porque creemos que sí hay tiempo", compareció.

El líder naranja había dado un timonazo inesperado el lunes cuando se ofreció a abstenerse en la segunda votación en el Congreso, condicionando esta maniobra a cuatro grandes líneas rojas: nada de indultos para los posibles presos del procés; recuperar Navarra; y la constitución de una mesa para aplicar de nuevo el artículo 155 en Cataluña; y no subir los impuestos a las familias y los autónomos. Como sea, su abstención no bastaría pues necesitan también el apoyo del Partido Popular.

Sánchez le remitió un documento en el que se compromete a cumplir algunas de sus demandas, especialmente la del artículo 155 en caso de que fuera necesario, así como la no subida de impuestos a los trabajadores. En el texto, el partido oficial no asegura romper el Gobierno de Navarra, y tampoco asegura no indultar a los líderes independentistas. En alusión a esto, el jefe naranja aseguró que es "una tomadura de pelo".

Finalmente, Rivera dijo que si bien ha abierto la puerta a una abstención, si Sánchez no la acepta no tendrá piedad de él. "Si Sánchez nos lleva a elecciones tirando por la borda una propuesta con los constitucionalistas y sus socios, Sánchez es el problema". "Si Sánchez fuerza unas elecciones, el problema se llamará Pedro Sánchez", cerró. @mundiario